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Centroamérica y el desafío de la migración irregular, según la OIM

Centroamérica y el desafío de la migración irregular, según la OIM

El Triángulo Norte de Centroamérica es más mirado que nunca porque cada vez son más niñas, niños y adolescentes los que están participando del flujo migratorio y esto responde a las causas asociadas al incremento de ese fenómeno.

’Son muchos los factores que confluyen y en cada país es diferente. Sin embargo, la búsqueda de mejores condiciones económicas y de la reunificación familiar continúan siendo los que más inciden en esta región’, afirmó el jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones en El Salvador, Honduras y Guatemala (OIM), Jorge Peraza, en respuesta a Prensa Latina.

No obstante, acotó, también hay que considerar la violencia y el desplazamiento interno, pero el peso comparativo de un territorio a otro varía.

Peraza explicó que por esas razones las estrategias de apoyo de la OIM van dirigidas a respaldar los programas que los gobiernos establecen en los diferentes ámbitos, porque mucho del trabajo que hay que hacer en cuanto al retorno y reinserción de las personas migrantes es a nivel local.

A su juicio, Guatemala es uno de los países que debe fortalecer capacidades en ese orden, sobre todo en la capital, mas destacó que por ahora cuenta con dos proyectos con esos fines.

Uno de estos, destinado a lograr la reinserción de adultos, prevé ampliar en el Aeropuerto Internacional La Aurora el área de recepción, crear condiciones de asistencia humanitaria, a la salud y para ofrecer otros servicios; en tanto otro procuraría mejorar la atención a la niñez migrante no acompañada retornada, que tiende al aumento y proviene mayoritariamente de México, detalló.

’Los retos son tantos que en algún lugar hay que empezar. Yo sé que a veces las expectativas de ciertos proyectos son muy altas’, expresó y recordó la necesidad de aplicar estrategias diferencias para cada región.

Para el representante del organismo de las Naciones Unidas para la Migración, de lo que se trata es de ajustar políticas en los países de origen, de destino, y de tránsito, para frenar las migraciones irregulares.

’El tema migratorio hay que verlo regionalmente y quizás uno de los retos ahora, que la OIM forma parte del Sistema de Naciones Unidas, es darle esa relevancia a la multilateralidad del diálogo migratorio’, señaló.

Peraza admitió que si bien se está logrando la recepción de las niñas, niños y adolescentes migrantes retornados en Guatemala, otra cosa es la reinserción de estos por la enorme cantidad de desafíos en ese sentido.

’Guatemala es mucho más grande y acompañar a estos hasta sus lugares de origen requiere del Estado canalizar mayor cantidad de recursos, pero mientras podemos hacer más en el área de retorno y recepción’, subrayó.

Participantes en un panel organizado por la OIM en Guatemala el Día Internacional de la Persona Migrante coincidieron en que un desafío para el país es que las dinámicas migratorias pasan por situaciones álgidas.

El citado funcionario lo relacionó con ’los discursos bastante nocivos que tienden a estigmatizar a la población migrante, aunque es sabido que migrar es un derecho humano, acumula una data milenaria, y responde a múltiples factores’.

Sin embargo, agregó, los estados deben tratar de frenar factores desencadenantes como la falta de oportunidades y compartió su preocupación por cuanto ’llama la atención de las estadísticas de Guatemala que muchas niñas, niños y adolescentes, dicen que no migran por falta de recursos económicos sino porque los costos son muy altos o porque no quieren estudiar’.

Según la Encuesta de Hogares de Movilidad Humana, presentada durante la jornada por la OIM, en este país 75, 1 por ciento de la población infantil y adolescente interceptada en la ruta migratoria hacia el norte y retornada era masculina, con una edad promedio de 15 a 18 años.

Mientras que 24,9 por ciento eran niñas, pero la mayoría menores de 14 años de edad y con un promedio de años de escolaridad de 0,6 a 6,1.

Dato alarmante es que el 39 por ciento de la muestra analizada para el estudio -de 197 niñas y 594 niños (791 en total)- utilizó como vía para migrar los servicios de un coyote o traficante de personas; en tanto 57,4 por ciento viajó por su cuenta y 3,6 por ciento por otras vías, es decir, visas de turismo, de trabajo, los papeles de México y la residencia extranjera.

El estudio ratifico a Estados Unidos como principal punto de mira como destino de la niñez migrante no acompañada de Guatemala, para un 70,2 por ciento, seguido por México (29,6) y otros lugares (0,2).

Otras investigaciones dieron cuenta de que de enero a noviembre de 2016 fueron retornadas 86 mil 611 niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados de Guatemala, lo cual representó 12,5 puntos porcentuales de disminución con relación a los 99 mil 272 regresados en 2015.

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