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Marcha por el Agua a las puertas de la capital de Guatemala

Marcha por el Agua a las puertas de la capital de Guatemala

Miles de personas convergen en la Marcha por el Agua, la Madre Tierra, el Territorio y la Vida, que hoy llegará a la capital de Guatemala para sensibilizar del riesgo a la biodiversidad en este país. Mujeres indígenas con sus hijos a las espaldas, abuelas, ancianos, jóvenes y niños de diferentes edades, así como activistas noruegos, estadounidenses y de otros países, integran el grupo que también aboga por el respeto a los derechos humanos y a su paso por cada localidad encuentra el respaldo popular.

Desde su salida de Tecún Umán, en el occidente, la caravana que viene por la vertiente sur tuvo la acogida de quienes entienden la necesidad de frenar la desidia estatal ante los desmanes de finqueros, industriales y dueños de negocios inmobiliarios que hacen uso y abuso de los ríos en desmedro de las comunidades, comprobó Prensa Latina.
En Palín, municipio situado a unos 40 kilómetros de la capital, en el departamento sureño de Escuintla, los vecinos salieron a recibir a los marchistas organizados por la Asamblea Social y Popular (ASP), junto a estudiantes de colegios uniformados y miembros de distintas organizaciones comunitarias.
La gran ceiba que cubre al parque central de la localidad sirvió de testigo del agotamiento de los recién llegados y del calor humano conque los compensaron sus anfitriones, quienes garantizaron almuerzo y otras provisiones para continuar el viaje hasta el cercano Amatitlán.
Dirigentes de la organización civil Utz chep´ relataron que desde el día anterior elaboraron los tamales de maíz y el sopón que sirvieron para recuperar fuerzas a este movimiento por preservar la vida contra el desafío del cambio climático y de los malos manejos de los bienes comunes en Guatemala.
"Estas personas constataron durante la marcha la degradación de cada uno de los repositorios de agua, pero muchos vienen de comunidades donde no pueden acceder a esta por el desvío de los ríos para monocultivos de caña, palma africana y otros", explicó el director ejecutivo de la agrupación Víctor López Illescas.
"Los límites se perdieron hace rato. Mientras indígenas y campesinos procuran preservar los bosques y los cauces, porque son parte de sus vidas, a otros poco les importa garantizar que el agua llegue al mar para cumplir su ciclo natural y esto está provocando una crisis humanitaria en esta región", abundó.
"Sin dudas debe haber regulaciones para el uso del agua para el consumo humano, y luego para las actividades económicas, pero aquí la ecuación está al revés y ya no hay mínimos posibles", enfatizó.
"Son unos pocos los que están llevándolo todo y dejándonos sin nada, sin agua, sin bosques, sin familias, sin vida, porque para nosotros el agua lo es todo y ya no nos dejan ni para regar nuestros cultivos", afirmó Clemente Somotay, del pueblo maya quiché de Momostenango, en el occidental Totonicapán.
También cinco estadounidenses del Guatemala Solidarity Project, con sede en Michigan, manifestaron su preocupación durante el diálogo con Prensa Latina por las señales evidentes de secamiento de numerosos afluentes y de contaminación de sus reducidas aguas.
Mientras integrantes del Comité de Unidad Campesina (CUC) insistieron en que este problema es cada vez más generalizado y por ello hacen falta acciones urgentes desde el Estado, porque la ley fundamental de la república ya permite parar de forma legal a los detractores del medio ambiente.
Para la lideresa de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, Rosalina Tuyuc, todo esto explica por qué "esta marcha debe ser cosa de todas las guatemaltecas y guatemaltecos, para que un día nuestra agua vuelva a ser para la vida y no para las empresas".
Esa convicción es la que anima a muchos a sumarse a la Marcha por el Agua, la Madre Tierra, el Territorio y la Vida, que inició desde el 11 de abril y concluirá este viernes en esta capital probablemente con miles de personas más en sus filas.
Un Tribunal de Conciencia, en el parque central de la ciudad, será el colofón de este movimiento que por primera vez adquiere carácter nacional y pone en claro la aspiración de un pueblo a revertir un estado de hecho que lo condena a la pobreza y mantiene en riesgo permanente su subsistencia.

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