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Guatemala persiste en la vía democrática de Gobierno

Guatemala persiste en la vía democrática de Gobierno

Guatemala, país que vivió más de tres décadas de conflicto armado interno y continúa sujeto a elevados niveles de violencia, persiste hoy en continuar el rumbo democrático trazado a partir de la Constitución de 1985.

Este 25 de octubre más de 7,5 millones de personas podrán acudir a las urnas para decidir quién será el próximo presidente que comandará los destinos de la nación de dos candidatos, los cuales aseguran revertirán la caótica situación guatemalteca, pese a las controversias que los rodean en lo personal y a sus planes de gobierno.
El balotaje en el territorio, situado en la zona más letal del mundo bajo supuestas condiciones de paz -el Triángulo Norte de Centroamérica-, tendrá lugar en un contexto marcado por la decepción ciudadana con la partidocracia tradicional y la esperanza de terminar con la corrupción distintiva de esta.
Esto es lo que, al menos en encuestas, parece favorecer al aspirante novel del derechista Frente de Convergencia Nacional-Nación, Jimmy Morales, comediante evangélico promovido por la Asociación de Militares Veteranos de Guatemala.
Un estudio de la consultora ProDatos, divulgado esta semana, refiere que el humorista aventaja por 35 puntos porcentuales a su contraparte de la Unidad Nacional de la Esperanza, la ex primera dama (2008-2012) Sandra Torres.
Más cualquiera de ellos que triunfe este domingo tendrá que lidiar con un país que adolece de una pobreza desmesurada, de un endeudamiento considerable, de violencia y de la ineficiencia del sistema de justicia.
De los más de 15 millones 470 mil habitantes de Guatemala, cerca del 53 por ciento vive en condiciones de pobreza y 17 por ciento en la pobreza extrema, aseguran informes de la Procuraduría de Derechos Humanos.
Esos elevados niveles de miseria, la pérdida de valores, y el narcotráfico, unido a otros factores, incidieron en que de enero a octubre de 2015 ocurrieran alrededor de cuatro mil 261 asesinatos.
Paradójicamente, ninguno de esos homicidios es vinculado por las autoridades a la crisis política que este año vivió el país, desatada a partir del escándalo de corrupción que obligó a dimitir al presidente Otto Pérez Molina el 3 de septiembre.
Tanto el exgobernante como su exvicetitular de Gobierno, Roxana Baldetti, permanecen en prisión preventiva sujetos a proceso judicial tras ser denunciados por liderar una red de defraudación aduanera identificada como La Línea.
De tal suerte, pese a que la guerra interna concluyó formalmente el 29 de diciembre de 1996, el panorama de estos comicios tiene mucho de similitud con el arrastrado desde entonces a la fecha.
Sin embargo, la reedición del ejercicio del sufragio pudiera implicar un paso adelante hacia la superación de las secuelas de ese conflicto y en favor de la institucionalización de los preceptos democráticos recogidos en la Carta Magna.

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