Carrera por la presidencia de Costa Rica signada por la negociación

Negociaciones con distintas fuerzas políticas y sociales ocupan hoy la atención en la carrera electoral de los candidatos a la presidencia en Costa Rica Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), y Johnny Araya, del Liberación Nacional (PLN).

Ambos coinciden en que para lograr el triunfo en la segunda ronda de las elecciones, fijada para el 6 de abril, tendrán que captar el respaldo de los seguidores de los partidos cuyos postulantes quedaron fuera de la contienda por la Presidencia en la primera cita a las urnas.

Acorde con esa visión tanto Solís como Araya reanudaron esta semana sus conversaciones con representantes de otros partidos políticos y religiosos, luego de un breve receso, iniciado tras confirmarse como vencedores en los comicios generales del 2 de febrero.

Medios de prensa destacaron el encuentro del aspirante del PAC con el expresidente Abel Pacheco (2002-2006), quien le dio su abrazo en señal de buena voluntad y para alentar a los seguidores del Partido Unidad Social Cristiana a dar su voto al historiador.

Esa fuerza política, única que por varias décadas disputó la hegemonía del PLN en Costa Rica, obtuvo seis por ciento de las boletas en el sufragio el 2 de febrero y elevó su cuota de diputados de seis a ocho.

Durante la reunión quedó clara la coincidencia entre ambos en varios puntos, en particular en la búsqueda de la ética en la función pública, por oposición a la corrupción que despegó con los liberacionistas (2006-2014).

Solís reiteró su decisión de invitar a personas íntegras para un eventual Gobierno del PAC más allá de su color político en el pasado.

El candidato de centroizquierda tiene previstas reuniones con sindicalistas y miembros de organizaciones civiles, como las realizadas antes con la dirigencia y diputados de su agrupación.

Mientras, Araya trata de atraer a los grupos conservadores de la sociedad al presentarse como un defensor férreo de la vida, detractor del matrimonio homosexual y el aborto.

"Yo estoy en favor de la vida y a favor de la familia, sin ambigüedad", declaró ante religiosos el candidato del PLN, cuyos legisladores siempre vetaron las iniciativas tendentes a garantizar el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos en este país.

"Nuestros gobiernos (liberacionistas) han sido inútiles para construir obras", admitió y subrayó la defensa de la familia en el concepto tradicional patriarcal prevaleciente hace más de cinco siglos.

Pese a los puntos discordantes entre Solís y Araya, los dos aceptan restablecer el derecho al aborto, pero solo en casos de violación; y aunque rechazan el matrimonio entre homosexuales, dicen que posibilitarán a esas parejas disfrutar de las mismas ventajas legales que las convencionales.