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Nuevo año maya llega a Guatemala marcado por la discriminación

Los pueblos indígenas mayas de Guatemala celebraron el 20 de febrero la llegada de un año nuevo, según su calendario solar ancestral, en medio de la exacerbación de las muestras de rechazo a su forma peculiar de impartir justicia.


Este día job'iq, sinónimo de universo, naturaleza, altares, aire, hálito de vida y también del soplo sagrado que da fuerza y nos llena de vida, muchas comunidades de estas naciones alistan condiciones para salir mañana a protestar por el reconocimiento legal a sus derechos en el ámbito de los debates en el Congreso respecto a las reformas constitucionales al sector justicia.

El Ab' o año nuevo maya es símbolo de la conmemoración de la terminación del mundo, de hecho lo necesario para todos los seres vivientes y completado el cielo; es el día del corazón del cielo, del corazón de la tierra, según la filosofía maya.

En esta ocasión regirá el ciclo que abre el signo IQ', aliento místico espiritual, principio vital, inspiración, ideas y acciones y esencia de la existencia de todo ser vivo.

Hace cinco días la Comisión para la Definición de los Lugares Sagrados y la Secretaría de la Paz (Sepaz) realizaron una ceremonia en el Parque Kaminaljuyú, en esta capital, para dar la bienvenida al nuevo año Iq'.

De de acuerdo con las predicciones comentadas en ese acto, en este pudieran evidenciarse sobre todo dos energías, que pueden ser fuertes tormentas o sequías aisladas.

Pero también la esperanza es que este ciclo Iq' traiga consigo el despertar de la población; el aclaramiento en la mente de políticos, de los diputados y del presidente de la república; además del fin de la violencia, para lograr la paz ansiada.

Ello es particularmente importante en estos momentos históricos en Guatemala, en los cuales están en juego las reformas constitucionales que pudieran redundar en el reconocimiento del pluralismo jurídico y a las autoridades indígenas ancestrales como sujetos de derecho cualificadas de impartir justicia.

El proyecto continúa entrampado en el parlamento unicameral, por el rechazo de decenas de legisladores, empresarios y otros sectores, que actúan marcados por el racismo, la discriminación y a veces por la desinformación en torno a lo que significa la justicia originaria en un país donde conviven 23 naciones ancestrales, a juicio de consultores políticos.

Mas, el 22 de febrero será retomado el debate sobre el tema en el Congreso, pero previo a ello pobladores de los 78 cantones indígenas mayas de Totonicapán, de 83 comunidades de Sololá, y de Quetzaltenango, realizarán protestas pacíficas para demostrar su disposición a luchar por la legitimación de sus derechos.

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