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Estrenan frontera común Ecuador y Costa Rica

Estrenan frontera común Ecuador y Costa Rica

Los cartógrafos tendrán que trabajar nuevamente en los mapas de Ecuador y Costa Rica después de firmar el 21 de abril pasado un convenio de delimitación marítima que los convierte en vecinos en el océano Pacífico.

En virtud del convenio rubricado en Quito por los cancilleres Ricardo Patiño y Enrique Castillo, ecuatoriano y costarricense, de manera respectiva, el país suramericano limita ahora al norte con Colombia, al sur y este con Perú, al oeste con la cuenca Asia-Pacífico, y al noreste con la nación centroamericana.

La rúbrica del convenio que establece la nueva frontera marítima con Costa Rica fue el corolario de un largo proceso que empezó en 1985 y concluyó el año pasado con las mediciones en los espacios adyacentes a partir de las islas Galápagos, pertenecientes a Ecuador, y la costarricense Isla del Coco.

Según recuerda el ministerio ecuatoriano de Defensa, el 11 de abril pasado las comisiones de Ecuador y Costa Rica firmaron en Guayaquil la memoria técnica y la carta de límite marítimo, último paso antes de la ceremonia que tuvo lugar en Quito.

Pero previo a ese encuentro, el 5 de marzo de 2014, en las instalaciones del Instituto Oceanográfico ecuatoriano se realizó la primera Reunión Binacional Técnica del año, con el propósito de continuar con el proceso de definición del límite marítimo e identificar aspectos pendientes a ser resueltos previo a la conclusión del proceso.

La segunda se realizó 12 días después en la capital costarricense, donde se llegó a acuerdos sobre la ubicación del punto de base establecido en la Isla Darwin (del Coco) y se precisó el modelo geodésico para la definición del límite marítimo.

También se aprobaron modificaciones al proyecto de Convenio y se acordó sostener una nueva reunión técnica en Ecuador, del 7 al 11 de abril, con el fin de llevar a cabo los trabajos de verificación de las coordenadas a ser incorporadas en el convenio, la elaboración de la carta de límites y la memoria técnica respectiva.

Es en base a ese acuerdo entre las partes que se celebró, en la ciudad costera ecuatoriana de Salinas, la III Reunión Binacional Técnica de 2014, donde se redactaron los documentos definitivos del Convenio presentado a los cancilleres el 21 de abril en Quito.

Cumplidos todos los requisitos, y tras una espera de 29 años, se hizo el anuncio, calificado de histórico por ambos cancilleres, de que a partir de ahora Ecuador y Costa Rica comparten una frontera común.

La firma de este convenio es un valioso ejemplo de entendimiento entre nuestros países, aseveró Patiño, tras rubricar el documento junto a su par costarricense, y en presencia del vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, los ministros de Seguridad y Defensa, Fernando Cordero y María Fernanda Espinosa, respectivamente.

Patiño, quien agradeció al gobierno costarricense por la cooperación mostrada durante las negociaciones, vaticinó además un fortalecimiento de las relaciones entre las dos naciones a partir de esta delimitación fronteriza.

El jefe de la diplomacia del país suramericano resaltó también que con la firma del acuerdo con Costa Rica, Ecuador tendrá ahora delimitadas de manera clara todas sus fronteras, tanto terrestres cómo marítimas, en alusión a acuerdos previos alcanzados con Perú y Colombia en 2011 y 2012, respectivamente.

El canciller de Costa Rica también resaltó el espíritu de colaboración en que se desarrollaron las conversaciones, y señaló que el nuevo convenio simboliza el acercamiento que se ha dado entre Quito y San José en los últimos años.

El funcionario dijo que el nuevo tratado sienta las bases para una nueva era de la cooperación en temas marítimos de mutuo interés, y resaltó la iniciativa conjunta para la extensión de los límites externos de las plataformas continentales, más allá de las 200 millas náuticas.

En esa misma cuerda, el vicepresidente Glas y la ministra Espinosa coincidieron en resaltar la voluntad política demostrada por ambos gobiernos para llegar a un acuerdo mutuamente ventajoso.

Esta firma es un ejemplo de que el sur mira hacia el sur, y de que nosotros mismos somos capaces de resolver nuestros temas pendientes, expresó Glas. Espinosa destacó, por su parte, la trascendencia histórica del acto, y aseguró que demuestra una nueva forma de entender las relaciones en la región.

(Por Néstor Marín. En: http://portales.prensa-latina.cu/index.php?opc=mostrar_noticia&option=com_content&task=view&id=2611121)

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