Semana de definiciones en Bolivia

La semana boliviana transcurrió en medio de la polémica desencadenada a partir de la fuga del gobernador tarijeño Mario Cossio, suspendido por varias denuncias de corrupción y asumido como "perseguido político" por grupos opositores paraguayos. Lejos de enfrentar a la justicia para validar su supuesta inocencia, el líder del partido Camino al Cambio escapó al país vecino y procura legalizar su status como asilado político, en tanto el Gobierno de Evo Morales insiste en lograr su extradición para su correspondiente procesamiento judicial. El único "riesgo" para Cossio en Bolivia es que tiene que enfrentar la verdad en los tribunales por los delitos de corrupción cometidos, y por ello la mayor parte de la ciudadanía demanda también la repatriación de quien "robó el dinero del pueblo", al decir del vicepresidente boliviano, Álvaro García. Paralelo a ese debate, la semana estuvo signada por la preparación de las condiciones para progresar en la adopción de leyes esenciales en pos de la seguridad alimentaria y del desarrollo económico plural durante la legislatura 2011. Las definiciones en ese orden redundaron en la creación de una agenda que contempla al menos seis proyectos de normas jurídicas, entre las cuales destacan la Ley General del Trabajo, la del Seguro Agrícola, y la modificación de la Ley de Hidrocarburos y la de Bancos, entre otros. El anuncio del quinto superávit consecutivo desde que asumió la administración de Morales y de un total en Reservas Internacionales Netas de 10 mil millones de dólares, alentaron a proseguir en la búsqueda de fórmulas más eficaces para consolidar el proceso de cambio. Mientras algunos procuran alentar el desconcierto, sobre la base de los supuestos resultados de la encuesta de la consultora privada Captura acerca de la popularidad del mandatario, otras acciones demuestran que bolivianas y bolivianos marchan hacia posiciones más resueltas frente a la coyuntura. Durante la celebración de su trigésimo primer aniversario, la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia "Bartolina Sisa" ratificó el respaldo de las de atuendos originarios y manos curtidas por el contacto con la tierra, a los programas de transformación social. Las bartolinas constituyen una agrupación fuerte y combativa, sumada a los proyectos tendientes a desarrollar la Patria, e impulsarán todas las acciones que mejoren la productividad y la lucha contra la corrupción y el contrabando, concordaron sus directivas. El respaldo popular también quedó probado frente a los intentos de los integrantes de la Confederación Sindical de Choferes de aumentar los precios de los pasajes del transporte público entre 22 y 24 por ciento, quienes retrocedieron en sus posiciones frente a la oposición de la ciudadanía. En el orden externo, una nueva batalla emprendió ahora el Gobierno boliviano al promover la despenalización de la hoja de coca, cuyo consumo es condenado hace casi medio siglo por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Durante una conferencia de prensa en Palacio Quemado, el jefe de Estado anunció el inicio de una campaña internacional para conseguir apoyo de gobiernos y organismos internacionales en la batalla por lograr la exclusión de la hoja de la lista de sustancias controladas, elaborada por el ente. La Convención de 1961 de la ONU incluyó a la hoja de coca entre los productos requeridos de control por su supuesta toxicidad, por lo cual las autoridades bolivianas pidieron hacer una enmienda al documento, cuestión que será tratada el 21 enero en la reunión general, en Ginebra. Morales solicitó a todos los gobiernos del mundo, incluido Estados Unidos, enmendar el "daño histórico" realizado al consumo tradicional de la coca y afirmó que existen los argumentos legales, culturales, científicos y sociales para borrarla de la Convención de 1961. Si el pedido de Bolivia no es aceptado y se mantiene esa penalización, ello no evitará que continúe el consumo popular de la hoja del arbusto andino, costumbre que data de épocas remotas, también en Perú y Colombia.