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¿Quién representa y defiende los derechos de los cubanos en el mundo?

¿Quién representa y defiende los derechos de los cubanos en el mundo?

Cualquier aerolínea de poca monta, como Aeroméxico, humilla a los cubanos, encerrándolos cual delincuentes, durante una escala en México. 

Abusan, porque los cubanos no tenemos quien nos represente.

Cuba es un Estado Fallido: viola Derechos Humanos y alienta a otros a violar derechos.

¿Dónde se ha visto que a un turista, sin delito, le encierren en  manada en un salón sin poder usar ni recargar su teléfono, fumar, tomar fotos o café, o comprar comida, y bajo custodia policial?

Sólo en México, contra los cubanos. ¡Aeroméxico es la peste y viola los derechos humanos de los turistas!

Aeroméxico cobra a los cubanos $2912 por viajar a Managua -con escala de 17 horas en México-, más $70 por un permiso para esa estancia de tránsito. Y lo que le espera a cualquier cubano en el Aeropuerto Benito Juárez, o en otro, es avasallador:

🪀Les quitan el pasaporte en La Habana al hacer el check in  y no se lo devuelven hasta el check in de salida de México. 

🪀Ya en México los encierran, en un salón, con apenas unas 4 literas para niños y personas mayores, y el resto debe pernoctar en asientos dincómodos en extremo o en el piso.🪀Les prohiben usar teléfono, recargarlo, fumar o salir a comprar comida en otra área del aeropuerto.

En fin: Atropellan y las autoridades del Instituto Nacional de Migración del Gobierno de México, Manuel López Obrador, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y todos los organismos de Derechos Humanos se desatienden de ello.

Peor todavía es que el Gobierno de Cuba olvide su responsabilidad máxima: velar por los derechos de los ciudadanos cubanos dentro y fuera de la isla.

Lejos de asumir esa función, las autoridades de Cuba se desatienden y hasta alientan a que los Estados receptores tomen "precauciones" para frenar el éxodo masivo de esa isla maldita, por la pésima gestión de Miguel Díaz Canel y su gabinete de des-gobierno.

El siglo XXI trajo mucho más dolor a la población cubana. El desafío para la mayoría es huir o morir en vida en medio del hambre, la desproporcionada carestía de la vida, los apagones, la falta de medicamentos y el caos en todas las esferas económicas, sociales e incluso en la política.

Cuba, más que una dictadura al estilo tradicional, es un campo de concentración al estilo hitleriano y la reversión de esa triste realidad -que a diario nos golpea en el rostro a quienes creímos alguna vez en el altruismo del discurso manipulador socialista- no se avizora ni siquiera en el largo plazo.

Ni la eliminación del bloqueo, ni un cambio de presidente, ni una nueva constitución, ni grupos pro derechos ni organizaciones civiles que insisten en el cambio, podrán borrar la desesperanza, el desconsuelo, los recelos, la desconfianza, la apatía ciudadana, el terror a seguir viviendo en un país donde la cárcel o el ostracismo son la única respuesta a quien se atreve a disentir.

La paz mental, esa calma interior tan necesaria para evitar el incremento de los niveles de cortizol como consecuencia del estrés, está negada a los cubanos. Se intenta, se trabaja por alcanzarla, pero parece inaccesible ante tanta tristeza por ver sólo los escombros del mundo que nos prometieron y que nunca construyeron.

Huir, huir, huir es lo único que sueñan hasta los que nunca lo harán por falta de recursos o de valor para ello, después de 64 años de envenenamiento de las mentes al punto de crear dogmas paralizantes y justificativos de todo lo nefasto de un gobierno que reitera hasta el cansancio ser humanista mientras masacra vilmente a sus conciudadanos.

Como diría cualquier hijo de vecino en Cuba: ¡Estamos jodidos, los cubanos estamos bien jodidos!

Y ahora, que me acusen de pesimista y mala onda. Pero del "pasado de gloria" en el que creyeron muchos, Cuba cayó en un agujero negro del espacio y al menos todavía es imposible avizorar la puerta de salida.

*Desde Guatemala, 12.12.2022


 

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