Oxigenan la institucionalidad regional en Centroamérica
El afán de fortalecer la institucionalidad del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) sigue a la orden del día y las recientes propuestas de reformas al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) así lo validan.
En la cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada el 20 de febrero en El Salvador, los representantes de los países miembros del foro regional pusieron sobre la mesa las posibles soluciones a la polémica alrededor de esa instancia.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua; Álvaro Colom, de Guatemala; Elías Antonio Saca, de El Salvador y funcionarios de alto nivel en lugar de sus pares Manuel Zelaya (Honduras), Óscar Arias (Costa Rica) y Martín Torrijos (Panamá), cobraron el mérito.
Estos, junto al primer ministro de Belice, Dean Barrow, y un representante del mandatario dominicano, Leonel Fernández, aprobaron por unanimidad el Protocolo de Reformas al Convenio Constitutivo del PARLACEN.
El documento, que deberán ratificar los Congresos nacionales, persigue convertir en vinculantes las resoluciones emitidas por el órgano con sede en Guatemala y avalar la inclusión en el ente de menos de 20 diputados beliceños.
Las reformas propuestas apuntan además a rescatar la potestad del PARLACEN para juramentar a funcionarios de organismos regionales como el SICA y decidir el retiro de la inmunidad a diputados requeridos por la justicia.
Constantes críticas a la institución consagrada a la integración son su elevado costo para el área, su ineficacia y el haberse convertido en una suerte de refugio de políticos cuestionados o acusados de corrupción en sus territorios.
Diversos sectores coinciden en que los escaños del PARLACEN suelen ser utilizados por los gobiernos de la región para favorecer con una continuidad política, revestida de inmunidad, a algunos de sus funcionarios cuando cesan en sus responsabilidades locales.
Estos y otros cuestionamientos fueron esgrimidos en el pasado por Costa Rica para no participar en el ente legislativo, recuerdan historiadores.
La intención de borrar la mala imagen arrastrada redundó a su vez en la decisión de dotar a la instancia de mayor respeto e influencia ante los gobiernos de las naciones integrantes del bloque zonal, surgido a partir de la suscripción del Protocolo de Tegucigalpa, en 1991.
Los reunidos no alteraron el número de representantes al PARLACEN, 20 hasta el momento, ni el período de la gestión de estos.
Respecto a la Corte Centroamericana de Justicia- otro mecanismos en tela de juicio por inoperante dentro del proceso de integración centroamericano y en el que menos países participan-, los asistentes al encuentro fueron informados sobre su funcionamiento.
En correspondencia, determinaron profundizar en la revisión de reformas para su fortalecimiento y estructurar una hoja de ruta destinada a buscar medios para reducir las disparidades sociales y enfrentar problemas como la pobreza y la inseguridad.
La ocasión fue aprovechada por Guatemala para hacer efectiva su entrada en la CCJ, lo cual recibió el aplauso de los mandatarios y funcionarios presentes en el cónclave.
Para Saca, presidente pro tempore del SICA, el proceso de integración de la región avanza sustancialmente y la firma del protocolo de reformas al convenio constitutivo del PARLACEN es un gran paso en ese sentido.
Temas pendientes, abordados en la trigésimo primera cumbre realizada en Guatemala el 12 de diciembre de 2007, son la inconclusa unión aduanera regional y la elaboración de un marco consensuado para negociar un acuerdo con la Unión Europea.
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