Colaborador procuró implicar a fiscal guatemalteca en corrupción
El colaborador eficaz del Ministerio Público de Guatemala (MP) Juan Carlos Monzón procuró implicar a la titular de esa cartera de Gobierno y fiscal general Thelma Aldana en un caso de corrupción, refieren fuentes judiciales. Según revela uno de los 216 legajos de declaraciones del exsecretario privado de la exvicepresidenta Roxana Baldetti, este acudió en 2014 a donde la ahora protagonista de la lucha anticorrupción en el país para solicitarle que parara una investigación en su contra por contrabando.
Monzón llegó a Aldana gracias a la intervención de su exjefa y por ello creyó haber logrado frenar la búsqueda de información, empero la fiscal general aseguró al Diario Digital que esto nunca ocurrió y que dentro de unos meses darán el resultado.
"Ha avanzado la investigación, él está involucrado y se está trabajando su colaboración eficaz, nos hace falta una parte, él está entregando documentos y datos, espero que en un par de meses esté listo", explicó la fiscal general.
El exsecretario privado de la Vicepresidencia tenía a su cargo el tema de granos básicos, para contrarrestar la crisis de hambruna causada por la sequía, y pese a advertencias de su exjefa hizo y deshizo en su beneficio en ese ámbito.
"No me vayan a jugar con el dinero, con el hambre de los que se están muriendo de hambre, no vayas a cobrar comisión ni nada", le dijo Baldetti al darle esa misión, relató el colaborador eficaz del MP.
También aseveró que su exjefa le precisó que no quería que en el negocio a la Arrocera San Francisco, por lo cual se decantó por el propietario de El Bodegón, aunque sabía que esta carecía de capacidad financiera.
Monzón admitió que logró quedarse con la mitad de utilidades de El Bodegón y que con ello creó una empresa con la misión de comprar a diferentes proveedores locales el arroz y frijol, así como a una salvadoreña.
Los camiones encargados de trasladar el producto los puso a nombre de su esposa y alguna vez hasta hicieron uso de un arroz almacenado en la Portuaria Quetzal, en el departamento sureño de Escuintla, con gorgojo y quebrado.
El negocio sólo acabó cuando Baldetti le advirtió que "mirá, fíjate que hay una investigación que el producto que se está vendiendo es producto de contrabando...el presidente dice que quités a esa empresa y que ya no comprés, que él ya tiene información de que hay una investigación con eso".
Monzón contó a Baldetti que estaba cobrando utilidades y esta lo regañó, pero le ofreció conseguirle una cita con la fiscal general para que le explicara.
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