Despojo de tierras, terror e impunidad, mazazos sobre los garífunas en Honduras
Delegados garífunas confirmaron ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Costa Rica, los efectos de la expansión del capital y la impunidad que obra en detrimento de esas comunidades autóctonas en Honduras.
Más allá de la pobreza que por décadas arrastra esa nación afrodescendiente, sus representantes dieron cuenta en el 103 Período de Sesiones del órgano de justicia de la Organización de Estados Americanos de reiteradas violaciones a sus derechos desde los años 90 y del despojo de sus tierras.
De acuerdo con los miembros de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), los más perjudicados por esa situación son los pobladores de la comunidad Triunfo de la Cruz, en el departamento caribeño de Atlántida.
Las violaciones al ejercicio del derecho de la propiedad comunitaria y otros que enfrenta ese núcleo humano fueron detalladas por una presunta víctima y un testigo durante la audiencia pública efectuada la víspera en San José, a la cual asistieron 70 afiliados a esa agrupación civil, refirió el sitio web local www.elpais.cr
Estos coincidieron en que de las dos mil 800 hectáreas que poseía la comunidad, sólo les dejaron 240, entre otras razones por la ampliación del casco urbano de la ciudad de Tela, y la construcción de hoteles y campos de golf en ese un polo turístico del norte de Honduras.
Amenazas, asesinatos y otras coacciones se ciernen sobre los garífunas en el área, donde la intranquilidad es general por la impunidad que gozan los invasores, según la joven Eugenia Flores, para quien es obvio que de continuar ese estado de hecho su pueblo perderá su cultura, sus casas y su cosmovisión.
Ese clima de hostigamiento que sufren, el rechazo de los abogados a representarlos por temor a represalias, la desaparición de expedientes y la persecución de sus dirigentes, fueron corroborados con otras pruebas ante la CIDH.
El desplazamiento forzado por la usurpación de tierras de cultivo y hasta de los sitios religiosos llevó a muchas familias a migrar, pero sobre todo a jóvenes, acorde con lo relatado por el dirigente garífuna Ángel Castro.
Esas personas "se van a Estados Unidos o a Panamá y cuando vuelven ya han perdido su cultura, no hablan nuestra lengua y no se integran a la comunidad porque son más individualistas", ejemplificó el hombre de 72 años de edad.
Los demandantes abogaron por justicia ante la denegación de su derecho a la participación en asuntos que le conciernen y a las garantías y protección judiciales.
Durante la sesión expresaron sus opiniones con respecto al caso un perito de la CIDH y un declarante a título informativo aportado por el Estado de Honduras.
La vista oral pocas dudas dejó en los asistentes del impacto real del proyecto tendente a crear en esa zona una Ciudad Estado o Modelo, autónoma, desligada de las leyes y la Constitución, concuerdan medios de prensa.
So pretexto de contribuir al desarrollo económico y acabar con la miseria en el área, con la colaboración de capitales extranjeros, el Estado de Honduras vendió de forma ilegal parte de Triunfo de la Cruz a los promotores de esas iniciativas.
Las quejas ante tribunales municipales por esas ventas fraudulentas terminaron en declaratorias de culpabilidad que la segunda instancia revocó, incluso en casación, consta en el expediente de la CIDH.
Ese documento legal refleja que los garífunas carecen de un título de propiedad sobre todo su territorio ancestral, idóneo y culturalmente adecuado, pese a la ocupación histórica y el uso consuetudinario de esas tierras.
Honduras es reconocido como un Estado fallido inducido, por lo que acontece en su costa norte, donde terratenientes asociados al narcotráfico hacen malabares con el Estado de derecho, y por la espiral de violencia que mantiene a la nación en el terror y obra como estrategia de sometimiento, asegura un comunicado de Ofraneh.
Mientras, los garífunas y pueblos indígenas corren el riesgo de desaparecer como culturas diferenciadas, ante el desconocimiento de nuestros territorios y el irrespeto sistemático de la Consulta-Consentimiento, Previa, Libre e Informada, subraya el texto.
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