Electo presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís

El profesor universitario Luis Guillermo Solís Rivera logró una histórica victoria en las elecciones presidenciales este domingo, al acumular más de un millón 300 mil 434 votos (77,9%) con los cuales llevará al Partido Acción Ciudadana a su primer gobierno en Costa Rica.

Como demandó a la ciudadanía, el politólogo de 55 años de edad logró rebasar su propia meta de alcanzar un millón de sufragios en el balotaje, para darle mayor legitimidad a su triunfo.

Según los datos preliminares dados por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) a las 10:30 p. m., con un 94 por ciento de las mesas receptoras procesadas (6.282), el candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya, apenas obtuvo 369 mil 938 votos (22,12%).

Analistas concordaron en el carácter histórico de estas elecciones, que rompieron con el bipartidismo –PLN/Partido Unidad Social Cristiana (PUSC)- y demostraron la consolidación de fuerzas políticas emergentes en esa nación centroamericana.

La paliza propinada este domingo por el PAC al PLN, en las urnas, reafirmó la determinación de las y los costarricenses de acabar con el lastre del mal gobierno del liberalismo y abrir las puertas a un cambio socio-político y económico al menos moderado, en correspondencia con la propuesta de Solís.

El presidente del órgano rector de las elecciones, Luis Antonio Sobrado, reconoció que esta jornada electoral será recordada como una de las más inusuales de la historia moderna del país.

A juicio del director adjunto del Estado de la Nación, Jorge Vargas Cullell, el nivel de participación registrado el 6 de abril es relativamente elevado si se considera que era una elección no competitiva.

Calificó los resultados como “un mandato mucho más robusto de lo que el mismo PAC se había planteado lograr y esto le da fuerza política al próximo Ejecutivo de cara al sistema político en general y en particular al Congreso”.

Sin embargo, el abstencionismo siguió marcando la pauta en esa ocasión, al ascender a un 43,16 por ciento con 94% de las mesas procesadas y superar los niveles registrados desde 1953.

Eso era algo esperado, por ser una constante en segundas vueltas, y también porque desde el 5 de marzo Araya anunció su renuncia y con ello hizo creer a buena parte del electorado que la victoria del académico ya estaba garantizada.

Esta vez cuatro de cada 10 votantes se ausentaron de las urnas en la segunda ronda y con ello, de acuerdo con el TSE, el abstencionismo superó en más de tres puntos porcentuales el 40% reportado en la segunda ronda del 7 de abril del 2002 (Abel Pacheco-Rolando Araya).

Mas con los votos acumulados Solís podrá asumir el 8 de mayo de 2014 y con ello gestionar la solución de problemas graves como la corrupción y el deterioro de los indicadores de vida en Costa Rica.

Para ello tendrá que lidiar con un legislativo en el cual concurren alrededor de nueve tendencias o corrientes ideológicas, entre las cuales el liberacionismo continúa teniendo en su favor 19 curules.

Tras conocer su victoria el candidato electo agradeció a todos los que contribuyeron a ella y reconoció que lo más fácil quedó atrás, comparado con las dificultades que tendrá que enfrentar a partir de ahora para impulsar los destinos del país por la nueva ruta soñada.

En su primer discurso como electo, desde la plaza Roosevelt, en San Pedro de Montes de Oca, demandó la unidad nacional y prometió respetar la voluntad de quienes apostaron por dar un giro.

“En este más de un millón de votos que se sumaron a la convocatoria por el cambio hay una determinación incuestionable para que las cosas no sigan siendo como fueron y pretendo, con el favor de Dios y con el apoyo de todas y todos, hacer valer el cambio que el pueblo de Costa Rica demanda”, expresó ante miles de sus seguidores.

Los jóvenes eran mayoría entre quienes enarbolaron decenas de banderas tricolores y rojiamarillas frente a Solís y su equipo de campaña.

Poco antes Araya, tras reconocer su derrota, también manifestó su intención de contribuir a la unidad nacional.

“Este es el tiempo de superar los rencores. Este el tiempo de superar los odios. Este es el tiempo de superar la confrontación. Este es el tiempo de unir a Costa Rica y nos ponemos a la orden de ese esfuerzo de unir a Costa Rica por encima de las banderas partidarias”, afirmó ante la prensa.

“En lo que yo pueda influir en la nueva fracción (legislativa), no les quepa la menor duda de que será para hacer una oposición constructiva”, declaró.

Araya, quien a partir de lo ocurrido en estos comicios quedó sepultado en su carrera política por la presidencia tras 20 años en la alcaldía de San José, aseguró que “nunca he tenido una obsesión por la Presidencia. Si las circunstancias lo permiten, ahí estaré”.