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Latinoamericanos procuran estrategias contra crisis alimentaria

Latinoamericanos procuran estrategias contra crisis alimentaria

La alerta alimentaria por la previsible escasez de productos agropecuarios, ante el alza de los precios en el mundo, obliga a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a buscar alternativas comunes contra la problemática.

El 24 de abril, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, de Nicaragua, Daniel Ortega, y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, firmaron un pacto de cooperación en soberanía y seguridad alimentaria en Caracas.

De igual modo, los ministros de Agricultura de Centroamérica se reunieron este día en Panamá, el sábado debatirán con sus colegas caribeños en Nicaragua, y el 7 de mayo irán a una cumbre presidencial, a la cual está invitado el venezolano Hugo Chávez.

Medios de comunicación del área coinciden en que la escasez de trigo, maíz, arroz, frijol, hortalizas, verduras, ajonjolí, cerdo, pollo y otras aves, es sólo parte del panorama en la región, acosada por los altos precios de los granos básicos y del petróleo.

En particular Centroamérica, con una inflación de seis por ciento en 2007, esta obligada a potenciar de una vez la producción de granos pero especialistas coinciden en que las opciones chocan con las reducidas finanzas locales.

La factura petrolera de la cintura del continente, al decir del poeta chileno Pablo Neruda, asciende a casi seis mil millones de dólares al año y el déficit comercial superó los 24 mil millones de dólares hasta diciembre último, según datos oficiales.

El director del Centro de Iniciativas de Políticas Ambientales de Nicaragua, Cirilo Otero, comentó que la gravedad de la crisis en estos países está dada por factores universales unido a cuestiones locales, de acuerdo con el diario mexicano, El Universal.

El Salvador es poco terreno y poca agua. Honduras sufre sequía y agotamiento de sus suelos. Guatemala es una topografía quebrada, poco fértil y dedicada a la producción forestal. Costa Rica, optó por turismo y la defensa de la ecología, ejemplificó.

Panamá es un pedacito de tierra montado en el mar, definió el especialista y explicó que la economía de ese país descansa en los exiguos beneficios del canal interoceánico, del comercio y las finanzas.

Para Otero, ello explica porque Nicaragua es la clave para resolver la crisis alimentaria en Centroamérica: este es el único del istmo con capacidades físicas, agroecológicas y topográficas, con grandes planicies, para la producción agropecuaria.

Sin embargo, alertó, el territorio nicaragüense tiene hoy menos posibilidad tecnológica y financiera para asumir el reto de garantizar el equilibrio comercial de granos básicos en la zona.

Nicaragua afronta una complicada situación por el desequilibrio en el mercado mundial y los efectos arrastrados del huracán Félix: alimentos básicos como arroz y frijoles son un 50 por ciento más caros que en 2007 y la tasa de inflación ronda el 17 por ciento.

Pero la administración de Daniel Ortega continúa impulsando el programa hambre cero, ideado para que campesinos sin tierra y pobres puedan comenzar a explotar algunos terrenos con ayuda estatal, reflejaron informaciones de la Radio La Primerísima.

Mientras Ortega estructura un plan de alerta alimentaria para presentar a sus colegas, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, se limita a conminar a desplegar un combate efectivo contra la pobreza.

Urge edificar almacenes para alimentos en vez de gastar en armas, señaló el mandatario tico, sin considerar el contexto en una zona donde más de la mitad de sus 38 millones de habitantes padecen por la miseria y por crecientes escenarios de hambruna.

En ello descansan las causas de los movimientos sociales de protesta registrados en los últimos días, frene a los cuales las autoridades centroamericanas tuvieron que adoptar algunas acciones de emergencia.

En Honduras, decenas de miles de personas salieron a la calle la semana anterior para protestar por los precios prohibitivos alcanzados por muchos alimentos, recordó el diario de ese país, La Prensa.

Como respuesta a la situación, el gobierno de Manuel Zelaya adoptó un plan de emergencia destinado a incrementar la producción agrícola y reducir la dependencia de las importaciones.

La inflación ronda el 10 por ciento en Costa Rica y en Guatemala alcanzó nueve por ciento, según el Instituto Nacional de Estadísticas del país más grande de la región.

Por ello, el gobierno de Álvaro Colom ejecuta un programa para asistir económicamente a las 45 comunidades más desfavorecidas e insta a las empresas a poner precios de solidaridad a sus productos y contribuir así con las personas de menos recursos.

Las protestas por la elevación del costo de la harina y otros productos, igual motivaron al gobierno salvadoreño a analizar el sostenimiento de subsidios vigentes y otras acciones.

Los días dirán hasta donde estas estrategias logran contener el agravamiento del deterioro de los niveles de vida de latinoamericanos y caribeños, en tanto organismos internacionales llaman a pensar más allá del sur, el modo de atenuar la crisis.

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