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Guatemala: emprendimientos como alternativa

Guatemala: emprendimientos como alternativa

Con la llegada de las fiestas decembrinas cobra fuerza el espíritu emprendedor de la población guatemalteca. Ofertas de alimentos, de bebidas y artesanías de todo tipo ganan terreno por doquier, así como adornos a propósito de las celebraciones navideñas y por el nuevo año.

Este apogeo debe mucho al gran potencial local para el desarrollo de las manufacturas, pero también a que son negocios que pueden desarrollarse con mayor facilidad y sin tanto costo en sus primeras etapas.

La necesidad de generar ingresos, ante la escasez de empleos formales o de trabajos mal remunerados, en una economía marcada por el deterioro a pesar de su aparente estabilidad, es lo que impulsa a buena parte de las personas en casi todo el país a tratar de llevar a la práctica sus proyectos emprendedores.

“En Guatemala los emprendedores surgen por necesidad, ante la falta de oferta laboral en el mercado de la nación. En este país centroamericano existe un grueso de la población que decide emprender un negocio propio”, comentó .

El Índice de Mejores Trabajos, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dejó a la luz que en Guatemala están concentrados los peores trabajos en América Latina, tanto por la calidad como por la cantidad de estos. Por ello, con 44.9 puntos, quedó al final de una lista de 17 países de la región, cuyo promedio es de 57.1.

De acuerdo con los elementos evaluados, este país tiene 68,6 puntos en la participación laboral y 67.1 en la ocupación, también por debajo del promedio latinoamericano (77). Pero es en la formalidad donde aparece más lejos todavía, con 13.9, frente al 33.5 del área.

Las notas rojas prevalecieron, además, con relación al salario suficiente para no caer en la pobreza: 30 de 46.7 regional. De hecho, la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) reflejó que más el 60% de la población guatemalteca ocupada recibe ingresos mensuales por debajo de los Q1,670.

Sin embargo, para autoridades del Ministerio de Economía (Mineco), la tendencia al emprendedurismo en el territorio está asociada a que en la filosofía maya y de las restantes culturas que sirven de base a la nacionalidad guatemalteca, el comercio y el negocio son vistos como parte del ADN de las personas. Es decir, se transmiten por herencia.

Venta de frutas por doquier con la esperanza de un ingreso. Foto: Esp-summer

“Y este es un país de cuatro culturas, maya, xinca, garífuna y ladina, por eso tenemos el emprendedurismo en el ADN”, afirmó el Viceministro de Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Mypime), Ezrra Orozco, para quien resultó revelador un estudio que mostró que 8 de cada 10 seres humanos están insatisfechos con su trabajo.

Según el funcionario, el mercado laboral va en declive, en buena medida por el acrecentamiento de la competitividad, de la productividad, de la automatización y de la globalización o mundialización.

“El progreso digital está sustituyendo máquinas por hombres, procesos más eficientes por puestos de trabajo, aproximadamente cada desarrollo tecnológico cuesta 15 mil empleos. ¿Cuántos fueron sustituidos por cajeros automáticos, cuántos por una aplicación?”, afirmó y recordó que se habla, incluso, de profesiones que probablemente dejen de necesitarse en el futuro, como la del químico biólogo o la de algunos cirujanos, porque ya se hacen exámenes y operaciones a distancia.

“Por otro lado, cada vez son mayores los requisitos, las calificaciones académicas y condicionantes para ingresar a un puesto de trabajo formal. Frente a este panorama, lo único que toca es emprender nuestra propia fuente de ingresos. Por eso, para nosotros, es muy importante fomentar el emprendimiento en todos los sectores”, expresó.

Y remarcó que “hablar de emprendimiento en el agro es un gran paso, hablar de emprendimiento en el sector Gobierno es un gran paso, hablar de emprendimiento en cualquier sector, en cualquier círculo es un gran paso”.

“Claro que hay personas que definitivamente no desean emprender, otras que quieren, pero no pueden; otras que quieren y pueden, y otras que ni quieren ni pueden”, admitió, más insistió en que la apuesta del MINECO es alentar a quienes tengan el deseo de arriesgar con tal de alcanzar una mejor situación económica a través de un emprendimiento.

“Si traemos empresas grandes para generar empleos, vamos a tener un país de empleados. Pero si alentamos al guatemalteco a generar empresas, a ser el dueño de su empresa y a generar empleos, vamos a tener un país de propietarios. Y eso es un cambio de paradigma muy grande, es más sostenible”, consideró el viceministro.

Orozco advirtió del riesgo que supone cualquier cambio en las condiciones sociales u otras circunstancias, porque “las empresas grandes tienen más facilidades para cerrar operaciones e irse a otro lugar, donde se les ofrezcan mejores condiciones para su inversión”. En cambio, la MYPIME tiene que seguir en su sitio, procurando ganar terreno y fortalecer sus estructuras, su productividad y su mercado potencial, agregó.

El viceministro informó que en Guatemala el 85% del empleo es generado por este sector, así como 30% de las exportaciones y 40% del Producto Interno Bruto (PIB), de ahí la importancia del respaldo a los emprendedores.

Uno de los esfuerzos desplegados por el MINECO para fortalecer la innovación y mejorar las capacidades en el sector productivo, público y académico del país, pero sobre todo para crear espacios de negocios en los cuales los emprendedores pudieran incrementar sus resultados, fue la realización del Guatemala Innovation Forum 2017.

El encuentro, inaugurado el 22 de noviembre del año precedente, logró reunir a cientos de empresarios y a emprendedores con negocios escalables e inversionistas, con ideas novedosas, capaces de generar cambios y de contribuir al despliegue de una cultura de innovación. También estuvieron representados en la cita Israel, Estados Unidos, España y Chile, por conferencistas vinculados a estos temas, quienes compartieron sus experiencias y dejaron el grato sabor de la posibilidad de conducir los destinos de la economía por una ruta más provechosa.

APOGEO EMPRENDEDOR

Conforme con investigaciones realizadas, el Monitor de Hogar de Emprendimiento de Centroamérica asegura que Guatemala tiene una de las tasas más altas de intención emprendedora de América Latina. Por su parte, el Reporte Nacional del Monitor Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés) refiere que de una población de 16,58 millones personas alrededor de 2.4 millones iniciaron o poseen negocios propios.

El informe presentado por la Universidad Francisco Marroquín, con el apoyo de Templeton Foundation y del Centro de Emprendimiento Kirzner, ubicó a este país centroamericano en el puesto número 9, en una lista de 65 economías analizadas en todo el mundo, que abarcan un 70% de la población mundial y el 85% del Producto Interno Bruto (PIB) global.

Asimismo, mostró que para el 95% de la población guatemalteca iniciar un negocio es una actividad deseable para ganarse la vida, pese a lo cual 34% reconoció su miedo a fracasar en el intento de lanzarse a los negocios.

Los frenos a los potenciales emprendedores giran en torno a la complejidad para operar bajo las regulaciones existentes, por lo cual muchas personas recurren a emprender en la informalidad, lo que mantiene al país a la cabeza del resto de los latinoamericanos con un 78% en ese indicador, acorde con el Fondo Monetario Internacional FMI.

Al unísono obra como punta de lanza contra esta alternativa de desarrollo personal y nacional la continuidad de un escenario de violencia, en el cual tienen un lugar destacado las extorsiones. Si se es un emprendedor con un éxito más o menos reconocido en la comunidad, se corre el riesgo de ser víctimas de robo, de asalto o simplemente de las redes dedicadas a coaccionar a las personas para obligarlas a pagar por preservar su integridad física.

Cifras manejadas por los especialistas en estos temas sugieren que un emprendedor tiene al menos 1.6 veces más posibilidades de ser asaltado que otro guatemalteco. Y que cuando uno de estos es víctima de un crimen, el costo del mismo puede llegar al 80% de la inversión con la que inició su proyecto.

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