Estados Unidos deportó a exmilitar sindicado por masacre en Guatemala

El Gobierno de Estados Unidos deportó hoy al exmilitar Santos López Alonzo, acusado de participar en la masacre de 201 campesinos en Dos Erres, aldea de La Libertad, departamento norteño de Petén, en Guatemala.

La Policía Nacional Civil (PNC) informó que tras su llegada, vía aérea, el exmiembro de la fuerza élite contrainsurgente del Ejército llamada Kaibil fue puesto en custodia y conducido a la Torre de Tribunales de la Corte Suprema de Justicia para prestar primera declaración ante un juez.

“Este es un caso que se venía dando seguimiento desde el 2009 y se contactó a la Interpol (Policía Internacional) de Estados Unidos para su localización y deportación”, informó el vocero de la institución policial, Jorge Aguilar.

Precisó que Santos López residía en Washington sin documentos y que esta mañana llegó a la base capitalina de la Fuerza Aérea junto a otros deportados de origen guatemalteco.

La masacre de Dos Erres, cometida en 1982 bajo el gobierno de facto de Efraín Ríos Montt, es considerada una de las peores atrocidades cometidas y en el ámbito de la guerra interna en Guatemala (1960-1996).

Con antelación, otro militar implicado en esos hechos, Jorge Sosa, fue detenido y sentenciado a 10 años de prisión en Estados Unidos por mentir a las autoridades de inmigración de ese país.

Sin embargo, los querellantes en ese caso esperan que cumpla esa condena y sea repatriado para proceder a su procesamiento como corresponde, en correspondencia con los hechos de los cuales es culpado.

La mayor evidencia contra ambos resultó de la exhumación e identificación de las osamentas de 163 víctimas del criminal operativo militar ejecutado del 6 al 8 de diciembre de 1982 en Dos Erres, supuestamente con el objetivo de recuperar 40 fusiles que una unidad guerrillera había robado en octubre.

Este hecho no fue aislado en el ámbito del conflicto armado interno en Guatemala, donde la Comisión de la Verdad de la Organización de Naciones Unidas documentó 669, de las cuales 626 fueron atribuidas a fuerzas del Estado y en particular al Ejército.

Las indagaciones de esa comisión permitieron demostrar que durante los 36 años de guerra desaparecieron alrededor de 45 mil personas y otras 200 murieron de manera violenta en distintas circunstancias