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Semana Santa a golpe de almíbar y sorpresas culinarias en Nicaragua

Semana Santa a golpe de almíbar y sorpresas culinarias en Nicaragua

Jocotes o ciruelas, mangos, papaya, grosellas, tamarindo, coco y otras frutas constituyen la base de uno de los platos que mayor dulzor imprimen a la Semana Santa en Nicaragua: El Almíbar.

Este dulce familiar, al cual suelen añadirse canela, clavo de olor y azúcar suficiente, deviene para muchos la sazón de estos días de asueto con motivo de la tradicional celebración católica.

Entendidos relacionan la costumbre de elaborar El Almíbar con la prohibición de consumir carne roja en la Semana Mayor, algo que es tan añejo como la cristiandad y que llevó a más de un pueblo a procurar otras alternativas de alimentación para la fecha.

En el caso de los nicaragüenses esta es la época de deleitarse también con otros platillos que forman parte del patrimonio gastronómico de la nación, entre los cuales destacan los elaborados sobre la base del pescado y otros animales de carne blanca, así como el tamal y las sopas de queso.

Esta última es bien fácil de preparar si cuentas con un litro de leche, media libra de queso, una barra de mantequilla, algo más de kilogramo y medio de masa de maíz, media docena de huevos, una libra de crema, dos chiltomas o pimientos, dos cebollas, tres tomates, hierba buena y achiote.

El detalle está en el añadido final: unas tortas circulares y delgadas, moldeadas a partir de una amalgama de maíz cocido, huevos, queso rallado y achiote, que son introducidas en la cazuela con el caldo luego de ser fritas en aceite hasta dorarse.

Pero quizás la mayor sorpresa culinaria típica de esta temporada es la iguana en pinol o el pinol de iguana, receta que resulta novedosa y hasta un tanto chocante para quienes visitan por primera vez este país y desconocen los intríngulis de la comida nicaragüense.

Como sugiere su nombre, el pinol de iguana o iguana en pinol tiene como ingredientes fundamentales el maíz blanco seco y una variedad específica de este reptil -que no es lo mismo que el garrobo- con huevos.

Pasos fundamentales en su preparación son tostar a medias el maíz, molerlo grueso, y lavarlo para eliminar impurezas, más allá de lo cual hay que abrir la iguana negra, despojarla de sus vísceras, colocarle de nuevo los huevos en el interior, zurcir la herida y asarla a fuego lento.

El toque especial a este plato lo da el raspado de la piel del animal y el jugo de naranja agria con que debe lavarse unas dos veces antes de servirse a la mesa junto con la mezcla de pinol o maíz cocido.

Nicaragua posee gran arraigo católico y la proclividad a fiestar puede percibirse por doquier, en medio de comidas típicas como esas, que acompañan a quienes aprovechan para comulgar con su fe desde el Domingo de Ramos.

Cuenta la leyenda que a partir de ese día Jesús transmitió su mensaje liberador a los pueblos por los cuales pasó hasta el Miércoles Santos, cuando el Sanedrín o tribunal religioso judío lo condendó a morir en la cruz debido a la traición de Judas, episodio que convirtió a los miércoles en días de ayuno para los cristianos aunque esa práctica luego se redujo a evitar el consumo de carnes rojas los viernes.

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