Crisis de salud pública motiva nueva protesta ciudadana en Guatemala
Médicos, estudiantes y trabajadores del Hospital General San Juan de Dios, el más grande e importante de Guatemala, volverán hoy a manifestarse contra la crisis que sacude a esa y casi todas las instituciones de salud pública. La protesta tendrá lugar frente al parqueo de ese nosocomio capitalino bajo el lema Salud Ya y patentizará la indignación general frente al deterioro considerable del sistema sanitario, que provoca la muerte diaria de decenas de personas y en particular de niños, anunciaron los organizadores.
El desabastecimiento en la red hospitalaria, la falta de personal, el éxodo de muchos profesionales y la supresión de servicios básicos por impagos acumulados, son algunas de las señales de la crisis en el sector, que trasciende la situación precaria de los hospitales e implica una multiplicidad de deficiencias, según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Esa institución estatal recibe cada día unas seis denuncias por mala atención, desabastecimiento, falta de equipo, camas y quejas vinculadas a la atención de salud.
Para la PDH, las acciones desarrolladas en estos tres meses por el Gobierno de Jimmy Morales para atenuar la crisis más aguda en la historia del sistema público de salud en Guatemala fueron improvisadas e insuficientes.
En los últimos cuatro años el sector padeció un total abandono y pese a las promesas reiteradas, las nuevas autoridades tampoco tocaron los problemas de fondo ni las causas de estos, sino que se limitaron a buscar opciones transitorias como los donativos de medicamentos, insumos y hasta alimentos, opina.
Resultado de todas esas irregularidades, en el primer trimestre del año 72 niños menores de cinco años murieron en el Hospital de Chiquimula, en el Oriente de Guatemala, y el 3 de abril se conoció la muerte de seis recién nacidos en el Hospital Nacional de Sololá, región suroccidental.
Frente al escándalo, autoridades sanitarias mencionaron complicaciones posoperatorias, problemas respiratorios, anomalías congénitas abdominales, intolerancia a los alimentos, y otras eventuales causas de esas muertes, pero directivos de los dispensarios admitieron la falta de unidades de cuidados intensivos y otras condiciones para atender a pacientes necesitados de asistencia especializada.
La PDH considera que estos datos son sólo una muestra de la situación generalizada por el profundo déficit presupuestario, el aumento de la deuda a los proveedores y la negativa de estos a continuarlos abasteciendo de insumos, por sólo citar algunos; y que tales irregularidades vulneran los derechos humanos, a la vida y a la salud de la población guatemalteca.
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