Jimmy Morales: una nueva Guatemala es posible
Guatemala necesita un nuevo rostro y según el presidente Jimmy Morales, investido el 14 de enero de 2016, esa será la meta fundamental de su Gobierno.
Durante su discurso inaugural como mandatario, el actor y productor de 46 años de edad reiteró la intención de aprovechar la oportunidad que le dieron quienes votaron por él en el balotaje del 25 de octubre de 2015, para acorralar a la corrupción, la pobreza, la crisis en la salud pública, en la educación y otros.
Prevén declarar estado de calamidad en Guatemala por desnutrición
"Estoy seguro de que a nuestro despertar no queremos encontrar allí al dinosaurio de la corrupción, ni al dinosaurio de la forma tradicional de hacer política, ni al dinosaurio de los pleitos manufacturados o recalentados por quienes pretenden ganarse la vida viviendo de los guatemaltecos", declaró.
"Como presidente, estoy consciente que recibo un Gobierno con fuertes signos de agotamiento", admitió, mas consideró que también recibe a un país con una ciudadanía cada vez más unida.
El representante del derechista Frente de Convergencia Nacional-Nación (FCN-Nación) reparó en las imperfecciones de la democracia guatemalteca e instó a la población a comprometerse como él a dar lo mejor de sí para lograr "la Guatemala feliz, la Guatemala inmortal, la Guatemala que todos queremos".
Durante 2015 "despertó el pueblo, pero también las instituciones, algunas despertaron por su propia cuenta y otras por el clamor de la gente que alzó su voz, por el clamor de la gente que se hizo oír, sábado tras sábado, durante seis meses", reconoció.
Significó que, a partir del movimiento anticorrupción en ese año, se registró la mayor participación ciudadana en las urnas de los últimos 30 años, en el proceso eleccionario que lo llevó al cargo y subrayó que en virtud de esto "Guatemala tiene una nueva oportunidad".
"Una nueva Guatemala es posible y vale la pena", enfatizó y defendió la perspectiva de que este puede "pasar de la noche de la corrupción, al amanecer de la transparencia".
A continuación definió como prioridad de su gestión acabar con la desnutrición y revertir en el corto plazo la crisis de salud, a partir de las capacidades instaladas en unos mil 400 centros asistenciales en todo el territorio y de donativos de medicamentos, insumos y otros, logrados para ese fin.
"Pero oído, no podemos vivir de la caridad todo el tiempo", subrayó y anunció sus planes de trabajar por el saneamiento de agua, de las finanzas, de la educación preventiva en materia de salud, un sistema de enseñanza efectivo, fomentar el turismo y alentar el conocimiento de la Constitución desde la niñez.
"También creo que pronto un presidente Maya, Xinca o Garífuna podrá gobernar esta nación y quiera dios que así sea", aseveró, al mismo tiempo que mencionó el papel de la mujer y la necesidad de contribuir a la formación de estas desde niñas, como del resto de la población.
DETRÁS DE LA PALABRA
Desde su campaña por la presidencia, el excandidato del FCN-Nación insistió en su presunta convicción anticorrupción y distancia de los políticos tradicionales en este país centroamericano, de la vieja forma de hacer política.
Sobre el escenario donde recibió las llaves que guardan el manifiesto constitucional, Morales prometió guardar celosamente ese original, mas también advirtió a sus funcionarios que no tolerará la corrupción.
Pero para buena parte de la ciudadanía guatemalteca vale no reparar tanto en discursos y escudriñar en los vínculos que supuestamente llevaron a la sede del Gobierno a quien se autodefine como empresario, docente universitario, comunicador, académico, filántropo y político.
Morales nunca escondió su filiación religiosa evangélica, ni su respeto a la familia heterosexual, ni al temor a dios, y sus programas Moralejas son cuestionados por ciertos matices racistas, discriminadores y potenciación del sesgo militarista de una sociedad patriarcal como la guatemalteca.
"Mi aspiración más alta es que dentro de 100 años en las aulas escolares se enseñe que Jimmy Morales fue el mejor presidente de la historia guatemalteca", espetó previo al balotaje Neto, nombre del personaje que interpretaba en ese espacio televisivo y por el cual es reconocido hace mucho en el país.
Bajo ese ropaje Morales predijo que sería presidente con base en una fórmula eficaz: "en las negras y afiladas alas del Ave Milgua me remontaré hacia el cielo y llegaré más alto que el cóndor y el águila real, y ya cuando esté bien encumbrado, me dejaré venir veloz a la tierra del quetzal, montado en el pescuezo de un buitre justiciero".
"Después de eso, pondré mi mano blanca en las cabezas de todos los guerrilleros, comunistas y terroristas del país, y así haré que se cumpla la sagrada justicia de Jehová de los Ejércitos", agregó, como recuerda el filme producido y actuado por él: Un presidente de a sombrero.
El modo satírico en que abordaba la política, los ademanes y formas de conducirse de la élite ladina y las carencias de gran parte de la población, le valieron al actor un público amplio, aunque no la victoria cuanto compitió por la alcaldía del municipio capitalino de Mixco (2011).
Las críticas por el compadrazgo con la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), empresarios y propietarios de monopolios de la información persiguen desde entonces a Morales, cuya llegada a la presidencia es considerada por mayorías un resultado directo de la crisis política de 2015.
De cualquier manera Morales rompió con varios hitos en los procesos eleccionarios guatemaltecos: el humorista fue el primero de esa profesión en llegar a la presidencia, el candidato más votado en segunda vuelta desde 1985, y devino símbolo del rechazo a la clase política tradicional.
Sin embargo, la responsabilidad que descansa sobre sus hombros en este momento histórico es considerable, sin contar que sobre su desempeño como gobernante estarán puestos los ojos de toda una ciudadanía negada a callar otra vez ante los desmanes de las élites de poder.
El sábado 16 de enero colectivos como Guatemala Basta Ya, Justicia Ya, La Batucada y otros comprometidos con esa misión tomaron una vez más la Plaza de la Constitución para dejar claro que estarán atentos a cualquier irregularidad y que no cejarán en el empeño de ver saneados los espacios gubernamentales.
DESAFÍOS
"Sería ingenuo pretender que todos los cambios ya se han dado, en vez de ver la tarea que tan solo ha comenzado y sería una irresponsabilidad de nuestra parte mayúscula, no aprovechar esta oportunidad", dijo Morales en sus primeros minutos como presidente.
"Unidos debemos desarrollar esa nueva forma de hacer las cosas en Guatemala, no es un presidente, tampoco es un pequeño grupo el que sacará adelante al país, sino el trabajo en equipo de toda la sociedad participando en las instituciones de la República", remarcó.
Pocas horas después la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, le sugirió impulsar un nuevo modelo económico en Guatemala, capaz de promover la inclusión social y posibilitar el combate a la pobreza, que abarca a 59,3 por ciento de la población.
La representante de la dependencia regional de la Organización de las Naciones Unidas sugirió gestionar un modelo basado en una política de transformación productiva con innovación tecnológica y competitividad para generar empleos decentes y de calidad.
Propuso, además, implementar un esquema presupuestario más flexible, que permita mejorar la recaudación fiscal.
Informes de la Cepal señalan que ese indicador se situaba en 13 puntos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB) de Guatemala, en 2013, año en que América Latina y el Caribe tuvieron un promedio de 21,3 por ciento.
Según el Balance Preliminar de las Economías de la región, la guatemalteca cerró en el último mes de diciembre con un crecimiento de 3,9 por ciento y este ritmo podría mantenerse hasta lograr una expansión de cuatro por ciento.
Con base en esos datos, Bárcena indicó que Guatemala debe potenciar su desarrollo interno regional, reduciendo los costos de logística, seguridad, electricidad e Internet, al tiempo que desarrolla una política exterior que integre las áreas comercial y de inversiones, cultural y política.
Guatemala también debe retomar el liderazgo en los procesos de integración regional, recomendó la secretaria ejecutiva de la Cepal, en una reunión sostenida el 15 de enero con Morales.
Durante el encuentro ambos dialogaron sobre los desafíos que enfrentará durante su gestión el exprofesor universitario para mantener el crecimiento económico sostenido en los últimos años y alcanzar mayores niveles de igualdad e inclusión social.
Aunque Morales aseguró este año será el mejor para Guatemala, economistas y especialistas de otras ramas convienen en la urgencia de reacomodar programas, presupuestos y acciones desde el Estado tendentes a revertir la desigualdad social, exclusión y pobreza, para lograr algún avance en esto.
Pero con un Congreso dominado por los opositores, y en el cual su partido tendrá una mínima representatividad, tendrá que recurrir a la negociación constante para hacer progresar proyectos capaces de dar un giro de 360 grados en el panorama nacional, si en verdad lo pretende.
Incluso, con la voluntad política para lograrlo y el respaldo de todos, será difícil alcanzar esa meta en cuatro años, en un territorio en el cual 70 por ciento de la población trabaja de manera informal, sin estabilidad ni garantías, acorde con el Informe Sobre Desarrollo Humano 2015.
Guatemala, con la economía más sólida de Centroamérica, presenta los niveles de desnutrición crónica más graves de América Latina y el Caribe y ocupa el quinto lugar a nivel mundial en cuanto a estos casos, acorde con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La VI Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (Ensmi, 2015) confirmó que 46,5 por ciento de las niñas y niños menores de cinco años padecen de este mal, detectado por el retardo en el crecimiento respecto a la edad, entre otras señales.
Los resultados del estudio, que abarcó 22 mil 464 hogares de los 22 departamentos de Guatemala, mostraron que la incidencia de la problemática es mayor en áreas rurales (53 puntos porcentuales) pero que afecta a 34,6 por ciento de los menores de cinco años de edad en zonas urbanas.
Para los especialistas, este fenómeno está asociado a la prevalencia de embarazos tempranos o precoces, a la llegada de hijos no deseados, a la falta de escolaridad o instrucción, y sobre todo a la pobreza, por sólo citar algunos.
La multicausalidad en torno a la problemática obliga a buscar soluciones abarcadoras e integrales para llegar a su eventual erradicación, afirman, pero ello puede resultar bien complejo en medio de la fragilidad institucional y la violación sistemática de la legalidad que aquejan al país.
Guatemala está en la ruta del narcotráfico hacia Estados Unidos -el mayor demandante de drogas del mundo-, y es una suerte de tintorería donde es lavado buena parte del dinero del crimen organizado que opera en el continente, a juicio de analistas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La conjunción de esos factores incide en que casi dos décadas después de los Acuerdos de Paz Firme y Duradera, que pusieron fin a la guerra interna (1960-1996), este país siga entre los más violentos del planeta con una tasa de 33,84 homicidios por cada 100 mil habitantes.
"La condición de Guatemala es triste, porque ha ido al revés del camino del mundo. Guatemala está tocando el fondo de la piscina", resumió la coordinadora del Sistema de las Naciones Unidas, Valerie Julliand, a propósito del incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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