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Indígenas en primer plano en Guatemala al calor de Foro ONU

Indígenas en primer plano en Guatemala al calor de Foro ONU

Guatemala acogió hasta hoy la Sesión Preliminar del Foro Permanente de la Organización de Naciones Unidas Sobre Cuestiones Indígenas (Unpfii) y eso llevó a los originarios a primeras planas como pocas veces en este país centroamericano. Desde la ceremonia religiosa maya que dio inicio al encuentro, el 10 de abril, los 16 expertos que conforman ese comité asisiteron a distintas reuniones con funcionarios, activistas sociales y líderes comunitarios.
Paralelo a esto los medios de prensa aludieron a los temas abordados en esos intercambios; centrados en la situación de los derechos de las naciones autóctonas, así como en las leyes y políticas con relación a estas.
De manera particular destacó el diálogo con los miembros de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso, los diputados Marco Yax, Leocadio Juracán y Amílcar Pop, quienes refirieron la discriminación en las instituciones estatales y el racismo por el cual se frenó un cambio en la Ley Electoral y de Partidos Políticos que pudo viabilizar la participación mayor de mujeres e indígenas en esa esfera.
También señalaron el otorgamiento de licencias a industrias extractivas foráneas y de capital nacional, sin respetar la consulta ni el rechazo de las comunidades a los mismos; la criminalización de quienes procuran reivindicar los derechos de estas y el estancamiento de leyes y proyectos favorables a un sector que representa más de la mitad de la población.
Justo la variedad de datos estadísticos manejados al tratar de ilustrar la cantidad de población indígena en Guatemala devino punto controversial en estos días, en los cuales afloraron la más variopintas apreciaciones.
Desde la firma del Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, parte de los tratados que pusieron fin al conflicto armado interno, quedó reconoció que los pueblos Maya, Garífuna y Xinca representaban más del 75 por ciento de la población guatemalteca.
Sin embargo, el Estado oficializó que estas naciones sólo rondaban los 60 puntos porcentuales y para el año 2002 el Censo del Instituto Nacional de Estadísticas cifró esa cantidad en apenas 41 por ciento.
Mas la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de 2011 redujo a 40 por ciento, es decir a cinco millones 854 mil 251 habitantes, el número de personas originarias en el país apreciado por ser "corazón del mundo Maya".
Tal disparidad en los datos no es casual o coyuntural, sino que responde a la aspiración de reducir la significación de un grupo social fundamental en lo racial, cultural, y económico, pero a la vez el más excluido de las presuntas bondades del capitalismo de corte neoliberal imperante, consideran consultores.
Autoridades ancestrales, jóvenes y mujeres indígenas corroboaron esto en la asamblea masiva efectuada el miércoles en la Academia de las Lenguas Mayas de Guatemala, donde denunciaron el acoso, judialización, despojo de tierras, discriminación, racismo, asesinatos, secuestros, desapariciones y otros problemas en esas naciones.
A nombre del Comité de Unidad Campesina, su coordinador Daniel Pascual hizo notar la postergación del reconocimiento del Estado multinacional, pluricultural y plurilingüe; mientras abundan concesiones mineras, monocultivos, despojos de tierras, desvíos de ríos, uso de agrotóxicos, agresiones y afrentas a la memoria de estos pueblos.
Para la lidereza del pueblo Ixil de Nebaj, departamento norteño de Quiché, Teresa Brito, lo difícil es salir de las industrias extractivas extranjeras o nacionales: "gente que entró a mi casa sin pedir permiso y ahora ¿cómo la sacamos de nuestra casa, de nuestras tierras, de nuestra cultura, de nuestro aire?".
De hecho la batalla por expulsar a los intrusos costó, sólo en Q´anjob´al, que en cuatro años 371 personas fueron estigmatizadas, seis asesinadas, 41 heridas, 73 con órdenes de captura, 31 encarceladas y siete en calidad de presos políticos, según el delegado del Gobierno Plurinacional Akateko, Chuj, Popti y Q'ajob'al Maya, Andrés de León.
Frente a ese panorama los delegados del Unpffi expresaron preocupación y alarma por la violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Guatemala, aunque precisaron que ello no es exclusivo de este país y que por eso seguirán promoviendo, difundiendo y defendiendo las luchas contra tal estado de hecho.

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