Nicaragua reluce como anfitriona y pacifista esta semana
Nicaragua acaparó la atención esta semana que concluye hoy debió a la visita de importantes personalidades y al protagonismo en los debates tendientes a alentar la paz, integración, y respeto a la diversidad cultural y medioambiental.
La aspiración de convertir al Golfo de Fonseca en área de tranquilidad y progreso reunió el 8 de mayo en esta capital a los presidentes Porfirio Lobo (Honduras), Mauricio Funes (El Salvador) y al anfitrión, Daniel Ortega.
Propósito común, expresado al término de la cita en la Casa de los Pueblos, es acelerar proyectos para evitar conflictos en esa zona compartida por las tres naciones y agilizar la ejecución de programas sociales, productivos y medioambientales a favor de sus pobladores.
Con esos planes los tres mandatarios infringirán un valioso impulso a la integración centroamericana -retardada, entre otros factores, por la inestabilidad en ese espacio- y a la restitución de derechos de hondureños, nicaragüenses y salvadoreños asentados cerca de esa gran reserva de agua.
Otro paso dado esta semana a favor de la unidad de acciones en la región también tuvo como escenario a Managua, sede del 7 al 10 de mayo de la vigésimo primera reunión de directores y oficiales enlaces de inteligencia y operaciones de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas.
Los participantes en el encuentro convinieron en la necesidad de unir acciones y destacaron el enfrentamiento en estos países de una forma más directa al narcotráfico y a todas las actividades vinculadas a este.
Militares de Guatemala, El Salvador, Honduras, y República Dominicana, asistieron al cónclave del mecanismo creado en 1997 y al frente del cual está de manera pro témpore el Ejército de Nicaragua.
Más allá de su protagonismo en esta zona geográfica este país alcanzó primeras planas en los últimos siete días debido a la visita del canciller de Palestina, Riad Malki.
Durante su estancia en Managua, a donde llegó el martes como parte de una gira por el área, el ministro agradeció el respaldo del gobierno sandinista a la lucha de su nación contra las agresiones israelíes y por el reconocimiento de esta como miembro pleno de la Organización de Naciones Unidas.
Autoridades nicaragüenses ratificaron la voluntad de seguir contribuyendo con la causa de ese pueblo y por la liberación de sus presos políticos, así como de ampliar la colaboración bilateral en varios órdenes.
Casi al unísono llegó la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, quien prometió continuar respaldando a Nicaragua en la protección de su patrimonio cultural y biodiversidad.
Previo a su partida de este país, donde recorrió miércoles y jueves importantes reservas naturales, sitios históricos y comunidades originarias, la funcionaria dialogó con Ortega y prometió apoyar los esfuerzos de su gobierno para bien de su pueblo y de la humanidad.
Cuestión esencial abordada por el mandatario en el encuentro con la visitante fue la situación en la norteña Reserva de Biosfera Bosawás, la más grande de Centroamérica, en riesgo de desaparecer por obra de personas sin escrúpulos o empeñadas en expandir cultivos para sacudirse la pobreza.
Ortega ratificó la concordancia de la política de su gobierno con los intereses de la Unesco, al tiempo que descartó la supuesta irreversibilidad de los daños en esa área y expresó confianza en que la estrategia interinstitucional desplegada redunde en buenos resultados allí.
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