Cuestionan en Costa Rica mutiz en torno a III Cumbre de la Celac
Casi una semana antes de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) continúa el mutiz en torno a la celebración de ese foro regional, afirman en Costa Rica. Según el presidente de la Asociación por la Unidad de Nuestra América (Auna), Rafael Cuevas, en ese país prácticamente nadie menciona el acontecimiento -que reunirá a delegados de 33 estados del área- y causa más revuelo en la prensa televisiva el eventual cierre de avenidas por la cita que los temas por debatir.
En un artículo publicado en el portal digital Con Nuestra América, el reconocido historiador y escritor de origen guatemalteco define que "la Celac es una de las expresiones más representativas de los cambios que han tenido lugar en América Latina en los últimos 15 años."
Contrario a lo que ocurre en la Organización de Estados Americanos (OEA), señala, en la Celac participan exclusivamente latinoamericanos y caribeños -sin la tutela de Estados Unidos- y pese a la diversidad de posiciones ideológicas esta constituye un espacio autónomo como no existió antes.
A su juicio, debido a eso el ese bloque regional es visto con recelo por Estados Unidos, como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
"La Celac es, pues, un espacio político importantísimo para profundizar el nuevo papel que ha asumido América Latina", puntualiza y cuestiona que Costa Rica haya pasado sin pena ni gloria por su presidencia pro tempore desde enero de 2014.
El interés por la Celac quedó relegado a un segundo plano: no se impulsó ninguna iniciativa que pusiera el sello de Costa Rica. Incluso, durante la discusión en la Asamblea Legislativa del presupuesto gubernamental para 2015 llegó a ponerse en dudas que hubiera recursos para realizar la Cumbre en este país, afirma.
Cueva asocia esa situación a que, desde que asumió el cargo en la II Cumbre de La Habana, Costa Rica atravesó por un proceso eleccionario conflictivo en el cual se rompió el bipartidismo de más de medio siglo y el nuevo Gobierno tuvo que iniciar labores en medio de un contexto bien complejo.
De igual modo reconoce que, aunque el presidente Luis Guillermo Solís ve personalmente con interés este tipo de foros, el país se ha alineado históricamente con las políticas de Washington y eso lo hace reticente a este tipo organismos.
"Este contexto de frialdad e indiferencia pudo, sin embargo, haber sido abiertamente hostil si las fuerzas políticas que prevalecieron hasta mayo del 2014 hubieran continuado en el poder", precisa Cuevas, en alusión a lo que en considera hubiera ocurrido de seguir gobernando el derechista Partido Liberación Nacional.
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