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Nicaragua contra el hambre, experiencia para compartir

Nicaragua contra el hambre, experiencia para compartir

El modelo de gestión impulsado en el último sexenio por el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional cambia de manera progresiva el panorama de Nicaragua, la segunda nación más pobre del continente luego de Haití.

Al concluir una visita de dos días y tras recorrer varios puntos del interior de este país, el director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Graziano da Silva, significó los programas implementados en ese sentido por la administración de Daniel Ortega y afirmó que esa experiencia es digna de compartirla.
"Estamos pensando con la FAO cómo promover esa cooperación con los países vecinos", declaró, luego de significar estrategias como Hambre Cero, Huertos familiares y Bono Productivo, orientados a impulsar el desarrollo del sector agropecuario y garantizar el autoconsumo nacional.
Nicaragua va por el rumbo correcto, sentenció a partir de los resultados positivos obtenidos en pocos años con estos proyectos tendentes a restituir derechos a los que siempre fueron olvidados por gobiernos anteriores.
Incluso, destacó, Nicaragua se va convirtiendo poco a poco en un granero de Centroamérica, un ejemplo de cómo promover la política de seguridad alimentaria y apoyo a la pequeña agricultura familiar.
Según el funcionario de origen brasileño, ese mecanismo está fomentando un mercado para los agricultores que generan productos frescos, como huevos, leche, queso, verduras y legumbres, con una calidad nutritiva muy superior a los cereales y otros, lo cual permite promover un dinamismo local.
La intención es aprovechar la producción familiar para satisfacer las demandas de alimentos en las escuelas y de esa manera lograr una mejor reactivación de la economía interna y más calidad nutritiva en los productos que consumen los niños, argumentó.
Da Silva llegó el miércoles 21 de agosto a Managua con el propósito de supervisar varios programas de seguridad alimentaria y combate a la pobreza, en especial los de nutrición infantil financiados por la FAO.
Acorde con lo previsto, presenció la entrega en el colegio capitalino Libertad de la merienda escolar, programa que ese mecanismo financia desde hace años en las escuelas públicas nicaragüenses, en las cuales el acceso a la educación es gratuito para todos los infantes.
El funcionario comentó a la prensa que la merienda escolar es la mejor inversión en un país, porque abre espacios para la retención escolar, y por lo tanto, mejora mucho la calidad de educación, porque un niño con hambre no puede aprender.
Otro beneficio es que a partir de ese proyecto se da la oportunidad para un cambio de hábitos alimentarios en un mundo donde "enfrentamos un doble problema, hambre por un lado y obesidad por el otro. La obesidad es una forma de hambre, es una mala alimentación", añadió.
De acuerdo con el especialista, este programa también permite que los infantes aprendan cómo hacer una merienda sana, lo cual es vital para crear un hábito de consumo saludable.
"La escuela es el mejor lugar para promover los aspectos culturales de la alimentación, manteniendo las tradiciones y potenciando sus alimentos nativos", subrayó el artífice de Fome Zero, que en cinco años sacó en Brasil a 24 millones de personas de la pobreza extrema y bajó la subnutrición 25 por ciento.
A juicio del exministro de Seguridad Alimentaria y Combate al Hambre de Brasil, la manera más eficiente de enfrentar esa problemática es con cooperativas, porque el hambre es una desorganización social, que no puede enfrentarse solo y la primera etapa para superarla es organizarse.
Casi al finalizar su estancia en este territorio centroamericano, Da Silva suscribió con Ortega un Acuerdo Marco de Cooperación FAO-Gobierno de Nicaragua para el período 2013-2016, destinado a impulsar la erradicación del hambre y la pobreza extrema.
El convenio, firmado el 22 de agosto, está dirigido a la gobernanza e inversión para la soberanía y la seguridad alimentaria y nutricional, productividad y adaptación al cambio climático de la agricultura familiar, alimentación escolar, huertos escolares, entre otros.
"Es una gran satisfacción para la FAO colaborar con el gobierno de Nicaragua, ya que se ha convertido en un ejemplo de cómo promover políticas de seguridad alimentaria y apoyar a la agricultura familiar", manifestó.
Para erradicar el hambre se necesita organización social, por ejemplo mediante cooperativas, y la segunda condición es el apoyo del gobierno, remarcó.
Durante una reunión con Ortega, efectuada en la capitalina Casa de los Pueblos, Da Silva confirmó que los buzos nicaragüenses están conociendo nuevas formas de pescar la langosta con ayuda de la FAO y de México, y aseguró que se trata de métodos que no implican riesgos para la vida.
"Estamos llevando a los campesinos, a la gente, a los pescadores a visitar y ver una comunidad, ir a pescar con los mexicanos, para aprender esas nuevas tecnologías; pensamos que con eso, poco a poco se va transmitiendo otra manera de pescar y se va haciendo la sustitución", aseveró.
Parte de la estrategia impulsada por la FAO es la intensificación de otras actividades que puedan permitir a las comunidades originarias de la Costa Caribe de Nicaragua, las de mayor precariedad en este país, aprender otras maneras de lograr soberanía alimentaria.
Ortega admitió que en esa zona la cuestión es cultural y lógicamente hay factores económicos ahí, para poder trasladar a los buzos a otro tipo de actividades que le den más seguridad.
El mandatario lamentó que cada año, como consecuencia de su labor, varios de los dedicados a bucear sufren serias afectaciones a su salud y en el peor de los casos, otros fallecen.
Nicaragua cuenta con la Ley de Protección y Seguridad a las Personas Dedicadas a la Actividad del Buceo, pero el reto es cómo hacer para cumplir con ella y cómo la FAO nos acompaña en ese proceso en beneficio de toda esa población que está tanto en el Caribe Norte, como el Sur, reflexionó.
En esa conversación el representante de la FAO aseguró que, además, se trabaja para implementar un plan integral de renovación de los cafetales, tal y como lo propuso el gobierno sandinista a fin de contrarrestar las afectaciones de la roya en Nicaragua y en Centroamérica.
"Ya tenemos una misión de alto nivel, cinco expertos internacionales, gente de Brasil, gente de la Organización Internacional de Café, gente de Centroamérica", señaló y puntualizó que antes estudiaron la magnitud del problema para decidir las medidas a tomar.
Da Silva sostuvo que hay una conclusión general asociada a la parte estructural, lo cual implica inversiones y cambios, porque la cuestión no es sólo la roya.
Esa enfermedad afecta aquellas plantaciones sin el cuidado necesario, por lo tanto es necesario promover una reestructuración que ayude a resolver ese problema, precisó.
Con antelación a su encuentro con el líder sandinista, Da Silva recorrió varias fincas y dialogó con productores, autoridades del sector y exportadores, con los cuales acordó la ejecución del Plan de Renovación Cafetalera.
Más allá de las expresiones del visitante, este año la FAO otorgó un reconocimiento a Nicaragua por sus avances en la reducción de la pobreza, indicador que disminuyó en 1,4 puntos porcentuales entre 2011 y 2012, según la Encuesta de Hogares de la Fundación Internacional para el Desafío Económico y Global.
En el período de 1990 a 2012, Nicaragua logró bajar la proporción de hambrientos de 55 por ciento a menos del 20 por ciento y alcanzar la meta de la FAO de reducir a la mitad el número total de estos, refieren informes de ese organismo mundial.
De forma paralela, estadísticas oficiales señalan que en este territorio las personas hambrientas sumaban más de dos millones en ese primer año y en 2012 descendieron a un millón.

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