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14ymedio, otra obra versus Cuba con el rostro de Yoani Sánchez

14ymedio, otra obra versus Cuba con el rostro de Yoani Sánchez

  Como era de suponer, la presentación del diario digital 14ymedio, de la bloguera disidente cubana Joani Sánchez, acaparó espacios este miércoles 21 de mayo en varios medios de prensa en Estados Unidos y en América Latina.

   Un repaso por la red de redes y puede comprobarse que el tema devino prioridad para los periódicos homónimos de Argentina y Costa Rica, La Nación. También para El Tiempo (Colombia), El Comercio (Perú), y otros, entre los cuales no podía faltar El Nuevo Herald, en Miami, Florida.

   La mayoría cita al esposo de la joven de 38 años de edad, el experiodista gris de Juventud Rebelde Reinaldo Escobar, quien se presentó con el cargo de editor en jefe del nuevo medio ante The Associated Press y explicó que serán 11–incluyéndolos a ellos dos- quienes actualizarán de manera diaria ese periódico en la red y un semanario en PDF.

   “14ymedio es financiado por inversionistas independientes, nacionales y extranjeros y tiene fondos suficientes para un año”, agregó Escobar, con lo cual ratificó una vez más el respaldo que entre telones logra cualquier iniciativa de ellos con tal de desacreditar a Cuba.

   Si bien la mayoría de los medios de prensa son estatales en este país, como recuerdan algunos de esos periódicos -sin aludir a su condición de plaza sitiada hace casi 55 años por el bloqueo de Estados Unidos-, en la última década afloraron un sin número de revistas, boletines, publicaciones especializadas en diversos temas y blog personales, que ampliaron la gama de fuentes de ese tipo en el país sin restricción alguna en sus contenidos. Palabra Nueva, de la Arquidiócesis de La Habana, es un magnífico ejemplo de ello si se considera que de crítica, bien fundamentada algunas veces, se pasa y sin embargo...se mueve.

   Todo Gobierno tiene derecho a defender sus intereses y el de Cuba no es una excepción, más en tiempos de Internet se sabe de sobra que los cibernautas pueden llegar hasta sitios insospechados y gozar de la libertad –y hasta sobresaturación de información- pese a cualquier coyunda impuesta o imaginaria.

   Lo que no deja lugar a dudas es que esta vez, como tantas otras, los presuntos adalides de la objetividad y de la libertad de expresión se hicieron eco de una nueva acción encaminada a desestabilizar al gobierno y mancillar la imagen de la revolución, cuyo origen verdadero seguro será esclarecido para el público con el máximo de detalles más temprano que tarde.

   Empero esos mismos medios de difusión siguen guardando silencio de las múltiples evidencias de las contradicciones en el discurso de la autora del blog Generación Y, que desde 2007 acapara la atención de todos los afanados en leer o escuchar sólo de las manchas y jamás sobre las luces que alumbran en la mayor parte de los rincones de este país.

   Dicho sea de paso, al cual volvió luego de vivir dos años en Zurich, Suiza, a donde emigró en sus años mozos pese a las restricciones legales que obstaculizaban -pero no impedían del todo- el goce de ese derecho antes de 2013 y del cual regresó en 2004 con un permiso temporal de visita familiar de dos semanas. Lo mejor de esta parte del cuento, que no suele difundirse, es que Sánchez volvió a establecerse en La Habana y justo desde entonces fundó el magacín Consenso, preludio de su crítica sistemática en el portal Desde Cuba  y en Generación Y.

   La primera edición de 14ymedio es prueba fehaciente de en este nuevo proyecto la filóloga hija de ferrocarrilero –gracias a las gratuidades de la educación universitaria en el país que tanto denigra- sólo hablará de inseguridades, carencias, pobreza, corrupción y maltratos en Cuba, mientras sus cuentas siguen acercándose al millón de euros gracias a quienes tratan de potenciarla como la supuesta voz de una generación de cubanas y cubanos.

   Pese a los pregones, con sus 38 años, Sánchez se aleja cada vez más del pueblo que dice representar con sus sistemáticos artículos y comentarios. Si bien es cierto que nada es perfecto bajo el Sol, y menos en el orden humano, muchos ponen la balanza en esta isla y siguen considerando que en cuestión de respeto a derechos humanos, por estos lares se goza mucho más que en otras partes.

   Para evitar atiborrar al lector prescindo de enumerar lo harto conocido, desbordado hacia todos los rincones del mundo gracias al ejemplo de miles de médicos, entrenadores de deporte, ingenieros, constructores, periodistas, y hasta migrantes dignos, que tratan de mejorar económicamente en otros países sin tratar de marcar distancia del proyecto sociopolítico en medio del cual se formaron como hombres y mujeres de bien.

   Sánchez es parte de una generación de cubanos, cierto, pero se arroga el derecho de hablar en nombre de esta sin compartir los esfuerzos y sacrificios de muchos de sus integrantes que sufren las contingencias de una plaza sitiada por la potencia más fuerte del orbe.

   La palabra es un arma y lejos de esgrimirla para adentro, en aras de contribuir a mejorar situaciones salvables, esa cubana acaudala por obra y gracia de quienes premian el antipatriotismo lanza hacia fuera su gramática, aprendida sin costo alguno en las aulas de la Universidad de La Habana,  a sabiendas de que encontrará eco en oídos ansiosos por escuchar más de lo mismo.

   Entre esos destacan cientos que nunca más pisaron tierra cubana, o apenas disfrutaron de su belleza unas semanas, o ni siquiera la conocieron, debido a lo cual jamás entenderá por qué, pese a los avatares, siguen siendo miles los que respaldan cualquier propuesta transformadora que lejos de romper, afiance los ideales humanistas por los cuales sobrevivió este pueblo y este gobierno desde 1959.

   Tampoco pondrán neuronas en función de tratar de entender las razones del desprecio que tantas y tantos sienten hacia camaleones como esta mujer, cuyo único propósito es seguir engrosando cuentas bancarias a cualquier precio, igual que hacen en cualquier lugar del planeta otros de similar catadura moral.

   De cualquier modo la verdad se impone y otrora cercanos de ella dan fe de sus contradicciones. Para muestra un botón: las declaraciones de quien fungió como su traductor en italiano por seis años en correspondencia con su posición de empleado del periódico La Stampa de de ese país, el escritor Vincenzo Basile Yoani.

   “Sánchez ha rescindido su contrato con La Stampa y me ha convertido en un hombre libre que hasta ayer no podía decir lo que pensaba, ya que la traducía (…) Tengo la culpa de haber creído en la lucha de Yoani Sánchez (…), una lucha que partía de la base para golpear el poder (…). He tenido que enterarme – a golpes de amargas decepciones – que la oposición de Yoani Sánchez era letra muerta (…), me he dado cuenta de que he tratado con una persona que le da la máxima prioridad a intereses para nada idealistas. Una bloguera que vive su vida tranquila, que en Cuba nadie conoce y nadie hostiga, que no es amenazada, encarcelada, silenciada, que no tiene problemas para entrar y salir de su país”, comentó.

   “Por defender su rostro recibí ofensas y amenazas de castristas y comunistas italianos, por compartir una lucha inexistente, un sueño de libertad deseado por muchos, pero no por ella, que solo pensaba en el dinero proveniente de premios y contratos. (…) He creído en una lucha ideal que no existía. En realidad el objetivo de Yoani Sánchez siempre ha sido el de hacerse rica y famosa. Ahora lo ha conseguido. (…) Ahora Yoani Sánchez lanzará un periódico embustero (…), junto a sus amiguitos, que en Cuba nadie leerá (…). Pero, ¿qué le importa a Yoani? Ella solo necesita que alguien la financie, que se lea en Miami, mucho en España, que la comunidad cubana siga ilusionándose con una paladina inexistente”, señaló en una carta pública.

Más en: Traductor oficial de Yoani Sánchez en italiano: Ella solo piensa en el dinero http://www.trabajadores.cu/20140510/traductor-oficial-de-yoani-sanchez-en-italiano-ella-solo-piensa-en-el-dinero/

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