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La desnutrición infantil, legado neoliberal

La desnutrición infantil, legado neoliberal

 Resultado de las políticas neoliberales aplicadas en la mayor parte de los países latinoamericanos y caribeños desde los años ochenta del pasado siglo, 8,8 millones de niñas y niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica.

El tema, abordado en un estudio por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), resulta alarmante si se considera que el llamado déficit de talla para la edad aqueja al 16 por ciento de los pobladores de esta región.

Guatemala, nación situada en el centro del continente, es el país de mayores índices de desnutrición en toda la región y sus estadísticas superaron los promedios de países de Asia y Africa.

De 1995 a 2002, el 46 por ciento de los infantes guatemaltecos padeció de desnutrición crónica, por encima del 29 por ciento registrado en estos territorios.

Ecuador reportó en igual período un 27 por ciento de niños afectados por ese padecimiento, seguido por Bolivia y Perú, donde las dificultades para acceder a una alimentación sana redundaron en 26 y 25 por ciento, de manera respectiva.

El hambre y la desnutrición, derivada de esta, logran penetrar de manera mucho más agresiva en las comunidades indígenas y en las integradas por descendientes de afroamericanos, aseguró CEPAL.

Estos sectores poblacionales son los más marginados dentro de las sociedades latinoamericanas y suelen sobrevivir en áreas rurales, de escaso acceso al agua potable y carentes de sistemas de alcantarillados.

A estos factores puede añadirse el bajo nivel educacional prevaleciente en estas familias, cuyas niñas y niños se ven obligados a trabajar desde edades tempranas para colaborar con la resquebrajada economía hogareña.

Desplegar políticas de Estado integrales de largo plazo y con la participación activa de todos los actores, fue la recomendación de CEPAL para contrarrestar estos problemas.

En ese sentido, debe priorizarse la atención a los menores de tres años de edad, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, que se encuentran en momentos críticos de vulnerabilidad nutricional dentro del ciclo de vida.

Aunque algunos de estos gobiernos suscribieron la Convención sobre los Derechos del Niño y otras disposiciones destinadas a la protección de la infancia, sus practicas de Estado están muy alejadas de esos acuerdos.

Por lo general, estos temas están incluidos en las campañas electorales de los futuros presidentes, alcaldes, legisladores y funcionarios en general, que se desatienden de sector tan vulnerable al llegar al poder, coincidieron analistas.

Desde 2004, el Programa de Naciones Unidas para la Infancia constató que cerca del 60 por ciento de las niñas y niños de Latinoamérica y el Caribe vivían sumidos en la pobreza y la tendencia al ascenso de esa cifra.

La aplicación de las estrategias neoliberales durante las últimas décadas impidió superar los niveles de depauperación en el subcontinente, admitió incluso el Fondo Monetario Internacional.

Este organismo financiero, reconocido por su defensa a ultranza de las supuestas ventajas de esa política y uno de sus principales promotores desde los años ´80, aceptó además que ese modelo económico sólo exacerbó la desigualdad en esta región.

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, declaró que Latinoamérica enfrenta no sólo un rezago en lograr un mejor desempeño de su aparato productivo, sino también en distribuir los beneficios "cuando hay crecimiento".

Para los economistas, eso se traduce en que sólo una pequeña élite se apropió de los beneficios del tímido crecimiento de esta zona, en vez de favorecer la salida del estancamiento y la pobreza como habían asegurado sus impulsores.

El neoliberalismo trajo consigo despidos masivos, incremento de horas de trabajo, reducción de la estabilidad laboral y beneficios sociales en general, de servicios y empresas estratégicas, liberalización de impuestos a las transnacionales.

También este esquema de desarrollo, devenido ideología, redundó en la apertura de mercados y la liquidación de las industrias nacionales, y, por consoiguiente, en el redoblamiento del desajuste estructural de las economías latinoamericanas.

En consecuencia, la pobreza adoptó múltiples formas de expresión en esta región, la de niveles más elevados de desigualdad en el mundo y donde el futuro sigue amenazado por la desatención gubernamental a los problemas que aquejan a tan vulnerable grupo poblacional.

1 comentario

lenin -

TODOS FUNTO PONIENDO MANO AL PECHO PODEMOS BENSER ESTE GRAN PROBLEMA