Jimmy Morales y la perspectiva de otros caminos para Guatemala
Como previeron las encuestas, anterior al balotaje del 25 de octubre de 2015, el protagonista de la película Un presidente de a Sombrero, Jimmy Morales, logró los votos necesarios para erigirse en el próximo gobernante de Guatemala.
Según el Tribunal Supremo Electoral, el actor de 46 años de edad, conocido por su emblemático personaje Neto, acumuló dos millones 750 mil 847 votos de los cuatro millones 79 mil 228 válidos emitidos para un 67,44 por ciento.
De otro modo: de los siete millones 545 mil 873 personas habilitadas para ejercer el sufragio, la mayoría optó por el candidato del Frente de Convergencia Nacional- Nación (FCN-Nación) pese a las críticas por el ligamen de ese partido con la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua).
Con este triunfo sobre Sandra Torres (Unidad Nacional de la Esperanza), quien apenas acumuló un millón 328 mil 381 puntos a su favor -o sea 32,56 puntos porcentuales-, Morales rompió con varios mitos en los procesos eleccionarios guatemaltecos.
El humorista es el primero de esa profesión en llegar a la presidencia, el candidato más votado en segunda vuelta desde 1985, y deviene símbolo del rechazo a la clase política tradicional en este país centroamericano.
Por todo esto, asume la responsabilidad enorme de sacar a Guatemala de la profunda crisis legada por reiterados escándalos de corrupción y problemáticas sociales acumuladas.
No obstante, algunos sectores manifiestan preocupación por el triunfo de quien está marcado por la incongruencia de haber sido postulado por un partido de militares, en medio del movimiento anticorrupción destapado tras el escándalo que acabó con la administración de un excoronel, Otto Pérez Molina.
"Vi en televisión a Morales arrebatar un texto a la candidata Torres. Ese acto es el de una agresión sin ningún tipo de atenuante", cuestionó el analista Miguel Ángel Sandoval y sugirió pensar en lo que podría motivar esa conducta misógina en el ejercicio del poder.
Recordó, además, que el evangélico propuso ponerles GPS -tecnología de localización- a los educadores como solución a la inasistencia de estos a clase para garantizar la enseñanza.
"Sin duda es una absoluta falta de realismo, y sobre todo, producto de una mentalidad con ribetes represivos", expresó en un artículo publicado por el sitio digital Prensa Comunitaria km.169.
El licenciado en Administración de Empresas y máster en Altos Estudios Estratégicos, con especialización en Seguridad y Defensa, es defensor de la pena de muerte y su plan de gobierno fue objeto de polémica por imprecisiones en el cómo y cuánto dedicará a revertir la caótica situación de Guatemala.
Más a su favor jugaron, por oposición a lo acostumbrado, su escasa experiencia como funcionario de Estado y la aspiración ciudadana de probar suerte con alguien desligado de la partidocracia culpada de todos los males.
Ahora queda por ver si Morales obra como vaticinó bajo el ropaje de Neto, cuando predijo que sería presidente con base en una formula bien afilada: "en las negras y afiladas alas del Ave Milgua me remontaré hacia el cielo y llegaré más alto que el cóndor y el águila real".
"Y ya cuando esté bien encumbrado, me dejaré venir veloz a la tierra del quetzal, montado en el pescuezo de un buitre justiciero. Después de eso, pondré mi mano blanca en las cabezas de todos los guerrilleros, comunistas y terroristas del país, y así haré que se cumpla la sagrada justicia de Jehová de los Ejércitos", agregó entonces.
"Con ese voto que ustedes me hicieron presidente, recibí un mandato y el mandato es luchar contra la corrupción que nos ha carcomido", declaró Morales a propósito de una victoria que dice haberle motivado "felicidad, agradecimiento pleno y un compromiso total con Guatemala".
PROMESAS PARA 2016-2020
Cabe reconocer que recurrente en los mensajes del presidente electo son las alusiones a su intención de combatir la corrupción, revertir la crisis del sistema de salud y la falta de medicamentos en los hospitales, así como la desatención a la comunidad de guatemaltecos residentes en el exterior.
Para quien ganó con el slogan "Ni corrupto, ni ladrón", es imperativo barrer las irregularidades que mellan la credibilidad en las instituciones y atraer una mayor inversión extranjera a fin de sanear la debilitada economía nacional.
"Todo delito deba ser sancionado, deba ser juzgado, en caso que el debido proceso demuestre que se cometió el delito. Nadie está por encima de la ley y nosotros estaremos con la total anuencia de que desde la Presidencia, por lo menos en el tema Ejecutivo, puedan ser investigados todos los casos", declaró.
También aseguró, acorde con una emisión de Canal Antigua, que respetará el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) hasta tanto esta logre traspasar toda su tecnología y funciones a las entidades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley en el territorio.
La labor de ese órgano de la Organización de Naciones Unidas, dirigido por el colombiano Iván Velázquez, fue esencial en la desarticulación de varios casos de corrupción como el de defraudación aduanera que llevó a la renuncia de Pérez Molina, en prisión preventiva por ello.
Morales prometió, además, gobernar de puertas abiertas y pidió al sector periodístico difundir la verdad de los pasos que dará su administración en aras de transformar el país.
"No tengo superpoderes, ni tengo varitas mágicas, pero sí tengo una vocación de servir más que comprobada", afirmó y confesó el miedo a cometer un error que genere decepciones entre quienes lo respaldaron. En cuanto a la necesidad de buscar consenso con un Congreso en el cual su partido carece de presencia, expresó que "no es negociable aquello que sea lesivo para la nación".
De igual modo admitió los desafíos que tiene ante sí, sobre todo por los vacíos que dejará un gobierno golpeado por muchos temas, asociados a la crisis que lo envolvió en virtud de los escándalos que obligaron a la renuncia de Pérez Molina y de su vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Mas reconoció las buenas intenciones de la administración de Alejandro Maldonado, quien asumió como mandatario el 3 de septiembre a raíz de esas dimisiones, y la calificó de bastante sana.
Morales definió que priorizará la educación como lo más importante, la salud como lo más urgente, así como la atención a un sector empresarial que podrá favorecer con su desarrollo a resolver problemas acumulados; pero de forma paralela atenderá la reconstrucción de carreteras, puentes y otras cuestiones.
Sobre los migrantes subrayó que pese a impedírselo la ley, estos "no votaron pero sí contaron" a través de sus familiares y el deseo de crear condiciones para una mejor atención a estos, sobre todo en Estados Unidos.
En aras de atender a esa comunidad anunció que pretende incrementar los consulados de Guatemala en el país norteño y colocar en esas sedes a personas preparadas en idiomas originarios para favorecer la comunicación con quienes acudan a estas en busca de ayuda.
Asegura que creará alternativas para la tramitación de títulos que avalen las habilidades de los emigrados y buscará implementar un seguro de vida para una eventual repatriación o en casos de retiro de aquellos que se vean obligados a retornar a tierra guatemalteca por salud o edad.
En Estados Unidos viven más de 1,5 millones de guatemaltecos y según cifras oficiales 60 por ciento de ellos está indocumentado en ese territorio, por lo cual relanzará la entrega del Documento Personal de Identificación (DPI).
Morales debe asumir la presidencia el 14 de enero de 2016 de manos de Maldonado, quien procura facilitar el proceso de transición, mas advierte que recibió un "país en quiebra, en ruina, con la moral por el suelo y sin recursos para pagar los asuntos más importantes".
Corresponderá al nuevo gobernante lidiar con esos y otros desafíos, bajo la vigilancia constante de un pueblo que durante una veintena de sábados demostró este año su disposición a retomar las calles con firmeza para defender su derecho a una administración estatal sin corruptos, pero sobre todo más efectiva.
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