Jimmy Morales, de la comedia a la política y viceversa en Guatemala

Jimmy Morales, candidato presidencial por el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), continúa sorprendiendo con su incursión en la política tras una reconocida carrera como humorista en Guatemala.

Con apenas 46 años de edad, el comediante, productor y director de cine, autoproclamado evangélico, considera oportuno adentrarse en ese mundo porque es "el único camino democrático para el desarrollo de las naciones" y quizás por eso comenzó a intentar llegar a un cargo de elección popular en 2011.
Pese al intento frustrado de ser alcalde entonces, y a los vaivenes de esta campaña por la Presidencia, el intérprete del personaje cómico Neto continúa asegurando que su aspiración más alta es que dentro de un siglo en las aulas escolares se enseñe que él fue "el mejor presidente de la historia guatemalteca".
Tamaño propósito contrasta con la presentación de un Plan de Gobierno calificado por analistas de insuficiente en cuanto a sus propuestas, desatención a temas medulares, y hasta cierto punto improvisado, con el cual procura convencer a un electorado cada vez más exigente.
Morales, nacido el 18 de marzo de 1969, es criticado por sus detractores por presuntamente pretender llegar a la cima con el respaldo de exmilitares y agentes conservadores vinculados a cuestionables intereses, tal como si Guatemala fuese apenas una comedia más por representar.
La ridiculización de lo indígena en sus presentaciones humorísticas en la televisión, sus alusiones a la supuesta validez de la represión contra ese y otros sectores populares, así como su resuelta oposición al aborto, al respeto a la diversidad sexual y a otros derechos humanos, igual suman votos en su contra.
Polémicos parlamentos pronunciados en largometrajes como Un Presidente de a sombrero (2007), en los cuales participó como actor y productor, ahora son esgrimidos también en detrimento del licenciado en Administración de Empresas, con estudios de maestría en Seguridad y Defensa.
Sin embargo, no se descarta el eventual apoyo ciudadano a quien sorprendió a muchas y muchos al lograr pasar al balotaje y ahora propugna descentralizar y desconcentrar el sistema de salud para ganar eficiencia en cuanto a las compras de medicamentos y productos de medicina alternativa.
Además, más que un novato que improvisa, en los últimos días sus presentaciones en público mostraron a un Morales centrado en su papel en pos de ser gobernante, que hasta intenta captar las simpatías de los migrantes y sus familias con promesas de contemplar a estos en un eventual proyecto de nación como no lo hicieron antes quienes llegaron al Gobierno.