Reaccionan a intervención del Gobierno en puertos de Costa Rica
Varios segmentos sociales reaccionaron ante la determinación del Gobierno de Costa Rica de ordenar a la policía intervenir para controlar la situación en la zona portuaria de Limón, paralizada por una huelga de trabajadores.
Los miembros del Sindicato de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Sintrajap) condenaron la decisión de la administración de Luis Guillermo Solís, mientras diputados sugirieron a ambas partes dialogar.
Hacemos un llamado urgente para que se establezca una mesa de diálogo sobre el conflicto que se ha iniciado en Limón contra el monopolio a APM Terminals, afirmó el jefe de la bancada legislativa del Frente Amplio, Gerardo Vargas.
Para el congresista esta sería una manera de evitar que se inicien mayores conflictos, luego que los sindicalistas paralizaran este miércoles las operaciones del Puerto de Moín, en oposición al contrato entre el Estado y la transnacional holandesa APM Terminals.
Los integrantes de Sintrajap consideran que el artículo 9.1 del convenio firmado por el gobierno de Oscar Arias (2006-2010) daría a esa compañía el monopolio sobre los contenedores que llegan al área y ello acabaría con la Junta de Administración Portuaria y Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Diputados y gremialistas concuerdan en que existen dudas razonables sobre la afectación que tendría Japdeva al cederle el 60 por ciento de la operación portuaria a APM Terminals, lo cual pudiera conllevar a la reducción de los empleados en los puertos administrados por la institución.
Otra cuestión en el candelero son las posibles afectaciones al medio ambiente como resultado de la ejecución de las obras constructivas en esa zona del norte de Costa Rica, refiere el diario digital El País.
"Esperamos del Gobierno la transparencia que no vimos en la administraciones anteriores que gestaron este contrato. Se trata del futuro de un bien estratégico y no queremos que el país se vea nuevamente ante un convenio de burro amarrado contra tigre suelto", señaló Vargas.
La víspera, al anochecer, unos 150 oficiales de la Fuerza Pública irrumpieron en los puertos de Moín y Limón, donde las labores fueron suspendidas por los trabajadores desde la mañana, por tiempo indefinido.
Con antelación el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, declaró que su administración haría lo posible por evitar la paralización en el lugar, por cuanto Limón es más que un puerto, está constituido por mucho más que un sindicato y la huelga puede afectar la vida nacional.
"El país necesita trabajo, tranquilidad y empleo. Generaremos las inversiones que permitan a Limón, una zona con enorme potencial, salir adelante después de muchas décadas de exclusión, pobreza y violencia", señaló el mandatario.
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