El suicidio de un cubano en España y el extravío de los contrarrevolucionarios allí
(Miguel Fernández. Tomado de La Isla Infinita,6 de abril de 2012)
El reciente suicidio de uno de los contrarrevolucionarios cubanos que optaron ir a vivir a España es sinónimo de la situación de desespero en que se encuentran, al ver desvanecerse la ilusión de que el gobierno ibérico los mantuviera económicamente, tal y como hizo Estados Unidos mientras desplegaban sus acciones mercenarias dentro de Cuba.
Albert Santiago Du Bouchet Hernández es la nueva víctima. Aún no se conocen las verdaderas causas que lo impulsaron a quitarse la vida en La Palma , Islas Canarias, lugar donde vivía después de ser excarcelado en la isla, donde cumplía una condena por sus actividades desestabilizadoras, financiadas y dirigidas desde Washington.
Du Bouchet es un botón de muestra del incierto futuro elegido por ese minúsculo grupo de cubanos que malviven en España, después que utilizaron las supuestas tareas de “defensa de los derechos humanos” en Cuba, como trampolín para emigrar hacia sociedades capitalistas.
En España, estos “patriotas” cubanos esperaban ser recibidos como héroes y reclamaron como legítimo se les mantuviera económicamente, con casa, dinero y comida a costa de las arcas del estado español. La realidad fue otra. Y por ahí andan escandalizando, agrediendo, maldiciendo y culpando a Cuba de sus desgracias.Para ellos ya pasó el tiempo del dinero fácil que enviaba mensualmente la USAID para que garantizaran el descrédito inventado de su propia Patria.
Para colmo de males, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España está estudiando recortar las ayudas que venían recibiendo los contrarrevolucionarios cubanos y sus familiares acogidos debido a los ajustes presupuestarios en este departamento.
En Cuba, estos sujetos aprendieron que había una manera de ganar dinero fácil, vendiéndole al alma al Diablo –o mejor y más claro- al enemigo número de su propio pueblo. Estados Unidos los mantuvo y los financió a sabiendas que ninguno de ellos tenía convicciones políticas en lo que hacía.
Ahora, como diría mi viejo amigo Juan, “la caña se les puso a tres trozos” y creo que empezaron a aprender la lección que dice: “en el capitalismo, el que no trabaja,…se muere de hambre”. Y ganas de trabajar, parece que ellos no tienen muchas.
ANTECEDENTES DIGNOS DE REPASO
(noticias de agencias de prensa internacionales sobre el choque con la realidad de los cubanos "disidentes" en España)
Ex reclusos cubanos conocerán el capitalismo: España les corta las ayudas
(EFE, Madrid, 05/04/2012) El Gobierno pone fin al apoyo económico a los disidentes cubanos y sus familiares acogidos en España entre julio de 2010 y abril del pasado año porque el programa pactado y ya prorrogado seis meses ha concluido, informan fuentes de este departamento, que rechazan cualquier vinculación con los recortes. El colectivo, entre disidentes y familiares, está ahora en torno a 500 personas.
Las fuentes consultadas subrayan que el acuerdo impulsado por el entonces ministro Miguel Ángel Moratinos y firmado por cada ex preso tenía un plazo fijado y un límite de 18 meses que ya ha sido cubierto en la mayoría de los casos. Por eso, niegan que su coincidencia con este momento de recortes tenga relación alguna.
Entre julio de 2010 y abril de 2011 llegaron a España un total de 115 ex carcelados cubanos y 647 familiares. El plan de ayuda que estipuló el anterior Ejecutivo fue por un año, con opción a una prórroga de seis meses, que finalmente se ejecutó. Exteriores no se plantea una nueva ampliación del plan, por lo que los ex presos formarán parte del colectivo de inmigrantes.
Las prestaciones incluían hasta 700 euros para alquiler una vivienda, una partida para manutención de unos 180 euros por persona, abono transporte y cobertura médica, informa Efe.
El ministerio que dirige José Manuel García-Margallo está dispuesto a colaborar para encontrar una solución con el de Empleo, del que dependen los asuntos de inmigración, con el fin de que los excarcelados “no se queden desamparados”. Según las fuentes consultadas, el apoyo de Exteriores se centrará en cuestiones burocráticas y técnicas y no económicas.
El colectivo asegura que la mayoría se encuentran aún sin trabajo debido a la crisis económica y a que no han podido homologar sus títulos profesionales. Por ello, demandan al Gobierno que les siga prorrogando la ayuda hasta que consigan un empleo.
‘Lo único que pido es trabajo’
Omar Rodríguez Saludes, uno de los excarcelados al que se le acabaron las ayudas el pasado enero, ha subrayado la preocupación por la que queda este colectivo. “Es un momento de incertidumbre”, ha confesado a Efe Rodríguez, residente en Gijón (Asturias).
Julio César Gálvez, otro de los acogidos en la primera tanda que llegó en julio de 2010, ha denunciado la misma situación: “No tengo un céntimo en los bolsillos”.
“Lo único que pido es trabajo y así, en vez de recibir, podré ayudar. No se trata de que me den un pescado para comer, sino de que me enseñen a pescar”, ha comparado Gálvez.
Regis Iglesias, integrante también del llamado “Grupo de los 75″ que fue condenado en Cuba en la primavera de 2003, ha visto también terminada su prestación: “La ONG que me atiende me ha dicho que se han acabado las ayudas y que no hay dinero para renovarla”. Iglesias ha manifestado que “más que caridad”, lo que busca es poder insertarse en la sociedad española con un empleo.
“Estamos muy agradecidos a España, y la ayuda tenía que terminar algún día, pero en el actual momento nos deja en un situación de desventaja total”, ha comentado Iglesias, quien tiene a cuatro familiares a su cargo.
Sólo 5 de los 606 exreclusos y familiares cubanos llegados a España en 2010 trabajan
Reporta Europa Press que el Gobierno español ha decidido prorrogar las ayudas económicas que dirige a los expresos cubanos acogidos junto a sus familias en ese país desde el verano de 2010, según le han confirmado fuentes de las ONG que les prestan asistencia.
Se trata de un total de 606 personas, entre ex presos y familiares, repartidos por la geografía española y que seguirán contando con apoyo económico para pagar el alquiler de su vivienda y alimentarse.
Muchos de ellos cumplieron en enero los 18 meses de subvención que el anterior Gobierno socialista había autorizado. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social, del que dependen las ayudas, ha comunicado a las ONG que “sigan abonando” las ayudas independientemente de que los beneficiados hayan agotado esos 18 meses, ha informado el responsable de Inmigración de Cruz Roja, José Javier Sánchez.
El Ministerio de Empleo no ha determinado por cuánto tiempo más prorrogará las subvenciones ya que el fin del plazo de 18 meses autorizado por el anterior Ejecutivo ha coincidido con el cambio de Gobierno y los nombramientos de nuevos responsables en los respectivos Ministerios.
Las tres ONG que atienden a los cubanos –Cruz Roja, CEAR y ACCEM– esperan por tanto que próximamente el departamento que dirige Fátima Báñez les concrete por cuánto tiempo prorrogará las ayudas una vez estudiado el dossier.
De España a EE. UU.
Aunque los cubanos acogidos en un primer momento por España tras las excarcelaciones del alcanzaron la cifra de 754, muchos de ellos optaron por trasladarse a otro país, en su mayoría a EE. UU.
La alta tasa de paro y la actual situación económica en España ha limitado sus oportunidades de encontrar un empleo. Entre Cruz Roja y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) contabilizan tan sólo cinco casos en los que estas personas han conseguido un empleo, aunque fuera de forma temporal.
La obtención de un empleo supone la salida del programa de ayuda o la reducción de la asignación recibida en caso de que el salario del trabajador no cubra sus necesidades mínimas.
1.390 euros mensuales por familia
Como regla general, la ayuda mínima que percibe cada una de estas familias gira en torno a los 1.390 euros al mes, si bien esta cantidad varía en función del número de miembros que compongan cada unidad de convivencia o de otros factores, como la existencia de menores o personas de edad avanzada a cargo de la familia.
Para afrontar el pago del alquiler de la vivienda, cada familia recibe una ayuda económica mensual que oscila entre los 540 y los 740 euros. Como complemento, y dependiendo de las personas que tengan a su cargo los cabezas de familia, cada grupo familiar recibe en torno a unos 850 euros con los que sufragan los gastos de comida y otros.
Además, las ONG les entregan otra ayuda para la escolarización de los niños y la compra de libros de texto y alrededor de 300 euros al año para la compra de ropa, a lo que se añade la cobertura de determinados cursos de formación como apoyo a su búsqueda de empleo.
La recepción de las ayudas está condicionada a que el beneficiario cumpla una serie de requisitos, como que demuestre que está buscando un empleo, que participe en los cursos de formación ofrecidos y que respete unas normas de conducta.
Entre otras reglas, los beneficiarios de las ayudas han de justificar que la ayuda recibida se emplea en los fines perseguidos y están obligados a ofrecer a la ONG toda aquella información que esta requiera.
Varias de estas personas han protagonizado protestas, han sido acusadas de mal comportamiento y han acusado a las autoridades españolas de no atenderlas adecuadamente.
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