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Fredy Menéndez Arévalo y el sueño de los vecinos del Madre Vieja

Fredy Menéndez Arévalo y el sueño de los vecinos del Madre Vieja

Para Fredy Menéndez Arévalo, uno de los coordinadores de la Asociación Cuencas Ríos Madre Vieja y Coyolate, la mayor aspiración es que el cauce de ese río vuelva al cien por ciento y que los pozos artesanales para el consumo familiar de las viviendas y parcelas campesinas, vuelvan a estar rebosantes de agua.

A pesar de la acción liberadora realizada en febrero de 2016, el caudal del Madre Vieja continúa muy bajo respecto a épocas anteriores y las mayores afectaciones recaen sobre la población del municipio Nueva Concepción, en el departamento sureño de Escuintla.
“Los problemas continúan y eso nos sigue afectando. La mayoría de las personas de por aquí viven de la agricultura, siembran distintos cultivos como papaya, plátano, maíz y ajonjolí, y otros se dedican a la cría de ganado vacuno”, afirmó.
Y explicó que si bien en las Mesas Técnicas instauradas por el gobierno ante las protestas sociales, empresarios y finqueros siempre decían que estaban dejando que el agua llegara al mar, eso era en una mínima cantidad. “Imagínese, de 12 a 13 metros cúbicos por segundo, apenas nos dejan pasar 2 metros cúbicos de un agua caliente en la cual ninguna especie acuática puede sobrevivir”, argumentó.
Según el entrevistado, “el problema real aquí es que todos necesitamos el agua, porque tenemos pozos artesanales que usamos para regar nuestros cultivos, pero en verdad cuando el río no lleva agua no tenemos nada en nuestros pozos”.
A juicio de Menéndez Arévalo, en ello radica la gran inconformidad de las personas que habitan en la región, donde “entró la caña de azúcar y destruyó los bosques que había y ahora están tirando veneno, unos químicos muy peligrosos, y nos han contaminado el agua, el aire”.
“Nos hemos dado cuenta que muchos árboles antes daban muchas frutas y ahora ya no dan, se están secando por pedazos, rama por rama”, lamentó y culpó de esa situación a quienes recurren al empleo de madurativos artificiales para acelerar la producción de azúcar de la caña, por ejemplo.
“Sabemos que es una injusticia lo que esta gente hace, sólo piensan en sus bolsillos, no piensan en nosotros”, añadió, a propósito del accionar de los sectores dedicados a fomentar ese y otros monocultivos con fines comerciales en la zona.
“Tengo 42 años y desde que nací, en el hospital de Tiquisate, aquí he vivido. Y de verdad, tengo mucho amor a esta tierra linda que me ha visto crecer, por eso estamos decididos a luchar, siempre con la ley en la mano”, aseveró el representante comunitario.
De acuerdo con Menéndez Arévalo, “la Asociación Cuencas Ríos Madre Vieja y Coyolate surgió por la misma injusticia que existe hace muchos años acá, en esta parte de Guatemala”.
Relató que todo comenzó cuando un grupo de comunitarios se reunieron y comenzaron a platicar acerca de lo que estaba pasando con el río. “Recordamos que cuando éramos pequeños nos íbamos a bañar en él, a pescar, y que sus aguas eran suficientes. Sin embargo, hasta ese momento ya era un desierto. Pero un domingo un grupo como de 120 personas fuimos y decidimos empezar a desbordarlo, a botar todas las represas que tenían los señores del grupo HAME”, detalló.
Después de eso, agregó, “decidimos que era importante crear una asociación comunitaria, porque sabíamos que ese trabajo no podía quedar así, sabíamos que teníamos que continuarlo, que actuar con la ley y continuarlo”.
Puntualizó, además, que en estos momentos la asociación está integrada por representantes de varias comunidades personas y que cuenta con el apoyo de cientos de vecinos radicados en la zona, de las cuales las mujeres constituyen el 20 por ciento.
“Sólo esperamos ser escuchados, que el Gobierno cumpla con su deber, los ministerios, para que un día logremos tener los ríos al cien por ciento y que ya no se contamine más el ambiente. Sabemos que eso nos está matando lentamente”, manifestó.
Asimismo, puso en entre dicho el discurso de los empresarios, acerca de su supuesta intención de propiciar el desarrollo con la agroindustria.
“Eso es una mentira. Eso lo utilizan ellos para hacer publicidad. Viéndolo en la realidad, eso es una mentira, porque a mucha gente apenas le alcanza para comer con lo que ellos les pagan y los explotan al máximo, los sueldos son mínimos”, opinó.

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