Cuenta regresiva hacia el balotaje en Costa Rica

La cuenta regresiva hacia el balotaje cobra fuerza en Costa Rica tras un cierre de campaña marcado por la diferencia de actitudes entre los partidos contendientes: Acción Ciudadana (PAC) y el gobernante Liberación Nacional (PLN).

Mientras el primero manifestó ayer domingo su alegría en las calles, con caravanas de autos por la zona metropolitana y un festival artístico, el segundo procuró mantenerse al margen del jolgorio y continuar el rumbo trazado desde el 5 de marzo con la renuncia de su candidato a hacer proselitismo público.
La disparidad en la actuación de ambas fuerzas políticas es comprensible si se consideran los resultados de la encuesta efectuada como antesala de la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar este 6 de abril.
El candidato del PAC, Luis Guillermo Solís, es apoyado por 64,4 por ciento de los electores; en tanto el del PLN, Johnny Araya, apenas cuenta con 20,9 por ciento de respaldo, según el estudio del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la estatal Universidad de Costa Rica.
Ese sondeo, cuyos resultados fueron publicados el 5 de marzo por el Semanario Universidad, mostró que 14,7 por ciento de los entrevistados seguía indeciso todavía si votar y por quién hacerlo. El 2 de febrero ninguno de esos dos aspirantes alcanzó el 40 por ciento necesario para ser elegido gobernante, aunque Solís -profesor de Ciencias Políticas e Historia- resultó triunfador con 30,64 puntos porcentuales y Araya ocupó el segundo lugar con 29,71 por ciento.
A pesar de la ventaja con que cuenta, Solís llamó a la ciudadanía a no confiarse y a acudir a las urnas el domingo venidero para dar mayor legitimidad a una eventual victoria del PAC.
Para esa y otras organizaciones políticas y civiles, la controversial renuncia de Araya a hacer campaña pública -so pretexto de la falta de recursos y de los resultados negativos en las encuestas- solo es una estratagema tendente a desmovilizar al electorado.
Más allá de las expectativas generada por estos acontecimientos, el proceso electoral que concluirá el domingo entrante en Costa Rica se ha distinguido por mover los resortes de una sociedad signada por el desencanto generado por dos administraciones liberacionistas consecutivas.
Los gobierno encabezados por Oscar Arias y Laura Chinchilla (2006-2014) afianzaron el deterioro económico-financiero, la desigualdad, el desempleo y la pobreza en este país centroamericano, según reconocen informes oficiales y de organismos internacionales.