Pobreza galopante detrás del glamour de La Florida, Estados Unidos
Florida es el estado del sol, escenario de vacaciones de los ricos de todo el mundo, centro de la farándula, el glamour y el buen vivir. Pero detrás de este telón hay una realidad muy dura. La pobreza avanza a pasos galopantes. La riqueza es mínima.
Un estudio de la Universidad Internacional de Florida es demoledor. En lo que va de siglo XXI, en Florida todavía no se ha creado riqueza y la calidad de vida de la mayoría de sus habitantes no ha progresado. De hecho, los pobres han aumentado 47% desde el año 2000.
Según el estudio, revelado este miércoles, más de 3 millones de cabezas de familia sobreviven con salarios promedio de 11.000 dólares anuales, o sea, 5.000 dólares menos que el índice oficial de pobreza.
"El promedio de los ingresos familiares globales pueden ser un poco superiores, pero no mucho. Quizá unos 3.000 o 4.000 mil dólares más, pero casi siempre son trabajos precarios con muy poca seguridad y para los cuales no se necesita mucha destreza", explica a ELMUNDO.es el abogado laborista Carlos Fernández.
El estudio refleja también que la desigualdad entre ricos y pobres ha crecido 38% lo cual, a su vez, tuvo dos consecuencias: los gastos sociales que aportan los gobiernos locales se han disparado -hoy en día gastan más del doble que hace 10 años en mantener a las personas de bajos ingresos- y la economía informal parece ser la tabla de salvación a que acuden lo que necesitan reforzar sus ingresos, por el cual el Gobierno no tributa.
A finales del año fiscal que concluyó en septiembre del año pasado, el 87% de los 19,3 millones de personas que viven en Florida ganan menos de 100.000 dólares anuales. De ellos, el 53% perciben menos de 40.000 dólares. La situación se agrava porque cada día son menos las empresas o empleos que pagan seguros de salud, horas extras o vacaciones a sus empleados.
Un informe publicado el año pasado por el Gobierno municipal del área metropolitana de Miami reveló que el 54% de sus habitantes, aproximadamente 2,4 millones, no tienen seguro de salud. Esto obligó a la municipalidad a firmar acuerdos con aseguradoras para proveer un seguro de bajo coste, principalmente a aquellas personas que todavía no han alcanzado la edad mínima de 65 años para acceder a los servicios de salud subsidiados a nivel federal.
Según el estudio de la Universidad Internacional de Florida, la tasa de paro subió un 5% y el promedio de los salarios por hora bajaron un 4% desde el año 2000. Actualmente, el 7,1% de la población en edad de trabajar está en el paro y con pocas posibilidades de levantar cabeza. En Florida los parados reciben durante 18 meses un subsidio promedio de 232 dólares semanales, pero sólo el 32% de los parados tiene acceso a ello, lo que hace del estado del sol el cuarto peor de todo el país en este rubro.
En un intento por revertir esta situación, y con un mercado laboral poco preparado para los retos del desarrollo tecnológico y científico, el año 2011 las autoridades estatales aprobaron una ley que obliga a todos los que piden subsidios de paro a pasar exámenes de matemática, lectura e investigación. Pero en abril pasado, el Gobierno federal congeló el plan con el argumento de que puede violar los derechos civiles de los parados desamparados y que no tienen el inglés como su idioma principal. La única buena noticia en todo esto, apuntó el ‘Detroit Free Press’ es que, por lo menos, la tasa de parados en Florida es inferior al promedio nacional de 7,2%.
No es un gran consuelo para gente como Martina, una nicaragüense de 49 años que gana menos de 300 dólares semanales limpiando casas, recibe menos de 400 dólares mensuales adicionales del padre de sus dos hijos, pero paga 650 dólares todos los meses por el alquiler de su apartamento, en una zona pobre de la ciudad. La situación sería mucho más difícil si la organización caritativa 'Amigos for kids' no la ayudara.
El estudio de la Universidad Internacional de Florida revela también que la diferencia de los salarios entre mujeres y hombres ha caído 11% entre 2007 y 2011, favoreciéndolos a ellos. Aunque los de esto estos también han caído y se aproximan cada vez más rápido al de las mujeres. Otra consecuencia de la crisis económica que, pese a los anuncios esperanzadores de bonanza económica e inmobiliaria, ha tirado a la calles a miles de trabajadores de la construcción en los últimos cinco años, tras el ‘boom’ inmobiliario.
Miami es una ciudad de contrastes. La prensa local suele destacar que se parece cada vez más a Nueva York por la tenue pujanza financiera. Pero la realidad es que hay todo un mundo alejado del glamour, los turistas y el frenesí de la farándula, que hace de Miami una ciudad cada vez más parecida a Latinoamérica.
(Por Rui Ferreira. El Mundo, 5 sep. 2013.
En: http://www.rlp.com.ni/noticias/general/148255/florida-la-pobreza-galopante-detras-del-glamour )
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