Guatemala: Pérdidas humanas sin reparaciones en basurero de la Zona 3

Las fuerzas asignadas para recuperar cuerpos de desaparecidos por un desprendimiento en el vertedero de la Zona 3 de Ciudad Guatemala disminuyen hoy, tres días después de la tragedia con saldo preliminar de cuatro muertos.

El jueves las labores de búsqueda duraron solo un par de horas y este viernes apenas se percibe un pequeño grupo de socorristas en las faenas, so pretexto de la inestabilidad del terreno en el vertedero ubicado a tres kilómetros del centro de la urbe, cerca del cual decenas de personas insisten en que las dejen entrar a buscar a unos 60 desaparecidos.
Si bien la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la Policía Nacional Civil y autoridades municipales y medios de prensa insisten en que el derrumbe dejó cuatro muertos y unos 19 heridos, otra es la opinión de quienes lloran a sus familiares o compañeros de labores en el lugar.
Cada día en ese relleno sanitario cerca de mil 500 guatemaltecos y guatemaltecas, de diversas edades, buscan objetos de vidrio, aluminio, papel, zinc, cartón u otros para reciclar o vender a las recuperadoras.
A pesar de la alarma emitida el miércoles, tras un primer deslave, decenas de ellos quedaron en sus faenas hasta que sobrevino el segundo alud que soterró a muchos, coincidieron autoridades y jornaleros o guajeros.
Los recelos en torno a las cifras oficiales motivaron que la Cruz Roja Guatemalteca realizara una suerte de sondeo de opinión ayer en las afueras del basurero, con un tamaño similar al de 60 canchas de fútbol y considerado el mayor de su tipo en Centroamérica.
Sin embargo, hasta ahora no se conocen los resultados estadísticos de esa encuesta, ni posibles medidas concebidas para persistir en la búsqueda y/o prevenir con vistas a evitar otros desastres como este.
Hace más de una década el relleno sanitario de la Zona 3 es eje de la controversia, por cuanto a él van a dar cada jornada cerca de mil 500 toneladas de basura de toda la capital, mientras un río de aguas negras acrecienta la humedad del terreno, la pestilencia y las posibilidades de deslaves como el del miércoles.
Más allá de los escrúpulos por el basurero aledaño a miles de viviendas de familias sumidas en la pobreza, desde 2005 a la fecha los desprendimientos en la zona ya sumaron 13 personas muertas y decenas de desaparecidas.
Pese a ello durante estos 11 años la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala, liderada por el alcalde Álvaro Arzú, insistió en que poco o nada puede hacer para frenar la afluencia de personas a ese depósito en busca de posibilidades de ganarse el sustento y menos para trasladar a otra región los desperdicios, concuerdan las fuentes.