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Más de seis mil 423 mujeres asesinadas en Guatemala en siete años

Más de seis mil 423 mujeres asesinadas en Guatemala en siete años

De 2008 a 2016 fueron asesinadas alrededor de seis mil 423 mujeres en Guatemala, para un promedio de nueve por cada 11 mil, según un informe del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM).
Comparativamente se registró una mayor cantidad de hechos de violencia contra las féminas durante el primer año de Gobierno del presidente Jimmy Morales, que en el de Álvaro Colom (2008-2012) y Otto Pérez Molina (2012-2015), precisó la agrupación civil.

Según registros del GAM, en el año inaugural de la administración de Colom (2008) murieron de manera violenta 573 mujeres, en el de Pérez Molina (2012) 708 y en el Morales (2016) 739.

En cuanto a las cifras totales, durante los cuatro años de mandato del fundador del partido Unidad Nacional de la Esperanza ocurrieron dos mil 699 exterminadas, mientras que el del Partido Patriota -acusado de corrupción- fueron reportados dos mil 985 homicidios.

De otro lado, en los 14 meses transcurridos en la presidencia Morales tuvo que reconocer el asesinato de cerca de 700, 620 de ellas en un año, acorde con datos del Ministerio Público.

Por esa razón el GAM instó a esa cartera, a la de Gobernación y al Organismo Judicial a ’atacar de raíz esos hechos y crear políticas para erradicar de una vez por todas las formas de violencia contra la mujer’.

Guatemala cuenta desde el 2008 con una ley que tipifica el delito de femicidio; el de violencia sexual, económica, u otras formas de violencia contra la mujer, y, aunque regula juzgados y tribunales especializados para tales delitos, poco cambia, coinciden defensoras de los derechos de las mujeres.

ONU Mujer considera que el país es uno de los 25 del mundo, donde se comete mayor número de homicidios y cualquier forma de violencia contra la mujer por cuestiones de género, razones por las cuales también ocupa el lugar número 10 entre los 14 latinoamericanos incluidos en ese listado.

Muerte de niñas por incendio impacta marcha de mujeres en Guatemala

Muerte de niñas por incendio impacta marcha de mujeres en Guatemala

La muerte de al menos 19 niñas durante un incendio en un centro de acogida de la capital de Guatemala, impactó a las participantes en la marcha por el Día Internacional de la Mujer.

Representantes de organizaciones defensoras de los derechos del sector, de instituciones estatales, y de organismos internacionales y regionales, manifestaron a Prensa Latina su consternación por el hecho y la preocupación porque tales situaciones se den en lugares donde ellas debieran estar protegidas.

El Hogar Seguro Virgen de la Asunción -ubicado en San José Pinula, sureste de esta capital- está bajo la responsabilidad de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, tras un escándalo en noviembre de 2016 por la presunta desaparición de varias niñas y adolescentes albergadas allí.

De acuerdo con las entrevistadas es inconcebible que no se tomaran todas las precauciones para evitar algo tan terrible ahora: la muerte de 19 menores y el que 38 quedaran heridas. 'Por eso marchamos las mujeres, porque cada vez se están documentando más violaciones de derechos humanos contra las mujeres y queremos que en determinado momento esto pare', afirmó Roxana Cifuentes, del Consorcio Ixoquil.

Las mujeres y niñas tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia, tenemos derecho a la salud, tenemos derechos sexuales y reproductivos que deben ser garantizados por el Estado, enfatizó.

La coordinadora de ONU Mujeres en Guatemala para Mujeres, Paz, Seguridad y Acción Humanitaria, Ana Greis Cabrera, hizo notar lo crítico de la situación en este país en cuento a la igualdad entre ambos sexos.

'Las mujeres siguen enfrentando una situación de violencia delicada. Tenemos más de 58 mil denuncias al año y eso es un indicativo de cómo se camina hacia la igualdad', expresó y subrayó que 'nos falta mucho por andar'.

Marchar un día como hoy, y ante circunstancias como estas, es una necesidad para mí, porque desde los años 70 fui parte de los procesos de reivindicación de los derechos de nosotras en este país, compartió Iduvina Hernández, de Seguridad en Democracia.

Asimismo destacó que, pese a todo el trabajo previo y a los 20 años de firmada la paz, los derechos de las féminas siguen sin ser respetados 'y seguimos siendo una sociedad patriarcal, machista, misógina y excluyente'.

Según autoridades de la Secretaría de Bienestar Social, el incendio fue originado por las menores de edad al prenderle fuego a un colchón dentro de la institución, que alberga a más de 700 niñas.

Más para algunas de las marchistas, que recorrieron toda la Sexta Avenida de la capital e hicieron paradas momentáneas en el Ministerio de Gobernación, en el Congreso y en el Palacio Nacional de la Cultura, faltan detalles para saber lo que realmente ocurrió y que ofrece dudas después de anteriores episodios de negligencia y abusos allí.

En noviembre en el Hogar Virgen de la Asunción se registró la presunta pérdida de varias niñas refugiadas en el recinto, pero varias de ellas aparecieron con posterioridad y denunciaron los abusos a que eran sometidas.

Profusión de acciones por Día Internacional de la Mujer en Guatemala

Profusión de acciones por Día Internacional de la Mujer en Guatemala

Con un homenaje a las mujeres víctimas de violencia sexual en el destacamento militar de Sepur Zarco, durante la guerra interna, comenzará en Guatemala el programa concebido a propósito del Día Internacional de la Mujer.

El acto será a las 08:30 hora local en la Plaza de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia y de allí partirá una marcha masiva contra los femicidios, la violencia sexual, el irrespeto a los derechos sexuales y reproductivos, la trata de persona, el acoso callejero, la falta de paridad en los cargos de elección popular y la violencia contra las transgénero.

La caravana parará en el Ministerio Público, en el Congreso y en la sede del Ejecutivo, en el Palacio Nacional de la Cultura, hasta concentrarse al mediodía en la Plaza de la Constitución o Central de Guatemala.

En esa explanada, donde dos años antes cobró vida la indignación ciudadana contra la corrupción y el lunes volvió a ser el escenario del rechazo al gobierno de turno, tendrá lugar el acto político tras el cual el movimiento se sumará al Paro Internacional de Mujeres (PIM).

Las participantes en la procesión de la Santa Vulva, que saldrá a las 17:00 horas del parque Morazán, igual convergerán en la Plaza de la Constitución para escuchar el manifiesto mundial dedicado a las mujeres.

Un performance de María Canahuí, la lectura de poemas de Regina José Galindo y el convite de las Enfiestadas en La Majo, pondrán el sello cultural a las celebraciones, que incluyen conversatorios, exposiciones, y sesiones de reencuentro con la historia de desaparecidas, abusadas, o víctimas mortales de la violencia machista.

Guatemala es una suerte de plaza sitiada para las mujeres, si se considera que cada día unas 12 son agredidas -ocho de cada 10 en sus hogares- y que sólo en 2016 el Ministerio Público recibió 49 mil 397 denuncias por estos casos y documentó 620 de asesinatos.

Según el Observatorio del Grupo de Mujeres, desde el 2000 fueron exterminadas casi 10 mil y el 90 por ciento de esos crímenes continúan impunes; mientras la Policía Nacional Civil reconoce que en los primeros dos meses de este año otras 75 fueron aniquiladas de manera brutal.

Por su parte, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses confirmó que las violaciones sexuales están a la orden del día: sólo en enero 517 y 534 en febrero, para un total de mil 51 en el bimestre.

En tanto otros informes advierten que el 20,9 por ciento de las guatemaltecas que dan a luz son niñas o adolescentes de 10 a 19 años de edad, muchas de las cuales resultaron embarazadas por familiares suyos de manera forzosa y se vieron impelidas de recurrir a un aborto en condiciones legales y seguras para su salud.

Porque en Guatemala, uno de los 25 países en los cuales se comete mayor número de homicidios y cualquier forma de violencia contra la mujer por cuestiones de género, la interrupción del embarazo está criminalizada salvo por casos en que peligre la salud de la madre.

Sepur Zarco y la deuda con las víctimas de violencia sexual en Guatemala

Las mujeres violentadas sexualmente en el destacamento militar de Sepur Zarco, en el contexto de la guerra interna en Guatemala, claman todavía  por el resarcimiento del Estado pese al año transcurrido del fallo condenatorio en ese caso.

’Nosotras nos causa tristeza y también malestar el que no se avance como esperamos en la audiencia de reparación, pues pedimos con claridad lo que está establecido’, declaró en respuesta a Prensa Latina la abuela maya q´quechi´ Demesia Yat, una de las 15 abusadas en el enclave en esa región norteña del Polochic.

’Lo que queremos es que el Estado cumpla con sus obligaciones, con lo que se le impuso cumplir, que nos ponga atención, que nos tome en serio, que lo que está sucediendo es una cuestión seria’, afirmó.

’La pobreza en nuestras comunidades es tremenda, al punto que estamos sitiados por las palmas, pero las palmas tampoco nos ofrecen trabajo. Nuestros hijos van a solicitar trabajo a las fincas palmeras y no les dan trabajo’, lamentó.

Aseveró que hasta ahora no recibieron ningún tipo de apoyo económico y que sólo están haciendo su lucha con mucho sacrificio, para que sus hijos y nietos no pasen por lo que ellas pasaron hace 35 años.

Yat recordó con indignación que los condenados negaron todo lo que se les imputó y que no tenían la solvencia para cumplir con lo que el tribunal les ordenó por los crímenes cometidos cuando eran parte de la tropa desplegada entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal (1982-1983).

’A nosotras nos molestó mucho eso que, aun cuando se demostró que ellos estuvieron allí, que personalmente les dimos de comer, y les tuvimos que hacer muchas cosas, todavía se nieguen’, señaló.

’Queremos pedirle al Estado con claridad que cumpla con lo que dictó el tribunal. Nosotras queremos ver con nuestros ojos que el Estado está cumpliendo, que no se haga de la vista gorda, que se vea el trabajo, que se normalice nuevamente la comunidad’, enfatizó.

Y remarcó que ’así como ahora estamos avanzando con el tema de salud, queremos que en un futuro no muy lejano, se construya formalmente un hospital o un centro de salud en nuestra comunidad’.

Para esas mujeres, casi todas mayores de 60 años, es triste nunca llegar a ver los frutos de la lucha que libraron tras sobrevivir al asesinato de sus esposos, a las violaciones sexuales casi diarias -incluso, frente a sus hijos- y al ser obligadas a jornadas extenuantes de trabajo en el destacamento militar.

De hecho, algunas de ellas perecieron en el transcurso de estas más de tres décadas por enfermedades asociadas a los desgarramientos, hemorragias, traumas sicológicos, abortos inducidos por pastillas o de manera brutal, que les propinaron los militares durante los meses que duró su cautiverio.

Por todo esto integrantes de la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad, conformada por las organizaciones Mujeres Transformando el Mundo (MTM), Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (Unamg) y Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP)- ratificaron su disposición a continuar apoyándolas.

También pidieron a los medios de prensa estar vigilantes respecto al proceso, hasta que se concrete la justicia para estas mujeres, a través del cumplimiento de las medidas de reparación dictadas por el tribunal compuesto por las juezas Jassmín Barrios, Patricia Bustamante, y Gerbi Sical.

Con el fallo del 26 de febrero de 2016, las representantes del Tribunal de Mayor Riesgo A de Guatemala ratificaron la culpabilidad del teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes y del excomisionado Heriberto Valdés Asij, pero sobre todo que durante la guerra interna hubo genocidio, desaparición forzada de personas y esclavitud sexual.

Con base en los elementos de prueba presentados durante casi una veintena de audiencias, el primero recibió 120 años de cárcel por asesinato y delitos contra los deberes de la humanidad, en tanto el segundo mereció 240 años por este último crimen y por la desaparición forzada de personas.

Según la abogada Paula Barrios, de MTM, en términos jurídicos, ahora el caso de Sepur Zarco atraviesa por la etapa de impugnaciones, evacuando el proceso de impugnación, y luego debe pasar por el Tribunal de Casación.

’Lo que se requiere es una sentencia firme para el cumplimiento de la sentencia en su totalidad, es decir, de las medidas de reparación señaladas’, explicó y precisó que mientras, avanzan en el diálogo con los ministerios.

’Al menos hemos logrado que cada uno de los ministerios establezca, dentro de su planificación anual, acciones concretas para dar cumplimiento a los requerimientos de las abuelas de Sepur Zarco’, destacó.

No obstante, acotó, desde el Estado se deben generar formas legales para la ejecución de las medidas de reparación que están asignadas a este desde el mismo proceso penal y acabar de solventar ese vacio en nuestro sistema de justicia, el tema de reparaciones por sentencias legales.

El domingo el Ministerio de Salud y Asistencia Social inaugurará en la comunidad una clínica móvil, pero esto será una respuesta temporal, mientras se logra certeza jurídica sobre un terreno donde deben construir una clínica.

En opinión de Barrios esto es un ’indicio de buena voluntad, de dar respuesta a la comunidad, y es un avance trascendental, porque da respuesta a esa comunidad en medio de la falta de acceso a la salud como un derecho humano’.

’Las reparaciones se plantean como una reparación digna y transformadora, en la medida en que cambien las condiciones que posibilitaron las violaciones de derechos humanos que sufrieron las mujeres y que vivieron sus familias, en todas las regionales del país’, hizo notar la directora de Ecap, Susana Navarro.

Y a propósito de los factores por revertir mencionó la falta de oportunidades, entendida más allá del poder económico o adquisitivo, sino como acceso a la salud, educación y otros servicios básicos.

Recordó que estos requerimientos formaron parte de las demandas que dieron lugar al conflicto armado interno en Guatemala (1966-1960) y que en este caso en particular ’no hay que perder de vista que se trata de abuelas, de mujeres muy mayores, que precisan una reparación pronta’.

Demandan resarcir a mujeres violentadas en Sepur Zarco, Guatemala

Las mujeres mayas q´quechi violentadas sexual en el destacamento militar de Sepur Zarco, en el contexto de la guerra interna en Guatemala, denunciaron hoy que todavía esperan ser resarcidas por el Estado.


Pese a la sentencia condenatoria en ese caso, emitida el 26 de febrero de 2016, 'la pobreza en nuestras comunidades es tremenda, al punto que estamos sitiadas por las palmas, pero las palmas tampoco nos ofrecen trabajo', lamentó Demesia Yat, una de las abusadas en el enclave militar hace 35 años.

Aseveró que aún no recibieron apoyo económico, pero que siguen su lucha para que sus hijos y nietos no pasen por lo que ellas.

'Lo que queremos es que el Estado cumpla con sus obligaciones, con lo que se le impuso cumplir, que nos ponga atención, que nos tome en serio, que lo que está sucediendo es una cuestión seria', declaró.

Yat, entrevistada por Prensa Latina, recordó con indignación que los condenados negaron todo lo que se les imputó y que dijeron que no tenían la solvencia para cumplir con lo que el tribunal les ordenó por los crímenes cometidos cuando eran parte de la tropa desplegada entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal (1982-1983).

'Queremos pedirle al Estado con claridad que cumpla con lo que dictó el tribunal. Nosotras queremos ver con nuestros ojos que el Estado está cumpliendo, que no se haga de la vista gorda, que se vea el trabajo', remarcó.

Representantes de la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad, conformada por las organizaciones Mujeres Transformando el Mundo, Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas y Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP) ratificaron que seguirán apoyando a las abuelas de Sepur.

También pidieron a los medios de prensa estar vigilantes al proceso, hasta que se concrete la justicia para esas mujeres, a través del cumplimiento de las medidas de reparación dictadas por el Tribunal de Mayor Riesgo A.

El caso de Sepur Zarco atraviesa la etapa de impugnaciones, pero lo que se requiere es una sentencia firme para el cumplimiento de las medidas de reparación señaladas, explicó la abogada Paula Barrios, de MTM.

Y adelantó que el próximo domingo el Ministerio de Salud y Asistencia Social inaugurará en la comunidad una clínica móvil, pero esto será una respuesta temporal, mientras se logra un terreno donde deben construir una clínica.

La reparación será digna y transformadora cuando cambie las condiciones que posibilitaron las violaciones de derechos humanos que sufrieron las mujeres y sus familias, subrayó la directora de ECAP, Susana Navarro. Mencionó entre estas la falta de oportunidades económicas, así como de acceso a la salud, educación y otras, y advirtió que todo ello estuvo entre las demandas que dieron lugar al conflicto armado en Guatemala.

En este caso en particular, agregó, 'no hay que perder de vista que se trata de abuelas, de mujeres muy mayores, que precisan una reparación pronta'.

Barco del Aborto desafía al conservadurismo en Guatemala

El Barco del Aborto, de la organización civil holandesa Women on Waves, llegó el 22 de febrero a aguas jurisdiccionales de Guatemala para prestar servicios gratuitos y chocó con el conservadurismo de una sociedad negada a aceptar ese derecho.

Mientras integrantes de grupos pro-vida manifestaron su rechazo a los tripulantes de la nave -activistas de Brasil, Austria, Alemania, Holanda, España y Guatemala- las autoridades portuarias del Puerto de San José las obligaron a regresarse a esta so pretexto de no haber declarado la razón de su visita.

Para representantes de organizaciones feministas, lo ocurrido refleja la preponderancia del patriarcado en este país, donde impiden a las féminas gozar de libertad para decidir sobre su cuerpo.

'El aborto existe, es una realidad concreta en este país, lo quieran o no, esté penalizado o no. Las mujeres no abortamos por placer, porque nos guste', afirmó María Ixmucane Solórzano, de Mujeres de Tierra Viva.

Y aseguró que 'son las condiciones sociales, políticas, económicas, culturales, incluso religiosas las que nos llevan a tomar estas decisiones en condiciones insalubres, inseguras, solas, desprotegidas, solas'.

Subrayó que por ello está a favor de despenalizar el aborto, 'que implica garantizar a las mujeres condiciones reales para decidir sobre su vida sexual y reproductiva de manera libre, informada y con los recursos necesarios y óptimos para su intervención'.

'Nadie puede decidir por nuestro cuerpo. No permiten el barco pero no hacen nada por las clínicas que lo hacen, que arriesgan la vida de muchas mujeres. No quieren el barco, porque dicen que por qué no se cuidan. ¿Pero quién da clases de educación sexual? Nadie', afirmó la comunicóloga María Angelina (Angie) Quixtan.

'Este tema lo tienen que decidir las mujeres, no los hombres. Las que sufrimos y pasamos por una maternidad solas y sin dinero somos nosotras', enfatizó, en diálogo con Prensa Latina, la joven madre de dos hijos.

El Barco del Aborto, lejos de ser el enviado de la muerte como algunos le llaman, es considerado por muchas mujeres sin acceso a estos servicios por razones económicas o impedimentas legales, signo de esperanza y más en un país donde cada año se practican unos 65 mil en la clandestinidad.

De esos abortos inducidos de forma ilegal, y por lo general en condiciones precarias debido a la penalización que pesa sobre quienes los realizan o recurren a ellos, 22 mil quedan con complicaciones, según el estudio Embarazo no planeado y aborto inseguro en Guatemala: causas y consecuencias, del Guttmacher Institute (2006).

El documento se nutrió del informe Línea Basal de Mortalidad Materna para el año 2000, del Ministerio de Salud y Asistencia Social, y desde entonces los datos recogidos en ellos son reiterados por falta de otros más fidedignos de la problemática pese a los intentos de actualización de varias agrupaciones.

Reconocen a mujeres parteras en Guatemala

La dignificación de las mujeres dadoras de vida de comunidades rurales del país o parteras fue reconocida con la ley que declara el 19 de mayo de cada año como día de la comadrona guatemalteca, confirmó hoy el Movimiento Político Winaq.

La organización recordó que con bastante dificultad, y a pesar de que muchos diputados abandonaran el Congreso, finalmente se logró la aprobación de la ley de dignificación de comadronas con el decreto 3-2017.
De acuerdo con la agrupación política, la nueva ley ’obliga al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) respetar y reconocer el ejercicio de su servicio, además de prestarle todo el apoyo necesario para el buen desarrollo de su función’.
Esto, a partir de la entrega de un incentivo económico en dos momentos, los primeros 10 días del mes de mayo y las dos primeras semanas del mes de diciembre.
El Mspas deberá realizar los ajustes de presupuesto necesario para la dignificación económica, el cual deberá entrar en vigencia ocho días posteriores a su publicación en el diario oficial de la república.
El Decreto 3-2017 fue promovido por la Bancada del Movimiento Político Winaq, encabezada por el diputado Amílcar Pop, y el proceso de discusión y consenso tendente a su aprobación incluyó el diálogo con diferentes organizaciones de comadronas a nivel nacional.

Pamelita Flores y el despertar de una mujer a través de la música

Pamelita Flores presentará de manera oficial su álbum Misogonia, un disco que puede resultar simbólico para las mujeres que sufren de maltratos sicológicos, físicos, económicos y de todo tipo en Guatemala y en el mundo.

'Misoginia es un álbum que empecé a trabajar muy por debajo de la mesa, con un poco de miedo a expresarme. Me costaba de hecho, hace un par de años yo no cantaba, pero la necesidad de gritar y de sanar se hacía cada vez más grandes', declaró la joven cantautora a Prensa Latina.

Y relató su historia, la de una mujer que se vio precisada a redescubrirse, a hacer catarsis y sanar, tras una experiencia traumatizante con su expareja, para lo cual recurrió a su mejor arma: la música.

'Uno de los motivos por los que yo no me atrevía era porque la persona que me violentaba me había amenazado con afectar muy negativamente mi carrera si yo denunciaba o decía una palabra de esto. Pero, entre psicólogas y Fundación Sobrevivientes, descubrí que lo más importante era enfocarme en mí', afirmó.

Desde entonces dejó las clínicas y se dedicó a sanar con lo que mejor sabía hacer, mas para tener un poco de sabiduría al conducir su dolor en ese proceso, inició la lectura de algunos libros de Alejandro Jorodowsky y de allí se inspiró en la idea del rito psicomágico a través de la música.

'Grabé en estudio más de lo que puedes escuchar en el álbum y dije todo, pero todo lo que me pasó, para que mi mente supiera que está implícito en toda la música grabada. Me hice un tatuaje autobiográfico, como un time line en mi espalda, luego lo fotografiamos, y luego mis senos, los cuales fueron golpeados también', detalló.

Todo eso se convirtió en el estuche del disco que este 7 de febrero será presentado en el Hard Rock Café, de la Zona 10 de Ciudad Guatemala, 'pero el disco necesitaba algo que lo protegiera, cómo proteger la música y a mí por haberla creado, y puse un corazón de fieltro detrás del CD', agregó.

Este es 'un corazón latente y vivo, como me sentí al momento de decir mi experiencia', señaló Flores, quien confesó que las partes rojas del álbum las intervino con acrílico rojo, con un poco de su sangre menstrual, 'para que cualquiera que tuviese el álbum en sus manos, tuviese parte de mi ser femenina'.

'Es decir, personifiqué el CD como un símbolo de que no soy un objeto. Soy persona y todavía más, soy mujer', subrayó, porque para esta joven llena de vida hay una verdad más grande que un templo: 'tan el sexo débil somos, que de nuestro sexo salió toda la gente que ves a tu al rededor. Eso, eso es la sangre puesta ahí, es un recordatorio'.

Como era de esperar, en una sociedad tan conservadora como la guatemalteca, Misoginia despertó reacciones diversas y según su autora, lo mejor es haber recibido mensajes de mujeres jóvenes que dicen encontrarse en una etapa rara -porque no se atreven y están oprimidas- en la que su música les ayudó a replantearse sus relaciones.

'Por otro lado, acá en Guatemala, he tenido comentarios machistas sobre este material, en especial comentarios de hombres. Recibí de hecho cuatro llamadas de un número desconocido, el día de mi conferencia de prensa y un día después, la voz al otro lado me dijo: mejor si no lo dices', aseveró. 'En fin, tengo más que decir que presupuesto para decirlo con música. Y, pues, también otros medios no se atreven a difundirlo. Así que me ha tocado a mí mover todo y con el apoyo de las personas que me escuchan. Y eso es lo que me llena genuinamente en realidad', enfatizó.

A su juicio, este es el proyecto más detallístico y microscópico a nivel musical y técnico que hizo hasta hoy, con un mensaje social anti misógino, 'pero siendo más puntual, te diré que Misoginia es una compilación de experiencias violentas musicalizadas, dispuestas en un álbum electrónico experimental'.

'¿Por qué misoginia? Este título me lo dio una mujer que sintió lo mismo, con la misma persona que me violentaba. Yo no sabía de lo que me hablaba, hasta que descubrí que existía una palabra para describir todo lo que yo había pasado: Misoginia', remarcó.

El apelativo, que alude a todo acto de odio o aversión hacia la mujer, sin dudas era el más adecuado para describir como un todo estas duras experiencias musicalizadas, y allí quedó para la posteridad, porque temas como la violencia, el machismo, el miedo y la sanación, son los que dan contenido a este material discográfico, de significativo valor para las mujeres necesitadas de reencontrarse y volar como un día lo logró Flores.