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Maldonado admite dejar mucha pobreza y violencia en Guatemala

Maldonado admite dejar mucha pobreza y violencia en Guatemala

El presidente saliente de Guatemala, Alejandro Maldonado, rindió cuenta hoy por última vez de su gestión y admitió que dejará un legado complejo en cuanto a pobreza y violencia a su sucesor en el cargo Jimmy Morales.

Con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2014, que mostraron un ascenso de la pobreza de más de ocho puntos porcentuales de 2006 a 2014, el abogado constitucionalista de 80 años de edad sugirió al próximo mandatario priorizar la atención a esos temas en su gestión.
"Frente a esta realidad de la pobreza se deben asumir posiciones definidas que tiendan, con medida de corto plazo, a disminuirla y a largo plazo a erradicarla. Por cierto, no se conocen fórmulas que la eliminen con retórica", reflexionó.
Destacó que "estas condiciones se reflejan entre grupos sociales y entre regiones geográficas. Así es evidente que hay distancia entre los sectores indígena y ladino, siendo en el primero en donde se hallan los índices más graves de las carencias educativas y económicas".
Consideró que son los niños los que más sufren el 59,3 por ciento de pobreza y la tasa de 33,84 homicidios por cada 100 mil habitantes, "esos que desertan de la escuela para buscar medios que coadyuven a aliviar la indigencia de sus hogares".
Durante su discurso final, en una sesión solemne en el Congreso, Maldonado recordó el contexto en el cual llegó a la Presidencia, en medio de la crisis institucional por las denuncias de corrupción que costaron el cargo a Otto Pérez Molina.
Insistió en que la gestión del que calificó de "Gobierno de transición" estuvo marcada por la transparencia y que, pese a la falta de recursos, dio continuidad a los programas sociales para aliviar la situación de miles de personas.
Respecto a la violencia en Guatemala, considerado de los más riesgosos del mundo bajo supuestas condiciones de paz, llamó a mantener activos todos los factores que tiendan a combatir el crimen y a lograr la rehabilitación de los delincuentes.
"El tratamiento del problema colectivo y continuo concierne a todos y a todas las áreas del Estado y no debe ignorarse, porque el crimen se recrea en su misma impunidad y se fortalece en la medida en que los operadores de su prevención se debiliten o se desarticulen", alertó el jurista.
También reconoció los incumplimientos en la recaudación tributaria, pero alegó que ello respondió a la anulación del impuesto a la telefonía y a la disminución de los precios de los combustibles.
De acuerdo con Maldonado, la reducción de los ingresos contrastó con los prioritarios compromisos de gastos de emergencia social para extensas poblaciones azotadas por la desnutrición, la enfermedad y el desempleo; aunque las finanzas alcanzaron un resultado positivo al reducir el déficit fiscal a 1,6 por ciento del Producto Interno Bruto, lo cual fortaleció la estabilidad macroeconómica de Guatemala.

 

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