Tanto a favor de Nicaragua en reducción del hambre, reconoce FAO

Nicaragua alcanzó los Objetivos del Milenio en cuanto a reducción del hambre, al bajarla 33,4 por ciento en los últimos 22 años, reconoció la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Según el informe anual de esa dependencia mundial, difundido en este país, de 1990 a 2013 esta nación centroamericana logró disminuir de 55,1 por ciento a 21,7 por ciento, de manera respectiva, la cifra de personas aquejadas por ese mal.
El texto, presentado bajo el título El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI), subraya el salto cuantitativo y cualitativo dado en este siglo por Nicaragua -la segunda nación más pobre del continente americano- con relación a lo acontecido en los años 80 y 90 por la inestabilidad provocada a raíz de la guerra impuesta a este pueblo por Estados Unidos.
Los mejores resultados en ese orden comenzaron a registrarse a partir de 2005, debido al progreso en cuanto a la estabilidad política y a la diversificación de la producción alimentaria, precisa.
La FAO, para cuyos especialistas el crecimiento económico es importante, pero no suficiente para reducir el hambre, asocia la disminución del indicador en suelo nicaragüense a programas sociales ejecutados desde entonces y hasta la fecha.
También, a la preparación más efectiva para enfrentar los efectos de eventos climáticos, sísmicos, y de otros tipos, en este territorio de amplia vulnerabilidad.
Si bien unas 842 millones de personas, cerca de uno de cada ocho habitantes del mundo, sufrieron hambre crónica de 2011 a 2013, la tendencia sigue siendo a la baja, refiere el SOFI.
De 2010 a 2012 la cifra de hambrientos ascendía a 868 millones de seres humanos, recuerda.
Lo acontecido en Nicaragua en este sentido está emparentado con lo ocurrido en el resto del planeta y en América Latina y Caribe, donde en los últimos 22 años la cantidad de población aquejada por el hambre bajó de 14,7 puntos porcentuales a 7,9 por ciento.
La mayoría de las personas que pasan hambre viven en países en desarrollo, pero 15,7 millones habitan en los más aventajados económicamente, de donde provienen casi siempre las remesas de los migrantes que juegan un papel destacado en la reducción de la pobreza, acorde con la FAO.