Minera contamina con cianuro río en Nicaragua, denuncia diputado
Desde inicios de 2013 la empresa minera Hemco retomó los vertimientos de cianuro en el río Tungky, que atraviesa territorios indígenas mayangnas en la Región Autónoma Atlántico Norte de Nicaragua, denunció hoy el diputado Noé Coleman.
El representante de esa nación amerindia ante la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) precisó a Prensa Latina que los derrames de esa y otras sustancias químicas afectan hace décadas a los cuatro mil 500 pobladores de la comunidad Sauni Arungka, en la zona de Bonanza.
También impactan de modo negativo a más de cuatro mil personas que habitan en el territorio mayangna Tuahka y a parte de los miskitos asentados cerca del río Bambana, que se cruza con el Tungky, explicó.
Coleman ejemplificó que el domingo 19 de mayo esa empresa volvió a arrojar cianuro y que ahora las aguas del Tungky “tienen mal olor de peces muertos”.
“Ya casi no hay peces y una señora de unos 50 años tuvo que ser hospitalizada con urgencia por la persistencia de los vómitos y diarreas con sangre por el consumo de uno de esos animales”, comentó.
Calificó de grave la situación y aseguró que la contaminación progresiva de ese cauce, que atraviesa la nación Sumu Mayangna, cobró fuerza a partir de que la empresa Hemco iniciara sus operaciones en el área, en 1995.
Datos aportados por el diputado amerindio permiten fijar los vertidos de cianuro desde épocas anteriores: “en 1972 hubo que declarar emergencia debido a la constatación de que al menos 42 niños y niñas indígenas habían muerto debido a la toxicidad alcanzada por las aguas del Tungky”.
“En la actualidad en las nueve comunidades que habitan esa zona no hay ancianos, todos se han muerto”, expresó y lo atribuyó al consumo del agua de los ríos Tungky y Bambana, con desembocadura en el Prinzapolka, para cuestiones vitales como beber, cocinar los alimentos o bañarse.
Los derrames provocados de cianuro y otros tóxicos fueron suspendidos en 1988, en medio de la situación de guerra en el área y por la fuerza alcanzada por las demandas de los indígenas, refirió el parlamentario.
Pero en 2005, enfatizó, volvieron a arrojar esas sustancias y hubo varias reses, caballos, gallinas, y otros animales muertos, así como personas con múltiples padecimientos alérgicos, de la vista, cáncer, y otros.
“Esa empresa debe ser sancionada por todo eso y obligada a indemnizar a los pueblos indígenas de esa región por tantos años de venir contaminando la fuente hídrica principal de esas comunidades, donde tiene concesiones y nunca invirtió algo de sus cuantiosas ganancias”, subrayó.
Los miembros de la comunidad Sauni Arungka, como otras de la región, carecen de agua potable y ello pudiera resolverse de los mismos recursos que saca Hemco, abundó el legislador mayangna.
Coleman instó a las instituciones relacionadas con el tema medio ambiental y en particular al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) “a poner mano dura y hacer justicia para los pueblos humildes que viven hace años perjudicados por esa empresa”.
“No vamos a descansar hasta que pare el daño que se ha hecho a esas comunidades y los culpables reciban las sanciones que merecen”, advirtió.
De acuerdo con Coleman, “la Comisión de Asuntos de los Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Regímenes Autonómico de la Asamblea Nacional tiene una posición al respecto y ya existe una comisión especial que está investigando la situación”.
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