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La amenaza del clima en Centroamérica

   Los efectos del calentamiento global, el deterioro ecológico y los vaivenes climatológicos, arriesgan el probable crecimiento de las economías centroamericanas en 2008.

   Apenas iniciado el año, la región sufrió el embate del cuarto frente frío de la temporada y como consecuencia de ello, pérdidas de vidas humanas y millonarias afectaciones en la agricultura y la infraestructura.

   Los daños en los sembradíos de café, banano, melón, piña, mantienen expectantes a miles de personas en estas naciones, cuyas economías siguen sujetas de cierta manera a la comercialización de tales productos.

   Autoridades de la región confirmaron que los vientos oscilaron de 50 a 80 kilómetros por hora desde el 3 de enero en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá, territorios donde los techos de varios casas, árboles, y vallas publicitarias, volaron.

   Sólo en El Salvador tres mil 636 viviendas sufrieron las consecuencias del temporal y ello obligó a albergar a casi 400 personas en los municipios de Juayúa, San Pedro Puxtla y Nahulingo, según la Dirección Nacional de Protección Civil.

   Más de 15 mil plantíos cafetaleros resultaron desvastados por los vientos en ese país y las pérdidas pudieran alcanzar hasta el 20 por ciento, según fuentes del sector.

   Costa Rica igual afrontó pérdidas millonarias ante el destrozo de varios caminos rurales y las impedimentas causadas por ello en el traslado de los productos del campo, afirmó Álvaro Sáenz, de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria.

   Luego de inundaciones similares, en el primer trimestre de 2006, la economía tica dejó de percibir 20 millones de dólares en 500 hectáreas de banano y plátano, y 350 mil cajas de piña, de acuerdo con estadísticas de la Corporación Bananera Nacional.

   El temporal que azotó al área en los primeros días del año dejó también tres fallecidos en Honduras y afectaciones en casi 600 viviendas, tres puentes, un muelle costero, una escuela, y 38 comunidades, entre otros.

   Estos y otros ejemplos confirman que los recurrentes desastres naturales pueden hacerle perder a la llamada cintura del continente entre el tres y el cinco por ciento de su Producto Interno Bruto, como pronosticaron los economistas.

   Centroamérica es importador neto de petróleo y el desnivel en los precios de este producto y sus derivados afectará al mismo tiempo a sus economías, sobre todo a El Salvador, porque la generación de su energía depende mayoritariamente de ese combustible.

   La Prensa Gráfica, diario del país más pequeño del área, precisó que la producción hidroeléctrica en ese territorio es menor del 40 por ciento.

   Los debates alrededor de la contienda electoral de marzo de 2009 también marcarán el panorama salvadoreño, donde las dos fuerzas antagónicas pondrán a prueba sus maquinarias electorales para las votaciones de alcaldes, diputados y presidente.

   La sensatez, tolerancia y entendimiento probablemente cedan lugar entonces a las injurias, especulaciones y agresividad política, en detrimento de la institucionalización democrática y de la estabilidad económica, vaticinó el comentarista Rafael E. Góchez.

   En ese ámbito todo lo demás será secundario y la acción conjunta para mejorar la educación, saneamiento básico, gestión de cuencas hidrográficas, generación de empleos locales y seguridad humana, seguirá aplazándose, añadió.

   Queda por ver cómo sucederán las cosas en las otras naciones, pero contra la naturaleza poco puede hacerse y contrarrestar los impactos de sus fuerzas siempre será un reto para los gobiernos y para los más pobres, mayoría en estas naciones.

1 comentario

kuiuki -

jajaja soy un estupido