Viejas influencias y el destape de Negociantes de Salud en Guatemala

El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) desarticularon una nueva red de corrupción que lucraba a costa de la salud de los afiliados del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

El empresario Gustavo Alejos, exsecretario privado del expresidente Álvaro Colom (2008-2012) y presunto financista de varios candidatos presidenciales, era parte del otro grupo criminal desvencijado este año de conjunto por la Fiscalía y el ente foráneo dirigido por el abogado colombiano Iván Velázquez.
Las autoridades de ambas instituciones explicaron que acorde con investigaciones al respecto arrestaron a 11 sospechosos, mas Alejos logró escabullirse de las fuerzas del orden, sin que todavía descubran su paradero.
Pruebas preliminares del caso conocido como Negociantes de Salud fueron acopiadas mediantes escuchas telefónicas y otras vías, desde noviembre de 2014 hasta abril de 2015, cuando el MP y la Cicig destaparon una red de defraudación aduanera que implicada a la exvicepresidenta Roxana Baldetti.
La presión popular anticorrupción desatada a partir de entonces obligó a dimitir a la funcionaria y luego al también implicado en ese caso, que trascendió como La Línea, el expresidente Otto Pérez Molina.
El grupo desmantelado ahora fue organizado con el fin de obtener beneficios ilícitos a través de servicios médicos e insumos en el IGSS y los involucrados eran dueños de farmacéuticas, funcionarios y médicos del Seguro Social, dirigidos por tres operadores: Alejos, Alejandro Toledo y Juan Muralles.
Entre los cargos que pudieran recaer sobre estos está la muerte de decenas de personas que padecían cáncer, las cuales se vieron imposibilitadas a acceder al Molgramostim, fármaco que eleva las defensas de los atacados por ese mal.
El titular de la Cicig, creada por mandato de la Organización de las Naciones Unidas para revertir la crisis institucional provocada por redes clandestinas en Guatemala (2007), precisó que el grupo se servía de ciertos médicos para que recetaran un mismo medicamento cuantas veces fuese necesario.
"Toda una estructura de corrupción organizada a través de la salud", afirmó y comentó que los operadores externos, algunos proveedores del Estado, contactaban a funcionarios del IGSS para apuntalar intereses comerciales y apelaban a información privilegiada, manejaban el mercado y corrompían.
Con esta operación, la Cicig y el MP completaron un ciclo de tres redes de corrupción desarticuladas en menos de un año dentro del IGSS y contribuyeron a sentar las pautas para revertir el déficit de medicamentos que ataca al sistema de salud guatemalteco.
Desde abril de 2015, las dos instituciones protagonistas de la lucha anticorrupción en Guatemala se lanzaron en una cruzada para revertir el caos en ese orden en este país y en mayo, acabaron con una red de fraude en el IGSS.
En el grupo inutilizado entonces operaban el expresidente del Seguro Social Juan de Dios Rodríguez; el titular del Banco de Guatemala, Julio Suárez; el hijo de la magistrada Blanca Stalling, Otto Fernando Molina; y otras 20 personas.
Contratos irregulares con la droguería Pisa, que proporcionaba servicios de diálisis peritoneal a los asegurados, marcaron la pauta a los enemigos del crimen organizado en el territorio, quienes atribuyeron a esas maniobras la muerte de más de 35 pacientes por peritonitis tras un tratamiento inadecuado.
Poco después el MP y la Cicig señalaron al diputado del partido Libertad Democrática Renovada (Líder), Baudilio Hichos, por efectuar una cotización irregular de una clínica del ISGG en la cabecera del departamento oriental de Chiquimula.

INFLUENCIAS DE LARGA DATA DE LOS NEGOCIANTES 
El protagonismo del exsecretario de Colom en el escándalo de corrupción que sacude al IGSS generó muchas suspicacias en un contexto marcado por la salida reciente de un proceso electoral en el cual pudo erigirse como gobernante otra vez la UNE.
Varios actores concuerdan en que Alejos logró una importante influencia política y convertirse en facilitador de negocios propios y ajenos, tras destacar como financista y operador de las campañas electorales del fundador de esa organización política (2003 y 2007).
Contrapoder recuerda que en entrevista concedida a esa revista, el 14 de marzo de 2014, el principal señalado en el caso Negociantes de Salud reconoció que apoyó con su dinero a la excandidata presidencial de la UNE, Sandra Torres; a Roberto Alejos, de Todos; y a la Gran Alianza Nacional (Gana).
"La he ayudado y la sigo ayudando", afirmó respecto a la exprimera dama, en tanto apuntó que "a la Gana siempre la he mantenido como partido, pero lógicamente ellos tienen otros financistas más fuertes ahora".
También dijo haber dado recursos financieros a la campaña de Ã"scar Berger, quien llegó a gobernante en 2004.
Durante el período en el gobierno de Colom (2008-2012) las empresas vinculadas con Alejos fueron beneficiadas por contratos públicos, y su hermano y padre, respectivamente, nominados como candidatos a diputados por la UNE, concuerdan televisoras guatemaltecas.
Mientras la Cicig, en un informe presentado el 15 de julio de 2015, dejó constancia de que el ahora sindicado en el caso del IGSS era uno de los recaudadores de financiamiento ilícito con fuerte influencia en el Estado.
"Uno de los casos emblemáticos más recientes en el que el recaudador se enriquece y construye redes de tráfico de influencia es el de Gustavo Alejos", puntualiza el documento, con relación a quien es conocido como el Omnímodo.
"La influencia por él ejercida fue descrita como omnímoda: si en la antigüedad todos los caminos conducían a Roma, así también durante el gobierno de la UNE, casi todos llegaban a Alejos", agrega.
Quizás eso explica porqué pese a las gestiones del MP y de la Cicig, este sigue desaparecido y según la fiscal Thelma Aldana, la última información sobre su ubicación es que estaba en un gimnasio a altas horas de la mañana del martes en que tuvo lugar la batida de las fuerzas policiales contra la red.