Desmayo de abogado deviene factor de distracción en caso La Línea en Guatemala
El desmayo del abogado Mario Sanler, de origen cubano, es interpretado como un factor de distracción más en el proceso previo al eventual juicio de los implicados en el caso de defraudación aduanera La Línea, coinciden hoy muchas personas en Guatemala.
Consultores políticos y ciudadanos hacen notar que desde que iniciara la audiencia destinada a escuchar las declaraciones de anticipo de prueba del empresario Salvador Estuardo González, alias Eco, primaron en la sala insultos, faltas de respeto, interrupciones a los abogados e intentos de retardar esa fase.
De hecho la sesión iniciada el lunes fue aplazada en dos ocasiones por los rejuegos de un equipo de defensa en el cual destacan relojes y teléfonos celulares de lujo, así como señales de aburrimiento o despreocupación.
Primero, la vista se dilató hasta el martes ante las quejas de los litigantes so pretexto de la supuesta coacción por parte del Ministerio Público (MP) debido a la manipulación constante de cámaras de video y fotografías en el lugar, y a irregularidades en la notificación de Eco como colaborador eficaz de la Fiscalía.
El segundo día, cuando se había logrado escuchar casi por hora y media al expresidente de la Junta Directiva del periódico Siglo 21, tuvo lugar una escena que obligó una vez más a aplazar la audiencia para el miércoles.
Sanler devino protagonista de lo que para algunos no fue más que un show montado en aras de seguir dilatando el posible juicio contra el expresidente Otto Pérez Molina, su exvicetitular de gobierno Roxana Baldetti, y unos 60 empresarios y funcionarios más implicados en la defraudación de las aduanas.
"La intención de los abogados defensores es buscar la deslegitimación del proceso", remarcaron analistas de Canal Antigua y pusieron en entredicho la actitud prudente, mesurada y didáctica del juez del Tribunal de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez.
El juez encargado de decidir si finalmente Eco es ratificado como colaborador eficaz del MP sólo decidió postergar la vista, sin analizar o dictar evaluación médica del abogado presuntamente desmayado en la sala después de expresar su molestia por una imputación del fiscal en su contra.
Sanler negó de forma acalorada haber violado la seguridad de una prueba, dijo sentirse mal de salud y emprendió su retirada, en medio de la cual hubo de ser recorrido por sus colegas en medio del recinto.
Pero para muchas personas en este país esto no fue más que una simulación del abogado de la Defensoría Pública Penal, quien también aparentó un síncope el 26 de octubre de 2010, durante la audiencia por el caso abierto tras el asesinato de dos diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano.
Sanler defendía a Marvin Contreras Natareno, acusado del crimen, y en medio del juicio se desmayó repentinamente y tuvo que ser socorrido, pero luego de varios minutos, se arregló, se levantó y entró de nuevo a la sala, según publicó entonces el salvadoreño Diario de Hoy.
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