Victimas de violencia podrán evitar careo con agresores en Honduras
El pleno del Congreso Nacional de Honduras aprobó una reforma que permite a las víctimas de violencia en entornos hogareños sustraerse de la confrontación con el denunciado si su condición emocional se lo impide.
La iniciativa fue avalada por los diputados en un solo debate y de forma unánime por la incidencia de la problemática en este país centroamericano, donde cada 15 minutos muere una persona de forma violenta y ocurren 14,6 homicidios de mujeres por cada 100 mil habitantes, según el Observatorio del Centro de Derechos de Mujeres.
La violencia en entornos familiares es el delito más denunciado a la oficina de emergencia de la Policía Nacional en Honduras, considerado el país más violento del mundo por la Organización de Naciones Unidas.
El diario La Tribuna, en su edición digital, recordó que el decreto de enmienda al artículo 23 de la Ley contra la Violencia Domestica, número 35-2013, fue promovido por la diputada del Partido de Innovación y Unidad, Doris Gutiérrez.
Ese acápite establecía que para que una víctima no se confrontara con su agresor o agresora tenía que mediar un dictamen elaborado por un forense o una autoridad de la Oficina de Asesoría Matrimonial, algo que implicaba esperar mucho tiempo.
En virtud del nuevo cambio aprobado por el parlamento unicameral los hombres y mujeres que sean parte de un juicio por hechos de ese tipo podrán renunciar a estar presente en una confrontación con el denunciado o denunciada cuando no se sientan bien emocionalmente.
La Comisión de Equidad de Género, presidida por la diputada liberal Yadira Bendaña, emitió un dictamen positivo del proyecto por los numerosos casos que se presentan en los tribunales por crímenes de esa naturaleza.
Los miembros del legislativo derogaron también el inciso ocho del artículo 23 de la Ley contra la Violencia Doméstica, que prohibía publicar en la prensa esos casos.
Para Gutiérrez, esa decisión era un retroceso, en tanto la diputada Fátima Mena consideró que esa protección era descabellada, porque a quien se protegía era al agresor, en lugar de salvaguardar a la víctima.
De 2002 a 2013 murieron de manera violenta al menos tres mil 923 mujeres en Honduras y 90 por ciento de los casos sigue en la impunidad, informó el Comisionado de los Derechos Humanos, Roberto Herrera.
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