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Proporciona agricultura urbana empleos y productos frescos en Cuba

Proporciona agricultura urbana empleos y productos frescos en Cuba

La agricultura urbana y suburbana en Cuba ha generado en la última década una producción de alimentos que pueden ser adquiridos fácilmente por consumidores de las ciudades o en poblados, debido a la cercanía del lugar de cosecha, a la vez que generan miles de empleos a personas que se incorporan a la actividad agropecuaria, afirmó Nelson Companioni, secretario ejecutivo del Grupo Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana.

En declaraciones a medios de prensa, señaló que la agricultura suburbana fue iniciada en el año 2009, pronostica finalizar su quinto año con 143 mil fincas, modalidades que hoy se potencian y están ubicadas en un área de 10 kilómetros a la redonda de las capitales provinciales.

Puntualizó que de ellas hay no menos de 98 mil que están bien definidas y repartidas, fundamentalmente a partir de la entrega de tierras estatales en usufructo gratuito sin límites de tiempo y con la posibilidad de ser heredado ese derecho por esposa, hijos u otros familiares que la trabajen. De ese número 57 mil ya están produciendo, por lo que generan miles de puestos de trabajo.

El funcionario señaló que este programa de agricultura urbana y suburbana se fortalece como fuente de empleo, pues cientos de miles de personas encuentran en esta posibilidad su sustento y el de la familia, a la par de asegurar alimentos a hogares y centros de educación y salud.

Asimismo recordó que esta experiencia, nacida a fines de la década del 80 del pasado siglo con el desarrollo de organopónicos en las ciudades y poblados aprovechando espacios vacíos, se consolidó luego en un movimiento nacional de agricultura urbana y suburbana. En este último caso con mayores objetivos económicos y un nivel de producción más amplio, en el que se incluyó la pecuaria.

Apuntó que esta modalidad se desarrolló sobre una base popular y con empleo de los recursos que están a mano en las propias localidades, terrenos abandonados y hasta basureros que se convirtieron en organopónicos, huertos, áreas semiprotegidas y patios familiares productivos, que se vieron entonces cultivados, limpios de equipos rotos y desechados por haber sido sustituidos por otros más modernos y útiles.

Lo que empezó con el propósito de cultivar vegetales, hortalizas y condimentos se extendió hasta abarcar 30 subprogramas, entre ellos: frutales, plátanos, forestales, café y cacao, flores, plantas medicinales, apicultura, semillas, capacitación, avícola y acuicultura, señalan datos disponibles a medios de prensa.

Companioni mencionó que existen ocho mil 232 hectáreas en las que se cosechan algo más de un millón 52 mil toneladas de vegetales, hortalizas y condimentos, renglones insignias del programa.

El objetivo, subrayó, es llegar a las 10 mil hectáreas y alcanzar un millón 200 mil toneladas de esos alimentos, a fin de que cada habitante del país consuma como mínimo 300 gramos diarios, cifra promedio establecida en el mundo como la requerida para el mejor desarrollo humano.

Estas experiencias sobre agricultura urbana y suburbana los especialistas cubanos las comparten con varios países, para impulsar la también conocida como agricultura familiar o sostenible a pequeña escala, entre ellos Venezuela, Uruguay, México y naciones de las Antillas Menores, en tanto se diseña un programa para Haití.

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