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Fortaleza del recuerdo del Che Guevara en Bolivia

Fortaleza del recuerdo del Che Guevara en Bolivia

Ernesto Guevara de la Serna, el Che de las mayorías, recorre el territorio boliviano junto a su ejército internacionalista en este octubre teñido de dolor, pero también de compromiso en el aniversario 43 de su asesinato en el humilde poblado de La Higuera (Santa Cruz).

 La fortaleza del recuerdo del Guerrillero Heroico y sus compañeros de lucha puede palparse en cada jornada, en el accionar de la nueva tropa: la que integran médicos, educadores, trabajadores sociales y profesionales de otras ramas que, sin importar banderas, colaboran con este pueblo.

Entre los cooperantes bolivianos y venezolanos prima la divisa de contribuir a crear la Patria Grande Latinoamericana e impulsar el proyecto de cambio social.

Ellos protagonizaron, este 8 de octubre de 2010, junto a mujeres y hombres de otros países de la región, el sentido homenaje al reducido grupo de combatientes masacrados en la Quebrada del Yuro.

Para los participantes en el recorrido por la ruta de los héroes liderados por el Che, desde el municipio cruceño de Vallegrande hasta la comunidad de La Higuera, el pecho vibró de emoción y los compromisos se renovaron, según sus declaraciones.

Argentinos, venezolanos, cubanos, bolivianos, ecuatorianos, brasileños, uruguayos y hasta hindúes, anduvieron juntos por esos lares y en comentarios a Prensa Latina, reflejaron que sus pasos iban guiados por un ideal común.

Más allá de las palabras, los rostros mostraron el impacto en las unidades del Hospital Nuestro Señor de Malta, donde lavaron y expusieron el cadáver de quien devino símbolo de resistencia en el mundo tras su asesinato por parte del Ejército, en 1967.

También cerca de la lápida que rememora a la única mujer del grupo, Tamara Bunke, y en el mausoleo que guardó los restos del Che y sus colaboradores por tres décadas hasta su traslado a territorio cubano.

Allí -"donde procuraron ocultar la historia, el heroísmo y desvanecer el ejemplo del Che", al decir del embajador cubano en Bolivia, Rafael Dausá- quedó la certeza de que por fin avanza la unidad latinoamericana.

Si volviera San Ernesto de La Higuera -como le recuerdan campesinas y campesinos de la zona- sentiría orgullo al comprobar que el cambio social se apodera de Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, y continúa vigente en Cuba.

En ese "santuario a la dignidad humana" el bien más reverenciado en este octubre fue la entrega a la causa de otros, particularmente de médicos bolivianos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, que socorrieron al pueblo haitiano tras el terremoto de enero de 2010.

Igual, recibieron el estímulo los cooperantes del archipiélago y de la República Bolivariana de Venezuela destacados en la prestación de servicios en Bolivia.

Como corolario, trovadores de ambos países -Yolo Bonilla, Eduardo Sosa y Raúl Torres (Cuba) y Jesús Maldonado, Ali Costas y Ricardo Aguilar (Venezuela)-, enseñaron la hermandad desde el arte en esta ocasión.

Vigencia del pensamiento

"La máxima aspiración del Che es que nuestra América Latina fuera una sola y una sola para el bien de todos sus habitantes", expresó Dausá, para quien "ese camino se ha empezado a andar y se está andando con paso firme en Bolivia, Venezuela, Ecuador, y en otros países".

Sólo los cooperantes de la salud atendieron en cuatro años y de forma gratuita a más de 40 millones de bolivianas y bolivianos, devolvieron la vista a más de 548 mil personas en virtud de la Operación Milagro, y dieron primeros auxilios y otros en más de 200 municipios y 90 provincias del país andino.

Profesionales cubanos de la educación también contribuyeron en gran parte a los resultados favorables obtenidos durante la campaña de alfabetización, concluida en diciembre de 2008, en la que 824 mil 101 aprendieron a leer y a escribir.

Estos también se sumaron al Programa Nacional de Post Alfabetización y participan en las más de 11 mil 742 unidades creadas al efecto en cárceles, barrios, iglesias, asilos de ancianos, sindicatos, juntas vecinales y otros.

Desde la llegada al territorio vallegrandino, los integrantes de las brigadas cubanas igual dieron su aporte a la transformación en la región y a los planes impulsados en ese sentido por el gobierno de Evo Morales.

Por ello, como señalara Dausá, lo que antes era un lugar intrincado e inhóspito cambia su fisonomía, aunque nunca variará su esencia revolucionaria desde que devino símbolo para América Latina y el mundo.

Al ser increpados acerca de lo que representaba para algunos de ellos estar en los lugares por los cuales pasó el Che, cubanos, venezolanos, ecuatorianos, uruguayos, argentinos y otros, coincidieron en afirmar que esto era, por encima de todo, un compromiso de trabajar cada día más fuerte.

"Me llevaré para la Patria el orgullo de haber estado en un lugar tan hermoso y grandioso para todos como este", afirmó el médico cubano Yoandri Oliva, a pocos meses de terminar su misión en este territorio suramericano.

Para su colega Pável Noa, el orgullo crece desde que pisó tierra vallegrandina por el sólo hecho de saber que antes por allí estuvo el que considera su principal inspiración desde que era niño.

También la doctora Mariuska Durán, integrante de la brigada médica en Santa Cruz, aseguró que nunca pensó estar en la zona en la que tanta historia se escribió y menos, conocer de cerca los lugares por los cuales transitó el héroe de todos los cubanos y el mundo antes de su muerte.

El delegado de la Coordinadora de Solidaridad con Cuba en Ecuador, Ramiro Villamagua, consideró que estar cerca del escenario principal de la gesta del Che en Bolivia despertaba un doble sentimiento: pesar por su pérdida física y satisfacción porque la muerte sólo logró inmortalizar su ejemplo de lucha revolucionaria.

Guevara enseñó que la mejor manera es hacer las cosas más que decirlas y su pensamiento filosófico, económico, social y económico, sigue vigente, añadió.

En opinión del también afiliado al Instituto Cubano Ecuatoriano José Martí, Che está vivo en el contexto latinoamericano de hoy porque la unidad soñada por él en nuestras tierras va siendo realidad y los negros, indios, mulatos, están tomando las riendas de su destino.

El trabajador social comunitario y diputado boliviano por el gubernamental Movimiento al Socialismo, Franklin Garvizu, por su parte, calificó de emotivo el encuentro de varias generaciones comprometidas con el ideario guevariano, cerca de su última morada.

En tanto, Oswaldo Peredo, el hermano de Inti y Coco Peredo, dos de los combatientes bolivianos caídos junto al Che, consideró que jornadas como estas sólo implican un acicate para el futuro.

Para el Chato, como lo identifican, el compromiso nunca se acaba y en ese plano resaltó la propuesta del Che del hombre nuevo, que también está por concretarse en esta tierra, en la cual dejó su sangre por la alborada que llega bajo el signo de la refundación.

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