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Goces en el periodismo: Oscar Arias Puertas abiertas a las armas

Goces en el periodismo: Oscar Arias Puertas abiertas a las armas

Los intentos de desacreditar mi trabajo Oscar Arias: Del Nobel a la militarización, por parte del propio presidente tico y de algunos de los funcionarios de su administración, impulsaron este otro comentario más preciso acerca de las acciones del innobel a espaldas de su pueblo para favorecer a las transnacionales armamentistas. Lo comparto con mis lectores y les adelanto que pronto tendrán noticias acerca de este tema. El otrora paraíso centroamericano dejó de serlo y parece que de manera irreversible. A la izquierda, una imagen tomada por mí en la ciudad de Cartago, meses antes de publicar estas experiencias.

Oscar Arias: puertas abiertas a las armas

Isabel Soto Mayedo (Agencia Prensa Latina, La Habana, 4 de octubre de 2006)

Redacción Central, 4 oct (PL) Costa Rica se aferra hoy a su fama de paraíso centroamericano, más la contradicción aflora entre los discursos del presidente Oscar Arias y las denuncias de múltiples sectores sobre la militarización creciente en ese país.

Desde mayo de 2006 a la fecha, más de un reclamo de políticos, diputados, organizaciones sindicales y civiles de esa nación puso al descubierto la sutil política coercitiva del mandatario y su tendencia a violar los derechos ciudadanos.

El colmo para algunos fue que Arias, reconocido internacionalmente por sus pronunciamientos pacifistas, avalara que las transnacionales del armamento lleguen a Costa Rica a instalar sus fábricas mediante un decreto ejecutivo, publicado en la Gaceta No. 161 del 23 de agosto de 2006.

Este documento oficial, poco difundido por los medios de comunicación ticos, legitimó “la fabricación de armas de fuego. Armas portátiles. Escopetas y pistolas de aire y gas comprimido. Fabricación de explosivos y municiones. Fabricación de armas portátiles y accesorios, artillería pesada y ligera”.

El “Reglamento General para el Ordenamiento de permisos y Funcionamiento por parte del Ministerio de Salud” aprobó además la producción en este territorio de aeronaves y naves espaciales “para el transporte de mercaderías y pasajeros, para defensa militar, deporte y otros fines”.

Incluso, el Grupo 233, Clasificación 2330 de ese decreto permite extraer metal de uranio a partir de la peoblenda y otros minerales que lo contienen y elaborar “aleaciones, dispersiones y mezclas de uranio natural y sus compuestos y la fabricación de otros elementos, isótopos y compuestos radioactivos”.

Más, paradojas de la política: luego de firmar tan explosivo decreto, Arias destruyó armamento como supuesta prueba de su vocación pacifista durante la celebración de sus 100 días de gobierno, en el Parque Nacional de San José.

Impudor al hombro, el jefe de Estado viajó después a la sede neoyorquina de la Organización de las Naciones Unidas y arremetió contra “el gasto militar, la carrera armamentista y el comercio de armas como ofensivos a la condición humana”.

Pero mientras esa falsa imagen recorría el mundo, en Costa Rica se sucedían los intentos por ocultar la existencia del Decreto Ejecutivo no. 33240-S, a pesar de lo cual trascendió.

Según Informático.com, la alusión a la producción de armas en este documento emergió después que el diputado Oscar Nuñez, del gobernante Partido de Liberación Nacional, “saliera a la prensa para ratificar la existencia del decreto en cuestión”.

Aunque el ex secretario general de esa fracción procuraba justificar el presumible “error” del presidente al avalar la fabricación de todo tipo de artefactos de muerte, los opositores a su gestión se encargaban de demostrar que esta maniobra sólo abría las puertas a otros intereses.

Tal decisión presidencial sirve de antesala a la aplicación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), porque responde a la exigencia de Washington de reformar la legislación local de acuerdo con lo pactado, opinaron investigadores y políticos costarricenses.

En efecto, el texto publicado en la Gaceta No. 161 del 23 de agosto de 2006 posibilitará que transnacionales como la Raytheon Company, fabricante de las bombas Patriot y Tomahawk, puedan instalarse en ese territorio centroamericano para multiplicar sus capitales.

Oscar López, diputado por el Partido Accesibilidad Sin Exclusión, denunció públicamente que ese consorcio estadounidense logró inscribirse en el registro de propiedad tico, comprar cinco hectáreas en Paquera, región de Puntarenas, y está en vías de legitimar su marca.

En una misiva divulgada por Tribuna Democrática, el congresista costarricense aseguró que la transnacional proyectaba instalar un centro en esa zona para producir sistemas electro-ópticos, infrarrojos, software y otras tecnologías “al servicio de los intereses militares de sus contratistas”.

“Con la aprobación del TLC con Estados Unidos Centroamérica y República Dominicana la instalación de dicha compañía en Costa Rica será posible…lo que representa una gravísima contradicción a nuestra institucionalidad democrática”, señaló López.

Para diciembre del año en curso, está prevista la votación en el legislativo sobre ese tratado bilateral con Washington, cuya concreción permitirá la importación de armas y otros materiales bélicos, según el Anexo 3-3.

El estudio de ese documento, de más de dos mil 500 páginas, revela que la lista al anexo en cuestión contempla, en el folio 1050 del expediente 16.047, “Tanques y demás vehículos automóviles blindados de guerra, incluso con su armamento, sus partes”, entre otras posibles mercancías.

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