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Infancia y Juventud

Reo joven vinculado a motín carcelario hallado asesinado en Guatemala

Reo joven vinculado a motín carcelario hallado asesinado en Guatemala

Un participante en la revuelta en el penal para menores de edad Etapa II, al sureste de la capital de Guatemala, fue hallado muerto a dos días de la desarticulación del motín, confirmó el Sistema Penitenciario.

Según el portavoz del organismo, Rudy Esquivel, Mike Alexander Natareno tenía 25 años de edad y su cadáver fue encontrado con signos de estrangulamiento la noche del miércoles en el sector 11 del Centro Preventivo para Hombres de la Zona 18, a donde fue trasladado tras los hechos en el recinto de San José Pinula.

El presunto pandillero ingresó al reclusorio capitalino después de la audiencia contra los participantes en el amotinamiento del domingo en el presidio aledaño al Hogar Seguro Virgen de la Asunción, que dejó un saldo de cuatro custodios muertos y varios heridos.

Natareno fue sindicado en esa vista preliminar de los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, y motín de presos.

Autoridades del Ministerio de Gobernación esgrimieron que la temeridad de los participantes en la revuelta carcelaria en Etapa II, escenario de un suceso similar en 2005 que terminó en la muerte de 14 personas, obligó a intervenir a la fuerza luego de 30 horas de supuesto diálogo.

Los amotinados tomaron como rehenes a siete monitores o custodios del centro con el propósito de patentizar su rechazo a los maltratos de que eran objetos, su inconformidad con ciertas normas dentro del penal y con el traslado de algunos de sus compañeros a otros.

De los trabajadores retenidos, dos fueron asesinados en la institución, uno murió en el momento en que pretendían trasladarlo a una unidad de salud, y el cuarto en el capitalino hospital general San Juan de Dios.

En tanto otros tres continúan bajo atención médica, en estado delicado, dos en el San Juan de Dios y uno en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

Poco después que las autoridades dijeran que todo estaba bajo control en Etapa II tuvieron lugar nueve ataques a comisarías de la Policía Nacional Civil en distintos puntos de la capital y en la ciudad de Quetzaltenango, a raíz de los cuales fallecieron tres agentes y ocho resultaron heridos.

Frente a esos atentados, casi simultáneos y atribuidos a la pandilla Barrio 18, el presidente de Guatemala habló de una emergencia nacional por la violencia y advirtió que el Estado no descansará hasta lograr sus objetivos por ofrecer paz y tranquilidad a la población.

Durante la captura de los eventuales responsables fueron decomisados un lanza granadas y cinco granadas, cinco fusiles de asalto de distinto calibre, cuatro pistolas calibre 9 milímetros, y dos chalecos antibalas.

Consultores aseguran que son muchos los detalles que quedan por esclarecer respecto a estos ataques y no descartan el posible contubernio entre agentes estatales y pandilleros, con tal de infundir terror a la población.

Virgen de la Asunción o la limpieza social en Guatemala

Virgen de la Asunción o la limpieza social en Guatemala

La memoria es necia, se empeña en recordar, y establece paralelos entre dos hechos que conmocionaron por la desidia estatal y el uso del terror contra jóvenes para acallar protestas en Guatemala y Honduras.
Los incendios en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción (San José Pinula, 2017) y en la Granja Penal de Comayagua (Honduras, 2012) tuvieron un saldo de muerte bien disparejo, pero en ambos casos, quedaron sepultados por las llamas menores de edad y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad.
Aunque el primero estaba concebido para dar protección a niños de la calle, víctimas de violencia en sus hogares, huérfanos, con discapacidad, o en situación de conflicto; funcionaba como reclusorio en el cual los internos eran torturados, violados, y hasta explotados sexualmente.
Reiteradas denuncias de periodistas, defensores de derechos humanos y hasta organismos internacionales, sugieren que buena parte de los trabajadores del hospicio tenían de todo menos formación o vocación pedagógica, y los métodos que empleaban poco distaban de los de los vigilantes en la cárcel hondureña.
Esas incongruencias y la desatención estatal a las alertas están en el sustrato de la tragedia acaecida en el centro de acogida guatemalteco el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer; pero también en la registrada en el reclusorio del país vecino un 15 de febrero, poco después de cerrar el Día de San Valentín o del Amor.
Tanto en uno como en otro caso corrieron por las redes sociales imágenes de cadáveres calcinados por el fuego, así como declaraciones de funcionarios y testimonios de sobrevivientes, que despertaron el recelo acerca de la posible culpabilidad directa de agentes policiales en lo ocurrido.
“Empezamos a gritarle a los policías de que nos movieran, de que nos estábamos quemando, y pues ellos dijeron que no les importaba…no nos querían abrir, ya no me acuerdo de más, sólo me acuerdo que una compañera se estaba quemando, estaba ardiendo en llamas, y me pidió ayuda, y me desmayé, y ya no pude ver nada.
Cuando desperté pues estaba la mitad del cuerpo afuera y la cabeza adentro. Me levanté e hice todo lo que puede para levantarme y caminar, pero los policías ahí mismo me empezaron a pegar, viendo que yo me estaba quemando y me estaba ahogando.
Pero ellos no y me dijeron que no me podía ir de allí, y me empezaron a pegar, Luego unos monitores me echaron agua porque me estaba quemando, y luego me desmayé, y ya cuando desperté estaba aquí en el hospital”, contó una de las niñas que quedó con vida tras el siniestro en el Virgen de la Asunción.
Mientras que en la cárcel de Comayagua murieron cerca de 400 personas, la mayoría menores de 23 años de edad y algunos condenados por varios delitos, pero decenas de ellos recluidos por sus padres para que se enmendaran y otros bajo sospechas de ser pandilleros, sin haber sido juzgados por un tribunal.
Informes del Centro de Investigación Periodística (Ciper) mostraron en ese contexto los testimonios de reclusos que sobrevivieron y que nunca olvidarán los gritos de “¡Fuego! ¡Llavero! ¡Se está incendiando! ¡Sáquennos! ¡No nos dejen morir! ¡Nos estamos quemando! ¡Vengan a abrir!”.
La tragedia carcelaria más grave de la historia en América Latina y la tercera de su tipo en Honduras, confirmó problemas de vieja data: el hacinamiento y la crítica situación del sistema carcelario en el país más violento del planeta (86 homicidios por cada 100 mil habitantes, ONU).
Según la publicación Proceso Digital, en su edición del 16 de febrero de 2012, el penal de Comayagua alojaba a más de 850 privados de libertad, lo que superaba en 212,5 por ciento su capacidad, y las denuncias respecto a ello nunca fueron atendidas por el Gobierno.
Datos aportados por la Secretaría de Seguridad Pública redujeron a 377 la cantidad de muertos por el fuego en el lugar, mientras la publicación aseguraba que los fallecidos rondaban los 382.
La confusión en las cifras poco reduce el impacto de imágenes desgarradoras tomadas en el presidio, de cadáveres calcinados de reclusos abrazados a los barrotes de sus celdas, en un intento desesperado por escapar de las llamas, en medios de gritos desgarradores por una llave que nunca vino.
En el Virgen de la Asunción estaban hacinados 748 menores de 23 años de edad, pese a que las capacidades eran para 400, según informes de la Procuraduría de los Derechos Humanos y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Allí, 19 adolescentes y jóvenes guatemaltecas murieron calcinadas tras gritar auxilio en medio de las llamas, y la llave sólo apareció cuando ya era tarde para ellas, y hasta para las 21 que fallecieron con posterioridad en hospitales por el impacto recibido en medio del fuego.
Quemaduras, asfixia e intoxicación, causaron el deceso de todas, precisó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y explicó que queda por precisar, mediante exámenes toxicológicos, si previo a los hechos las fallecidas habían ingerido alcohol, drogas, sedantes o cualquier otra sustancia.
Al mismo tiempo deberá determinarse si para alentar las llamas se usó queroseno u otro material inflamable.
Fotos donde aparecen los rostros de los policías agrediendo a las niñas, los datos aportados por el Inacif, investigaciones periodísticas, testimonios de sobrevivientes, de bomberos, de familiares de las víctimas, de extrabajadores del hogar, y de funcionarios citados al Congreso, parecen poco a las autoridades.
Hasta el 19 de marzo apenas fueron detenidas tres personas vinculadas a la tragedia: el extitular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia Carlos Rodas, la exsubsecretaria Anahí Keller y el exdirector del Hogar Seguro Santos Torres.
Los tres fueron conducidos a prisión preventiva por homicidio culposo y otros delitos, mas quienes escucharon los gritos de auxilio y se negaron a abrirles la puerta a las chicas, continúan en las calles, quizás paseando con sus familias o cometiendo nuevas fechorías.
Entre ellos, celadores o monitores en el albergue estatal para menores de edad, que más de una vez las golpearon, violaron y llevaron a otros hombres de manera forzada para que las abusaran a cambio de dinero, acorde con los testimonios de anteriores recluidos en el identificado con el eufemismo Hogar Seguro.

Virgen de la Asunción o la limpieza social en Guatemala (P.II)
Isabel Soto Mayedo*
LEJOS DE EDUCAR, LA LEY DEL TALIÓN
Los estereotipos que priman en estas sociedades patriarcales, adultocéntricas y militarizadas, sobre todo respecto a adolescentes y jóvenes en situación de conflicto, son esgrimidos para justificar la aplicación de fuerza contra ellos y probablemente conspiran a favor de los culpables.
Según una encuesta de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Unicef, palabras soeces, miradas torcidas, y correctivos físicos violentos son los métodos más socorridos por los adultos en esta región para imponer disciplina a los infantes.
Los mayores de edad admiten tales comportamientos porque consideran que esta es efectivo si se pretende lograr la mejor educación e inserción social de la niñez, mostró el sondeo, que abarcó a 16 países latinoamericanos y caribeños.
Asimismo reflejó que el maltrato físico y psicológico a este sector etario alcanza 80 por ciento en algunos territorios y llega hasta el castigo corporal, empero la ausencia de una metodología homologada para medir las formas de abuso impidió precisar cifras comparables entre las distintas naciones.
La Organización Mundial de la Salud opina que el maltrato infantil en esta parte del mundo está vinculado al nacimiento de más de 11,4 millones de bebés por año, muchos indeseados, condenados a sobrevivir en la pobreza y sujetos a patrones de conducta agresivos, por la criminalización del aborto.
En tanto el Unicef reitera que la violencia infringida a niñas, niños y adolescentes se registra casi siempre en las casas, a manos de sus padres, cuidadores y familiares, aunque igual se replica en instituciones del Estado carentes de protocolos para contratar a los encargados de cuidar a los menores.
Tales fallos crean el caldo de cultivo para la depresión infantil, enfermedad psicológica asociada a la autoeliminación, pero cuando esta es descartada puede recurrirse a la huida.
Probar suerte lejos de casa es lo que anima cada día a miles de infantes y adolescentes a salir solos a un mundo cooptado por narcotraficantes, tratantes de personas, proxenetas, pederastas, traficantes de órganos, y otros, si se consideran los informes de múltiples organismos internacionales.
La corrupción imperante y las debilidades en el marco jurídico amparan a estos criminales, en tanto defensores de derechos humanos insisten en que debe terminar las propensión a colocar a los niños en el centro de campañas preelectorales para luego excluirlos de planes favorables a su desarrollo.
En el Triángulo Norte de Centroamérica la desidia estatal hacia la niñez y la juventud acumula larga data y en ciertos momentos de la historia llegó a extremos en el orden represivo, a veces desde las sombras y otras a cara descubierta, mas casi siempre con la complicidad de las fuerzas en el poder.
Hace más de una década las alarmas están encendidas por el accionar criminal de los denominados grupos de limpieza social en Guatemala, Honduras y El Salvador, so pretexto de acabar con la violencia.
En este lapso esas fuerzas paramilitares ejecutaron extrajudicialmente a miles de menores en situación de abandono en las calles o sospechosos de ser pandilleros o delincuentes; como en décadas anteriores torturaron, desaparecieron masacraron a todo el que les pareciera izquierdista.
Paralelo a esto los gobiernos de los tres países manejaron argumentos similares para justificar estrategias represivas como la Mano Dura, Súper Mano Dura, La Escoba, Tolerancia Cero y otras, durante cuya aplicación miles de adolescentes y jóvenes fueron encarcelados, sin ser procesados judicialmente.
Tatuajes y otras señales que pudieran sugerir la pertenencia a una pandilla o a una mara bastaban para el arresto e internamiento en reclusorios superpoblados, con delincuentes comunes, en sociedades donde sobran los estereotipos respecto a los menores de edad en conflicto con la ley o en la calle.
Activistas sociales, políticos, sindicalistas, académicos y otros sectores, sugirieron en este ámbito adoptar políticas preventivas para contrarrestar la criminalidad y lograr la inserción social de esta población, mediante estrategias educativas masivas y el fomento de empleos dignos.
Al mismo tiempo evidenciaron la ineficacia de los sistemas judiciales, la impunidad reinante en estos territorios y hasta la existencia de un plan premeditado desde las élites, en el que participaban fuerzas de seguridad y policías con el consentimiento de sus superiores al mando.
Múltiples comunicados de la organización humanitaria Casa Alianza reflejaron que cada día varios niños y jóvenes de la calle eran atacados, asesinados con armas de fuego desde autos en marcha, y en el peor de los casos secuestrados y ejecutados extrajudicialmente en lugares apartados.
“Las autoridades no investigan, porque no les interesa”, expresó el entonces director regional de la agrupación Bruce Harris e hizo notar que nunca se había dado una violencia tan fuerte contra los niños de la calle, como a partir de 2003.
“Lo más triste es que también la sociedad desecha a estos niños e indigentes, porque cuando uno de ellos muere, quienes lo acompañan son otros jóvenes de la calle”, añadió, en declaraciones a periodistas.
Para los menores de edad, mujeres y hombres, ingresados en el albergue Virgen de la Asunción de la aldea El Platanar, en San José Pinula, no era muy distinta la situación salvo que se suponía el Estado los resguarda ahí de esas amenazas.
Sin embargo, posterior al incendio del 8 de marzo muchas voces gritaron que lo ocurrido con esos adolescentes y jóvenes fue un crimen de Estado.
Al conocerse del intento de fuga de los chicos, por los abusos en el lugar, el jefe de la 13 comisaria de la Policía Nacional Civil, Wilson López, llamó al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, para advertirle de la situación pero este sólo se limitó a enviar a 250 policías para poner orden.
Las sobrevivientes concordaron en que los agentes recuperaron a la mayoría de los amotinados y los regresaron a empujones al centro, incluso a punta de pistola en la cabeza, que ahí los rodearon, les golpearon, les rociaron con un líquido irritante para los ojos y después los encerraron bajo llave.
Los varones quedaron en un auditorio, las niñas en un aula sin sanitarios, sin sábanas, y con apenas unas colchonetas para dormir, que al otro día usaron como parabán para hacer sus necesidades por la negativa de dejarlas salir a ello.
El fuego supuestamente fue provocado por una de ellas para llamar la atención o eliminar la fetidez causada por esas urgencias fisiológicas, pero nada justifica que al ver salir el humo y escuchar los pedidos de auxilio los policías no abrieran la puerta detrás de la cual muchas se consumieron y otras quedaron marcadas para siempre.
Todavía queda la esperanza de que por fin la justicia caiga implacable contra quienes provocaron los gritos de “Viólenos aquí, delante de todos. Vengan a violarnos pues, si eso quieren otra vez”, conque también inundaron el aire las víctimas esa mañana del 8 de marzo, inolvidable en Guatemala.
Mientras que el jefe de Estado de Guatemala repite que las niñas eran muy agresivas y que se amotinaron, insatisfechas por la comida.
“Se les pidió a las personas que las mantuvieran separadas porque muchas de estas menores tenían conflicto con la ley, algún tipo de carácter violento, y lo que se pretendía es que no hubiera una tragedia como la que se vivió.
La tenencia de los menores en un lugar específico estuvo bajo las medidas de seguridad necesarias, incluida la llave”, espetó Morales, ahora denunciado ante el Ministerio Público por tortura, ejecución extrajudicial, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes.

Bajo control revuelta en cárcel juvenil en Guatemala

Bajo control revuelta en cárcel juvenil en Guatemala
La revuelta en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones Etapa II, resultado de la cual murieron tres y dos continúan en estado delicado, está bajo control, aseguraron  autoridades de Gobierno en Guatemala.

Durante una conferencia de prensa, celebrada esta noche en el salón municipal de San José Pinula, el ministro de Gobernación Francisco Rivas y el director de la Policía Nacional Civil (PNC) Nery Ramos destacaron la desarticulación del motín y reconocieron que esto se logró mediante el uso de la fuerza.

’Al concluir el trabajo de la mesa interinstitucional se debió actuar con toda la capacidad de equipos multidisciplinarios’, expresó el director de la PNC, Nery Ramos, quien aludió a las presuntas 30 horas de diálogo empleadas con vistas a acabar con el levantamiento.

Según el oficial, se usaron todas las técnicas tácticas de fuerzas especiales -comando antisecuestros, explosivistas y grupo de acción rápida- y ello es lo que permitió rescatar a los vigilantes que iban a ser ejecutados por los mareros.

Recordó que inicialmente los amotinados retuvieron a siete custodios, uno de los cuales murió en el recinto el domingo a mano de sus captores, y que amenazaron con quitarles la vida a todos de no resolverse sus exigencias.

Los internos en rebeldía ’dieron muestras de su alto nivel de violencia, de agresividad, y que ameritaba, en aras de proteger la vida de los rehenes que estaban en su poder, valorar las posibilidades de diálogo’, subrayó.

Ramos insistió en la ’intransigencia de este grupo que amenazaba constantemente en quitarle la vida, en ejecutar, a las personas en su poder’.

Hasta el momento murieron tres de los trabajadores del penal, dos de ellos luego de ser rescatados con vida pero en estado delicado, mientras otros dos continúan bajo atención médica con riesgo para su sobrevivencia.

Ahora, Etapa ll está siendo inspeccionado y los responsables de estos hechos son consignados ante los tribunales, informó.

En tanto el titular de Gobernación puntualizó que se investigará lo ocurrido y que la verdad sobresaldrá.

El Sistema Penitenciario está en alerta máxima, anunció y añadió que el resguardo y control del centro pasó a la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), aunque continuará el despliegue policial en el área.

Datos de la SBS refieren que en el penal juvenil de San José Pinula, situado a 22 kilómetros al este de la capital, están albergados 73 reos y 17 de ellos son menores de 23 años de edad, obligados a convivir con 56 integrantes de la pandilla Barrio 18, 39 de ellos adultos.

En 2005 ese recinto carcelario, concebido como centro de rehabilitación para la reinserción social, fue escenario de otra revuelta en la cual perecieron 14 personas por un supuesto choque entre pandilleros.

Muere tercer monitor por revuelta en penal juvenil en Guatemala

Muere tercer monitor por revuelta en penal juvenil en Guatemala
Un tercer monitor del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones Etapa II murió en el Hospital General San Juan de Dios, donde permanecen otros dos en estado grave tras una revuelta iniciada el domingo.

Los trabajadores retenidos por los internos, en protesta por malos tratos recibidos de estos y por mayores libertades en el lugar, fueron entregados a las autoridades 30 horas después de entablado un diálogo en medio del cual hubo gases lacrimógenos y focos de incendio por esclarecer.

El ministro de Gobernación, Francisco Rivas, destacó el papel de la mesa interinstitucional creada este lunes para resolver la crisis e informó que ahora el centro quedará bajo el control de la Secretaria de Bienestar Social de la Presidencia (SBS).

’Mientras, la Policía Nacional Civil (PNC) continuará resguardando el perímetro’, agregó, en alusión al área que rodea al recinto ubicado a unos 10 kilómetros al este de la capital, a la cual fueron enviados desde la víspera 245 antimotines.

Rivas opinó que con la intervención del lunes ’demostramos las capacidades de profesionalismo de la PNC, al haber realizado una acción altamente riesgosa, cuyos resultados fueron positivos pese a la muerte de los trabajadores rescatados’.

La desarticulación de la revuelta tuvo que ver con la actuación de un equipo táctico integrado por 45 profesionales especializados en sofocar motines, explicó el director de la PNC, Nery Ramos.

Añadió que para ingresar al recinto de San José Pinula tuvieron que hacer uso de ’acetileno, cordones explosivos, mazos y una serie de objetos que nos permitiera con la mayor inmediatez aperturar esa estructura’. ’Pero las heridas ya provocadas a las víctimas eran de gravedad’, remarcó e insistió en que los amotinados ’dieron muestras de su alto nivel de violencia, de agresividad, y que ameritaba, en aras de proteger la vida de los rehenes que estaban en su poder, valorar las posibilidades de diálogo’.

Hizo énfasis, además, en la ’intransigencia de este grupo que amenazaba constantemente en quitarle la vida, en ejecutar, a las personas en su poder’.

Ambas autoridades defendieron el uso de la fuerza para ingresar al recinto, por cuanto en algún momento el diálogo se volvió improcedente.

Etapa II debe albergar a menores de 23 años de edad en conflicto con la ley, para su rehabilitación y reinserción social, pero en este convivían apenas 17 en ese rango etario con 56 integrantes de la pandilla Barrio 18, 39 de ellos adultos, admitió el subjefe de la SBS, Vladimir López.

Por esa razón, en octubre de 2016 la jueza Verónica Galicia pidió el cierre temporal del centro; en tanto funcionarios de la Procuraduría de los Derechos Humanos señalaron que hace tiempo conocen de maltratos a los internos ahí por parte de los encargados del lugar

Dos muertos por motín en reclusorio para jóvenes en Guatemala

Dos muertos por motín en reclusorio para jóvenes en Guatemala
Dos muertos y seis heridos causó este domingo un motín en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones Etapa II, de Guatemala, que alberga menores de 23 años de edad.

El hecho, ocurrido a sólo 10 días de la revuelta que precedió al incendio en el llamado Hogar Seguro Virgen de la Asunción, también en esta capital, tuvo lugar después de la visita familiar y derivó de la inconformidad de los internos con los maltratos a los que eran sometidos.

Poco después de la alerta por el levantamiento, atribuido por la Policía Nacional Civil (PNC) a integrantes de la pandilla Barrio 18, llegaron fuerzas antimotines al correccional colindante con el albergue estatal donde ocurrió la tragedia del 8 de marzo, que redundó en la muerte de 40 niñas.

Socorristas de la Cruz Roja Guatemalteca que acudieron al lugar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) -como el Virgen de la Asunción-, aseguraron que los policías lanzaron bombas lacrimógenas.

En ese contexto se desataron algunos focos de incendio y varios jóvenes resultaron lastimados, por lo cual tuvieron que ser asistidos, denunciaron.

Según el comisario de la PNC, Ovidio Marroquín, en el centro de rehabilitación están recluidos 47 jóvenes y sólo 26 de ellos participaron en la protesta, en medio de la cual dominaron el área 18, tomaron como rehenes a los encargados de custodiarlos, los golpearon, y los despojaron de sus pertenencias. Asimismo la institución emitió un comunicado, que difundió a través de la red social Whatsapp, en el cual aseveró que los manifestantes retuvieron a siete monitores y mataron a unos de ellos. Poco después trascendió el fallecimiento de otro de los encargados de la rehabilitación en Etapa II, donde perecieron 14 personas por un supuesto choque entre pandillas en 2005.

Los amotinados exigieron la presencia de delegados de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de autoridades de la institución para explicarles las razones de su inconformidad.

En el correccional son permanentes las agresiones de los facilitadores a los menores de edad y de hecho, esta semana sería presentado un recurso de habeas corpus por amenazas de los funcionarios a los internos, declaró a periodistas el encargado del área de juventud de la PDH, Abner Paredes.

Las denuncias respecto a esa situación coinciden con las que desde el 8 de marzo se reiteraron en medio del escándalo por el incendio en el hospicio aledaño, del cual fue culpado el Estado, debido a que desatendió las alertas sobre lo que allí acontecía.

Reportajes periodísticos e informes de organismos nacionales e internacionales develaron hace más de un año que en el Virgen de la Asunción eran habituales las violaciones sexuales, las torturas, la precariedad, el hacinamiento y hasta el uso de los menores de edad para el comercio sexual.

Denuncian uso de gas lacrimógeno en correccional de Guatemala

Denuncian uso de gas lacrimógeno en correccional de Guatemala
La Policía Nacional Civil (PNC) arrojó gas lacrimógeno contra familiares visitantes y reclusos en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones Etapa II, coinciden hoy varias fuentes en Guatemala.

Socorristas y personas presentes el domingo en el correccional para menores de edad concordaron en que los antimotines fueron desplegados por el lugar a raíz de la alarma por una revuelta, en medio de la cual murieron dos trabajadores de la institución y resultaron heridos varios internos.

Una señora relató a periodistas que el conflicto en la institución a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) comenzó al terminar la visita -11:30 de la mañana- porque un monitor o rehabilitador maltrató a uno de los reos y en medio de la confusión llegaron los agentes uniformados.

’A nosotros nos empezaron a tirar gas, un monitor le pegó a una señora y eso es un delito, y hay patojos golpeados, están pegándoles, no les dejan salir y les dicen que si no, les van a quemar’, denunció.

Horas después miembros de la Cruz Roja Guatemalteca dieron cuenta de varios focos de fuego en distintas áreas del penal y de la asistencia que tuvieron que dar a algunos jóvenes lastimados.

Desde el mediodía imágenes de los antimotines apostados alrededor de la instalación, con sus escudos y armas, proliferaron por las redes sociales y al terminar la noche todavía permanecían ahí.

Según la PNC, los jóvenes insubordinados eran de la pandilla Barrio 18 y exigían la presencia del Procurador de Derechos Humanos (PDH), de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de jueces, para resolver su situación dentro del correccional.

Mientras, por la red social Twitter comenzó a circular la fotografía de una hoja de papel, escrita a mano, con las supuestas demandas de los internos, todas tendentes a ganar más libertad de acción dentro del recinto.

Asimismo el PDH, Jorge de León Duque, condenó los hechos de violencia y las muertes de monitores en el penal de San José Pinula, aledaño al hospicio estatal Virgen de la Asunción, donde hace apenas 11 días acaeció un incendio en medio de la presencia policial con saldo de 40 niñas muertas.

’El respeto a la vida debe prevalecer en todo momento’, expresó y solicitó a las autoridades competentes restablecer el orden e investigar el caso.

’Resulta ahora que en este centro correccional para menores hay 39 adultos y 17 menores, qué pasa con los juzgados?’, advirtió la diputada de Encuentro por Guatemala, Nineth Motenegro, aunque la PNC dijo que sólo estaban confinados 47 jóvenes.

En octubre de 2016 la jueza Verónica Galicia ordenó a la SBS cerrar por un tiempo Etapa II, por las condiciones en está y efectuar en un año los cambios estructurales que se adecuen a requisitos mínimos solicitados, así como ubicar en unos tres meses a los adolescentes privados de libertad.

ONU insta a Guatemala a trocar tragedia en albergue en oportunidad

ONU insta a Guatemala a trocar tragedia en albergue en oportunidad
Dependencias de Naciones Unidas instaron al Gobierno en Guatemala a convertir la tragedia del albergue estatal Virgen de la Asunción en oportunidad de cambios para beneficio de la nación y en particular, de la niñez.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) y el Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (Unicef) consideran que es una oportunidad histórica para impulsar una transformación y revertir la desidia respecto a los menores de edad.

Ambos organismos recomendaron crear, inmediatamente, un comité de crisis para dar una respuesta interinstitucional adecuada a la situación en los centros destinados a albergar a los infantes trasladados después del incendio del 8 de marzo en el hospicio de San José Pinula.

El gobierno de Guatemala debe implementar en el corto plazo, además, las reformas legales e institucionales necesarias para pasar de un modelo tutelar y de seguridad a un sistema de protección y de derechos humanos de la niñez y de la adolescencia, agrega el informe, de una decena de páginas.

Para ello, ’es aconsejable fortalecer los espacios de coordinación y diálogo interinstitucional con participación de la sociedad civil’, sugiere.

Con antelación, Unicef condenó lo ocurrido en el Virgen de la Asunción y aseguró que esa tragedia pudo evitarse, de haber considerado anteriores alertas por el hacinamiento de los menores de edad internados allí bajo tutela del Estado.

Incluso, advirtió que el lugar no era seguro para niños y adolescentes provenientes de hogares disfuncionales, en situación de abandono, víctimas de abusos sexuales y otros traumas, quienes debían ser protegidos y a la larga terminaron siendo objeto de vejámenes de todo tipo ahí.

El llamado Hogar Seguro Virgen de la Asunción tenía capacidad para 400 albergados, pese a lo cual llegaron a ingresar a 748, acorde con informes de la Procuraduría de Derechos Humanos y de Unicef.

Sobrevivientes del incendio del 8 de marzo, que costó la vida a 40 niñas, confirmaron que policías y trabajadores del lugar dejaron que el fuego ganara fuerza en un salón del recinto, sin prestar ayuda a las menores de edad encerradas allí desde la noche anterior, en represalia por un intento de fuga.

’Pareciera que hubo una intencionalidad de permitir la muerte de esas niñas, y la intencionalidad de manera perversa, por las muchas denuncias que han habido’, declaró el diputado Amílcar Pop y recordó que en el sitio era permanente el abuso sexual a las niñas.

’No sé si un grupo, una banda. El tema es que si hubo participación, asumo yo, de trabajadores, de la Policía Nacional Civil, y de agentes externos, y eso me preocupa porque cuando las denuncias están avanzadas es cuando en América Latina, después del abuso sexual, viene la muerte de la víctima’, subrayó.

Fiscal General de Guatemala desestima llamamiento a FBI por incendio

La Fiscal General de Guatemala, Thelma Aldana, desestimó la presunta necesidad de recurrir al Buró Federal de Investigaciones (FBI, de Estados Unidos) para esclarecer lo relativo al incendio en el albergue estatal Virgen de la Asunción.


'En este momento no requerimos el apoyo del FBI', declaró Aldana y agregó que después de la tragedia del 8 de marzo esa cartera de Gobierno contrató a un guatemalteco experto en incendios y si requiriera ampliar en algunos aspectos, procurará los servicios de un perito reconocido internacionalmente.

La titular del Ministerio Público añadió que solicitaron la asesoría técnica de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), a través del comisionado Iván Velásquez, y que el caso es investigado por la Fiscalía de Delitos contra la Vida e Integridad de las Personas y la de Femicidio del MP.

'Es ideal que la Cicig nos acompañe en este drama que vive en Guatemala y que apoye el esfuerzo de los fiscales, quienes han trabajado horas intensas sin descanso', enfatizó.

Aldana recibió a una delegación del FBI que visita el país 'para mantener los fuertes lazos de cooperación interinstitucional', señaló el MP, en su cuenta en Twitter.

Autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) acordaron que el organismo estadounidense brinde apoyo técnico y análisis de especialistas en este caso.

Los visitantes intercambiaron opiniones con la mesa técnica de investigación instalada tras el incendio en la casa de acogida estatal de San José Pinula, municipio metropolitano situado al sureste de Ciudad Guatemala.

La misión del FBI llegó al territorio luego que el presidente Jimmy Morales anunciara que, pese a confiar en el trabajo del centenar de investigadores de la PNC encargados de las indagaciones, pidió 'el apoyo de otras instituciones especializadas en incendios porque el país carece de esa especialidad'.

El mandatario afirmó en esa ocasión que no pidió apoyo a la Cicig, porque este tipo de investigaciones quedan fuera de su mandato, aunque múltiples informes previos hablan del eventual funcionamiento de una red de trata de personas en la modalidad de reclutamiento forzoso para explotación sexual en el hogar estatal.

El incendio en el Virgen de la Asunción dejó 40 niñas muertas -19 de ellas calcinadas en el hospicio, 21 fallecidas en hospitales- y nueve de las sobrevivientes reciben atención especializada en Estados Unidos.